Me desperté, o eso creía, pero sólo veía sombras borrosas. Note que alguien me estaba llevando en brazos, y aunque no estaba muy espabilada, he de reconocer que me fijé en que olía muy bien. Estaba andando a paso rápido, estaba oscuro y hacía frío.
Me estremecí cuando me di cuenta de que su piel estaba ardiendo. Intenté abrir los ojos para ver mejor, pero me era imposible, ya que me dolía mucho la cabeza. Así que cerré los ojos y sin querer, me quedé dormida.
Me sobresalté al oír como una puerta se cerraba bruscamente. Y seguidamente escuché 2 voces que me sonaban, pero no sabía dónde las había escuchado.
-¡Shhhhh, mierda Chris! No pegues esos putos portazos. La vas a despertar, y no sabemos cómo va a reaccionar.- En ese momento, abrí mucho los ojos y me senté, en lo que venía siendo una cama de matrimonio.
La habitación estaba pintada de color crema, casi blanco, todo era muy claro. Los muebles casindel mismo color que las paredes y el suelo de madera. Parecía la habitación de los padres de los secuestradores, a no ser que estuviesen casados.
Entonces recordé lo que había pasado.
FLASHBACK:
Definitivamente hoy no es mi día. Me giré bruscamente para encontrarme con un 'anciano'. Lo supe por las arrugas en sus mejillas, en los ojos y por la gran barba blanca. Estaba en posición de ataque.
Su ropa estaba sucia y rota, al igual que sus guantes. Aquel hombre estaba temblando, y tenía los ojos inyectados en sangre, y llevaba un gorro negro que le tapaba hasta por encima de las cejas, bastante pobladas.
Me agarraba con fuerza la muñeca, me estaba haciendo daño. Entonces fue cuando habló.
-Dame todo lo que tengas. ¡Ya!
Aparentemente no tenía armas, y si intentaba pegarme, podría con este tío. Así que, como diría Arya, me puse un poco 'chula'. Error, gran error.
-Mire, lo siento pero no tengo tiempo para esto.
Me zafé de su agarre y empecé a caminar rápido, fue entonces cuando escuché un ruido metálico arrastrándose, las pisadas del vagabundo hacia mí y entonces un fuerte golpe, todo negro.
FIN DEL FLASHBACK.
Joder, es increíble cómo acabas cagandola siempre. Tenía la misma ropa que cuando acompañé a Nat al médico, no sabía la hora, ya que mi móvil no estaba en ninguna parte. Mierda mierda mierda mierda. Por favor, que no sean violadores. Y entonces lo vi.
-Joder, qué pesado eres, coño. Es una tía, no nos va a hacer nada.
Cogí ese trofeo puntiagudo que me salvaría la vida e, ignorando el horrible palpito de cabeza que tenía, me levanté y caminé de puntillas por el pasillo a lo que venía siendo la entrada-salón.
Me coloqué detrás de la puerta, respiré hondo, y salí, corriendo y gritando mientras tiraba el trofeo. Abrí la puerta sin ni si quiera fijarme en sus caras.
Conseguí salir, gracias a Dios la puerta estaba sin seguro y me fue fácil, pero, ¿cómo no? Salir ilesa de esa casa era demasiada buena suerte para mí.
Me pisé el cordón de una de mis zapatillas y básicamente, me pegué la ostia del siglo. Aunque, para mi bien, había caído con las manos y no me había comido el asfalto.
Volví a escuchar gente correr, y al darme la vuelta los vi, delante de mí, mirándome, a punto de descojonarse. Cabrones. Imbéciles. Putos. Ya sabía quienes eran los violadores.
El gilipollas que me 'intentó robar el móvil' y su amigo. Los miré con mi mejor cara de desprecio y me levanté sacudiendome los pantalones y aguantando el dolor en la parte baja de mi cabeza.
Los miré durante 3 segundos y me abalancé encima de uno de ellos pegándole lo más fuerte que podía.
-¡DIOS, HIJOS DE PUTA! ¿QUÉ -bofetada- COÑO-puñetazo-LE PASA-otra torta- A LA GENTE- entonces, unos brazos me cogieron por detrás inmovilizándome. -EN ESTA JODIDA CIUDAD? -terminé de gritar mientras me intentaba escapar.
Era imposible, el chaval estaba fuerte. Eran los mismos brazos que me habían llevado ayer. Estuvo 5 minutos conmigo así, apresada. Me metieron en la casa de nuevo, muy bonita, por cierto.
-¿Me prometes que si te suelto vas a estar quieta y nos vas a dejar explicarnos?
-Está bien-dije refunfuñando.
Me soltó en el sofa. Se colocaron en frente mía, seguramente para que no intentase escaparme. Me crucé de brazos y les hice un movimiento de cabeza para que empezasen a hablar.
El chico al que le había pegado cogió el trofeo y lo sostuvo en alto.
-Casi me abres la cabeza, loca.-Dice con el ceño fruncido.
-Métetelo por donde te quepa. -Digo con una sonrisa irónica.
El imbécil iba a responder, pero el otro le hizo una señal para que se callase.
-Siento si te hemos asustado, pero no sabíamos dónde llevarte. Anoche un vagabundo te pegó un buen golpe con una tubería en la cabeza. -Me toqué la parte trasera de esta y noté un bulto, me dolía. Siguió hablando- Yo soy Nash, y el es Chris.
Entonces me di cuenta de que me habían salvado, y yo había intentado asesinarlos con un objeto puntiagudo. Mierda otra vez.
Me restregué el ojo y comencé a hablar. -Eh... Yo soy Angy. Gracias por... haberme salvado, y eso. Bueno, y... perdona por lo del trofeo...-Digo dirigiendome a Chris, que me mira con cara de perdonarme la vida.- Pensaba que erais violadores o algo por el estilo.
Nash sonríe. Sus dientes son muy blancos. Tiene el pelo negro, pecas y los ojos azules, muy azules. Es 2 cabezas más alto que yo.
Chris es moreno, con los ojos marrones y un poco más bajo que Nash. Sus dientes también son bonitos, lo sé porque me acaba de sonreír, pero estaba demasiado ocupada psicoanalizandolos como para enterarme de lo que acababan de decir.
-¿Qué?
-Que aquí están tu móvil y tus llaves. Hemos guardado tu número, y los nuestros estan en tu agenda, te hemos salvado, así que nos tendrás que invitar a algo.
-Y trae a alguna amiga que no sea repelente.-Añade Chris rascándose la nuca.
Me despedí, después de coger mis cosas y salí de su casa. No estaba lejos de la mía, así que me puse en camino. No quería ni imaginarme cómo estarían las cosas en casa.
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Amor A Base De Odio.
Novela Juvenil-Eres un idiota, te odio. Me miró con una sonrisa pícara sabiendo que eso me ponía aún más de mal humor. -En el fondo sabes que no es cierto, pequeño mapache. -Te he dicho que no me llames así. -¿Y por qué tengo que hacerte caso? -Dijo dando un paso...