Me sentía mal. No podía dejar de llorar porque más que nada, pensaba que era una estúpida. Me corrijo, no lo pensaba, es que lo asumía. Si me hubiese quedado en casa... No estaría derramando lágrimas por dos idiotas, que cometieron una idiotez.
Porque lo fue, ¿no? Pero, ¿a qué venía lo que me soltó esa misma mañana? Sólo hizo que me sintiese peor, ya que todavía no había salido el tema, o simplemente lo evitabamos, no lo sé.
Lo peor de todo es que estaba en mi casa, en la habitación de al lado, jugando a algún deporte virtual en la xbox. Y yo me encontraba peor cada vez que le decía a mi mellizo eso de 'Voy al baño ahora vuelvo.' cuando en realidad, como podréis imaginar, venía a mi puerta y daba pequeós golpecitos, lo que hacía que mi llanto incrementase y aunque yo pretendía no ser escuchada, lo oía igual; podía notar su suspiro cada vez que repetíamos esa escena.
No había comido a medio día, porque no tenía hambre; y porque Kevin estaría sentado a la mesa con el resto de mi familia. Entonces, mientras miraba absorta el techo de mi habitación me acordé. ARYA.
Me levanté de un brinco y abrí la puerta, pillándome el dedo meñique del pie con esta. Solté un pequeño pero audible grito de dolor y sin pausa, cojeé hasta la puerta de la habitación de mi prima, la cual se encontraba cerrada.
La abrí bruscamente haciendo que chocase contra la pared, haciendo que mi hermano y el hilipollas asomasen las cabezas desde su guarida. Respiré cuando vi a Arya durmiendo como un tronco en una posición un tanto extraña.
Mi primer instinto, fue tirarme encima suya, lo que hizo que se despertase y me dijese que era imbécil. Le supliqué que me contase todo lo que había sucedido, así podríamos celebrar algo.
Punto de vista de Arya:
Me vestí con el vestido de las ocasiones especiales, hoy merecía la pena. Era un precioso vestido azul ajustado hasta la cintura donde se quedaba caído hasta medio muslo. Angy decía que me hacía buena delantera, pero eso no era lo que me importaba.
Ese vestido me lo había regalado mi madre por mi 15 cumpleaños, y me dijo que me lo pusiese en mi primera cita. Y allí estaba, que creía que me iban a fallar las piernas y me iba a comer el suelo. También tenía que maquillarme un poco, cosa que a la cuarta, me salió medianamente decente. Unos tacones ni muy altos y un colgante con una piedra azul.
Me di por terminada cuando acabé de hacerme un recogido en el pelo que había visto en Youtube hace un tiempo. Era precioso, una trenza que acababa con un moño y algunos pelos por fuera, para dar naturalidad.
Cuando el timbre sonó mi estomago saltó cual canguro que casi lo vomito. Me eché una última mirada en el espejo de cuerpo entero, agarré mi pequeño pero útil bolso, y salí. Mi prima estaba terminando de llegar a la entrada, cuando desde arriba, vi a Nash con una rosa, qué clásico.
Bajé ante la mirada de todos, cosa que no me gustó, pero me dejó de importar cuando vi a Chris. En la entrada. Guapísimo. Mirandose los zapatos con las manos en los bolsillos.
Me despedí de mis tíos y primos (y vecino) saliendo, dejando la puerta cerrada. Él me miraba de arriba a abajo con los ojos muy abiertos, y yo no podía dejar de sonreír. Arya, seguro que pareces gilipollas.
Me dio un beso en la mejilla, cerca de la comisura de los labios, lo que me hizo ponerme más nerviosa aún. Me extendió el brazo y gustosamente lo acepté riendo.
Punto de vista de Angy:
-¿Y entonces qué pasó?
-Fuimos a por comida china, y comimos sentados en unas escaleras hasta que nos echaron y nos fuimos corriendo a un parque, aunque la comida se nos había quedado por el camino. Luego me llevó en coche a un mirador al este de la ciudad y estuvimos allí bastante tiempo hablando.
-¿Pero os besasteis? -Pregunté con curiosidad.
-Paciencia, pequeño saltamontes. -continué- se hiz tarde y me llevó a casa. Al bajarme del coche le di un beso EN LA MEJILLA y le di las gracias por esa noche. Justo cuando introducí la llave en la cerradura, noté que me agarraba el brazo y al darme la vuelta, me besó.
-AY JODEEEEEEEER, ¿Y QUÉ TAL? ARYA NO TE CALLES ZORRA.
-Fue genial, nunca me había sentido así. Me sentí extraña.-Reí.
Pasamos un rato más hablando y le mencioné el tema de la fiesta, ella asintió, diciéndome que le prestara algo bonito para ponerse. A lo que le respondí que mi armario era todo suyo. Yo había estado pensando y decidí algo. Había decidido que no iba a darle el placer a Kevin de verme mal. No me importaba, al fin y al cabo era un estúpido.
Nos recogían a las 8. Faltaban 2 horas, así que empecé a ducharme para que a Arya le diese tiempo.
***
Estabamos listas 5 minutos antes de que tocasen al timbre. Yo había maquillado a Arya y ella me había hecho un peinado precioso.
Había optado por un vestido de color blanco, con pequeños corazones negros, de palabra de honor, junto con unas bailarinas negras.
Mi prima, guapísima, había escogido una falda negra, junto con un jersey fino de color burdeos y unas vans del mismo color. Esa falda le realzaba las piernas, sin duda iba preciosa.
Nos recogieron, saludandonos cada uno respectivamente con un beso en los labios intencionado por parte de los 4. Fue un tanto raro, pero me gustó. Al llegar a la fiesta, nos dimos cuenta de que era en un sótano, pero era perfecto. Poca gente, de confianza. Pizza, refrescos y alcohol.
La fiesta transcurrió rápido y pronto se hicieron las 11, y al ser domingo, el toque de queda era en media hora. Nuestras "parejas/rollos/la mierda que seamos" insistieron en llevarnos, pero nosotras lo hicimos más diciendoles que habían bebido y que andar nos sentaría bien. Acabaron cediendo.
Andabamos a paso rápido por una callejuela cuando vimos algo, o alguien en el suelo... Arya ahogó un grito y yo estaba en shock. Había sangre, al rededor de su cabeza y por su chaqueta. Y esa chaqueta me resultaba demasiado familiar...
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Amor A Base De Odio.
Teen Fiction-Eres un idiota, te odio. Me miró con una sonrisa pícara sabiendo que eso me ponía aún más de mal humor. -En el fondo sabes que no es cierto, pequeño mapache. -Te he dicho que no me llames así. -¿Y por qué tengo que hacerte caso? -Dijo dando un paso...