Se tapo el rostro con una almohada, sonrió mientras recordaba lo que habia pasado a noche. Sus ojos se abrieron al recordar que ayer fue su cumpleaños.
Se levantó despacio, al ver hacia el arbolito solto una sonora risa al ver que Pikectt regañaba a los escarbatos bebes mientras ellos abrían los regalos, Summer se encargaba de dejar las notas sobre cada regalo.
Newt le regaló una maleta parecida a la suya, del mismo color pero esta vez adornados con bordados de flores; Tina una gran cantidad de ropa y zapatos; Dumbledore le dio un vestido de lila con tiras de ceda muy elegante; Melany le regalo accesorios para el cuidado de cabello; Draco le regalo una pulsera de plata; Harry le dio un peluche dragón. Hermione le dio libro de Stephen King; Ron le dio una caja llena de ranas de chocolate; los gemelos un paquete de bromas especiales. Krum le regalo un abrigo de terciopelo rojo.
Su cabello adquirió un color morado intenso al ver el regalo de Cedric, era un hermoso collar de oro con un pequeño diamante siendo sostenido por un escarbato bebe.
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Se levanto y fue al baño para asearse, al terminar fue a su closet, se puso sueter gris, un vestido corto negro, su panties en color negro, zapatos grises de taco y su abrigo de color gris.
Se peino y se puso sus guantes y su gorra en color negro, agarró su bolso. Salio de su habitación emocionada; al llegar a la sala común vio a Elena con los ojos hinchados siendo consolada por una de sus amigas.
—¡todo es tu culpa! — gritó la azabache — ¡siempre lo quieres todo para ti! ¡tu popularidad! ¡tus conocidos amigos! ¡y ahora te quedas con todo lo que tenia!
— ¡¿lo que tenias?! — dijo con su cabello gris -— le diste una poción de amor, lo cierto es que nunca lo tuviste ni siquiera contaste.
Aunque suene cruel tenia que decirselo, lo que habia hecho estaba mal. Elena se levanto y se fue por las escaleras corriendo.
Antlia salio del lugar, su cabello volvio a cambiar a rosa. Cuando llego a la puerta del gran comedor se se detuvo cuando sintió un dolor extraño en su pecho, después escuchó una voz mu debil.
Salio disparada hacia las afueras del castillo, chocaba con algunos alumnos. Era raro sentir que le apretaban, vio que su cabello cambiaba de color atres tonos a la vez.
Ingreso al bosque lo mas rapido que pudo. No le importaba si era peligroso, no estaba dispuesta volver, algo no andaba bien.
Un grujido hizo que sacará su varita, giró de inmediato.
—¡¡maldición!!!! Draco!!! Casi me matas del susto!!! — dijo guardando su varita y adentrándose más al bosque.
