A veces me pregunto en que momento he dejado de ser feliz...
En ocasiones me convenzo de que nunca lo fui, o de que quizás sí, en momentos fugaces. De todas formas, ¿quién está en un estado constante de felicidad? Cobardemente me digo que nadie, que todos alguna vez nos hemos cuestionado de si somos felices o lo hemos sido. Al sentir salpicaduras frías de agua en mi torso me estremezco, irritándome al instante, molesto de que perturben mis reflexiones. Cuando abro los ojos la veo, escondiéndose detrás de su flotador rosa chicle casi fosforescente mientras se mueve con la marea color turquesa que brilla debido a los rayos del ocioso Sol.
Resoplando cierro mis ojos de nuevo, acomodándome en la silla plegable de plástico mientras la ignoro. Su risa, ciertamente, me dificulta intentar regresar a mis reflexiones. Me digo que es su culpa, que escucharla chapotear en la piscina mientras ríe es molesto, pero el sonido de las cigarras no lo son, y resuelvo que en realidad no debería soportar ésto. Bien podría entrar adentro, dejar de fingir tomar Sol para broncear inútilmente mi pálida piel ciertamente está resultando una catástrofe, solo lograré que se enrojezca por minutos y que luego vuelva a tener ese color blanco enfermizo que tanto detesto. Trago saliva mientras abro mis ojos y observo mi panorama. El alto sauce llorón que se encuentra a escasos metros de mi posición cae con gracia cerca mío, comenzando a darme sombra debido a la posición del Sol. Sus finas ramas llenas de hojas me resultan casi hipnóticas, como si crearan una danza cuando se mueven al compás de la brisa veraniega.
Cuando dejo de escuchar su melódica risa es cuando no puedo evitar mirar hacia su dirección, saciando una vez más mi curiosidad y despertando aquél bucle vicioso de culpa dentro mío. La piscina se encuentra vacía, solitaria con aquél ridículo flotador en forma de rosquilla en su superficie que flota a la deriva, los pocos indicios de que no deliré lo sucedido se encuentran en la toalla amarilla extendida a un costado en el suelo junto con aquella Coca Cola dietética en lata. Suspirando me siento en mi lugar, el libro que antes fingía hojear se desliza de mi pecho desnudo hasta mi regazo, y antes de siquiera tomar mi toalla para irme la escucho nuevamente.
—¡Será divertido!—Chilla mientras la visualizo, apareciendo por la puerta corrediza trasera, no está sola, su mejor amiga beta la acompaña, se llamaba... uh, nunca recuerdo su nombre—. ¡Len! Mira quien ha venido a acompañarnos, ¡es Miku! ¿Ya dejaste de tomar Sol?—Inquiere tan energética como siempre, casi trotando alegremente hasta dónde estoy parado, torpemente al lado de la estúpida silla plegable. Noto su rostro algo enrojecido, ha estado flotando mucho tiempo bajo el Sol es lo primero que pienso, y su cabello está pegado a su cuello y rostro, aún húmedo, pero sus ojos derrochan emoción y alegría.
—Sí—secamente respondo mientras me pongo la toalla sobre mis hombros y miro hacia Miku, curioso de verla luego de tanto tiempo, por un momento pensé que no eran más amigas.
—Hola, Len—saluda tímidamente, no es más que un murmullo pero mi vista solo se enfoca en su ceñido bikini bermellón que trae puesto, ¿no es muy revelador? Desentona por completo con su vergonzosa personalidad, o quizás solo sea una actuación.
¿Estará ella fingiendo también?
—Hola—saludo mientras tomo el libro que dejé en la silla y me abro paso entre ambas, dispuesto a retirarme hacia mi habitación en busca de calma.
—¿Ya te vas?—Escucho a Rin preguntar pero la ignoro mientras cruzo por la puerta corrediza, mis pies descalzos pasan de sentir la calidez del suelo de piedra del jardín trasero a la frialdad de las baldosas de mármol que se encuentran en la cocina, sin cuidado alguno dejo mi libro sobre la isla de la cocina y busco en la heladera algo con lo que saciar mi sed.
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cortitos - vocaloid
RandomTal vez hay un universo allá afuera, sucediendo ahora, donde terminamos juntos. Tal vez hay un universo donde soy la persona adecuada para ti. Donde adoro cada cosa agradable que hiciste por mí sin comenzar a resentirte. Un universo donde realmente...