Forever SCAMANDER 《CEDRIC DIGGORY》 Terminada

24 de Diciembre

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Al oeste de Inglaterra, en un pueblito llamado Valle de Godric, una família conformada por Fernando Dumbledore y Mariana Dumbledore preparaban muchos regalos para el segundo añito de su bella hija Antlia Denali Dumbledore.

— Mi preciosa Antlia —  Mariana levantaba a su hija de la cuna — mañana será un dia muy especial!!

Asi es mi amor — el azabache abrazaba a su esposa por la cintura — mañana es tu cumpleaños princesa.

— pa pá — río la pequeña mientras metía un dedo a su boca.

La pareja se miraba anonadada, era la primera palabra de su pequeña

— ¡¡dijo papá !! ¡¡dijo papá!! —  bramo Fernando mientras hacia un baile gracioso.

— hijita di ma má — dijo Mariana haciendo gestos raros para que su hija intentará imitar la palabra mamá.

— pa pá — respondió soltando una sonora carcajada.

—me quiere mucho más — dijo Fernando con diversión, estalló en risas al ver que su esposa le sacaba la lengua.

— ja ja ja — rio sarcastica —  algún dia lo dira ¡te lo aseguró!

— lo se cariño — el castaño le dio un beso en la frente.

Ambos miraban a su hija sonrientes. Como no apreciar a esa bella niña si tenia unos hermosos ojos verdes, un cabello que cambiaba de color según sus emociones, la piel porcelana de su madre y la risa tan contagiosa de su padre, era la mezcla perfecta de ambos.

Se escucho un ruido ensordecedor en la planta baja de su casa; ambos se miraron muy asustados, sabian lo que se venia; Mariana bajo a detener a los intrusos y Fernando agarró una mochila del armario y llamo a su elfina Sara.

— Sara llevate a mi hija, llevala con Newt y con Tina; por ningún motivo vuelvan, Sara protege a mi hija cueste lo que cueste — dijo Fernando entregandole a la bebé.

A Sara se le llenaban los ojos de lagrimas ya que sus amos siempre la tratarón como parte de su familia.

—lo prometo, Sara la cuidará, nunca la lastimarán¡¡ daré mi vida por ella, amo!! — dijo la elfina llorosa, de un chasquido ambas desaparecieron.

Fernando bajo y vio a su esposa muerta por un hechizo imperdonable, sus piernas flaquearon pero no podía permitirse que esa loca lo viera mal.

—¿lo que veo es miedo?— preguntó Bellatrix riéndose, mostraba sus feos dientes amarillos mientras enredaba su varita en su cabello.

— No te tengo miedo Bellatrix—  respondió Fernando apretando su varita.

Él lanzó un hechizo, sin embargo Bellatrix fue más rápida, el cuerpo del azabache cayó junto al de su esposa.

Newt atendía a un hipogrifo en su sótano, a la criatura la habían atacado un grupo de cazadores mágicos, el magizoólogo estaba molesto, era la tercera vez que encontraba a un hipogrifo herido, fue a quejarse con el Ministerio pero no le hicieron caso. Tina leía un libro nomag mientras tomaba te.

La azabache dio un saltó cuando escucho un sollozo muy fuerte.

— ¡¡¡Newt!!! — dijo muy fuerte cuando vio a su nieta en brazos de la elfina.

— Señora Scamander — sollozo la elfina.

— ¡¡Sara!! Pero que.. — preguntó Newt ingresando a la cocina, la elfina lloraba.

— él amo me pidió que trajera a su nieta — lloró desconsoladamente

— ¿Fernando? ¿Mariana? ¿ellos... —  Tina negaba mientras se agarraba la cabeza.

—Yo yo .... Yo sólo seguí órdenes —  dijo Sara temblando.

— ¡Tenemos que ir! Aún pueden... — a la azabache se le hizo un nudo en la garganta.

—Iré... — Newt caminó hacia la puerta — quédense aquí hasta que vuelva, no la dejes sola — dijo al ver que Tina había ingresado en una crisis nerviosa.

— Si amo — dijo Sara afirmando frenéticamente.

En tanto, Dumbledore alimentaba a su fenix mientras tarareaba una canción.

— tenemos que ir al Valle de Godric — la voz de Newt hizo que el director girará.

— Newt que sorpresa.. —  trató de decir Dumbledore pero Newt no lo dejo terminar.

— Algo malo paso con nuestros hijos... — dijo Newt retrocediendo.

Dumbledore sin pensarlo desapareció junto a Newt. Ambos aparecierón en en la puerta de la casa de sus hijos, cuatro autores vigilaban la casa. Al ingresar ambos se quedarón petrificados, en el piso estaban sus hijos sin vida. Después de un largo silencio.

— Tina no soportará esto... Sabes que nos tendremos que ir ¿Verdad? — dijo Newt en voz baja.

— Me temo... lo sé...—  dijo Dumbledore cabizbajo — sé que ella cuidará muy bien de Antlia... Lo mejor es que no se enteré de mi.... o de esto...

— Partiremos tal vez ... en dos días... o cuatro...—  comentó Newt en un susurró — ¿irás a verla?

— Lo mejor será que no sepa nada de mi. No quiero que corra peligro — respondió Dumbledore.

— Esto no fue tu culpa — dijo Newt en un hilo de voz.

— Tan sólo si yo no los hubiera hecho parte de la Orden... si tan sólo no hubiera aceptado...—  Dumbledore intentaba ocultar las lágrimas que bajaban por sus mejillas.

—Eran muy tercos — comento Newt cruzando sus brazos — con o sin tu permiso, ellos iban a involucrarse.