La escapada

112 12 1
                                    

-Eh, hola tío, voy ha echar un meado.- ¿En serio? No puedo creer que haga como si al chico este le importada algo que vaya ha "echar un meado".

Ah ya, Jace no me ha visto porque me escondido detrás de la puerta de uno de los habitáculos para los chicos. Entonces es cuando pienso en mi situación, estoy en un baño de chicos, un chico que antes se rió y de mi, y que lo suele hacer, me ha visto aquí y... Mi primó está a unos pasos vaciándose. Decido llamar a mi madre para que me venga a buscar o por lo menos me de permiso para ir a casa. Veamos... Móvil... Ah claro está en la mochi...

-Qué mochila tan guapa ¿no?.- Ay Dios mío... Scott si aprecias tu vida no abras esa mochila.- Jace, ¿esta mochila no es de tu prima ginger?

-¿Ginger?

-Sí, ósea, la pelirroja, ginger es pelirrojo en inglés.

-Mola. ¿Por qué estará aquí?...

-Es muy curiosa tu prima, me he fijado cuando entró en clase contigo y en lo duro que tiene que ser que todos piensen que eres un frikazo.

-¿Tú lo piensas también? Pues sí t...

Y se oye un portazo, vale, bien, se han ido con mi mochila.

Pienso en esperar un momento cuando me doy cuenta de que lo mejor es salir ya, cuanta menos gente me vea mejor. Me dispongo a quitar el pestillo cuando... ¡Sorpresa! Algo malo en el momento menos adecuado le pasa a Ginebra Morgan.

Me subo a la tapa del bater y luego a la cisterna, pongo el pie en el sitio donde se guarda el papel, siempre vacío, y luego paso el otro pie por encima de la pared. Salto y caigo en el servicio del otro lado. Ventajas de medir 1'75. Salgo y abro la puerta de los baños de chicos.

-¿Esta aun no ha descubierto los baños de chicas?

-Calla, que igual como es lesbiana nos mira mientras hacemos pis.

-¿Te imaginas? Sería un asco.

-Tiene que serlo por narices, ¿no ves las pintas que lleva siempre como un chico?

Yo hago caso omiso y finjo que puede hacer cualquier persona. Aunque realmente lo sea. No creo que cada vez que ellos salgan del baño en sus casas les miren como "Omg, acaba de salir de hacer caca, que asco".

Me subo la capucha. Y mi ropa no es de chico, han llevado ellas más ropa de chico que yo en toda mi vida haciendo el truco de "Awn tengo frío ¿me dejas la sudadera?" Supongo que he descubierto el misterio de por qué ahora solo está de moda enseñar el trasero y llevar camisetas escotadas. Para que luego los chicos les den la sudadera.

Es cuando noto mi mejilla húmeda. Oh, ¿estoy llorando? Debo encontrar a Jace. Pero él me encuentra a mi primero.

-¡GINEBRA!

-¡VODKA!.- Grita otro. Jace lo ignora.

-Oh, hola Jace. Vaya has encontrado mi mochila. Muchas gracias.- Y le sonrío lo más verdaderamente posible que se.

-De nada.- Me mira con cara de preocupación. Adivinar a quién no le darán nunca un Óscar.- Scott dice que nos puede llevar a casa, vivimos en la misma calle.

-Emm... Dile de mi parte que gracias. Prefiero ir andando.

-Vale, pero no tardes que no tengo llaves.

Recorro los pasillos camunflándome entre la gente. Salgo y voy a la verja. Me quedo quieta y espero. Un momento ¿a qué estoy esperando? Matt ya no está.

Eso provoca que me caiga una lágrima por la cara. La única persona que me entendía de verdad se ha ido.

Saco mi móvil y empiezo a escuchar música. Que nadie se piense que tengo un Iphone como tonto quinqui del universo. No, tengo un Samsung Galaxy Ace y me conformo con eso. Empieza ha sonar mi canción favorita. Payphone de Maroon 5. El que aparente una especie de gótica "frikazo" no quiere decir que lo sea. Uso los colores para decir como me siento. Y como ir al colegio es lo último que me apetece, pues voy de negro. Tiene lógica.

Llego al portal y veo a Jace sentado.

-¿Qué te pasaba antes?

-Creo que aun no sabes quien soy en ese instituto.

-Me han informado. Pero ellos no son los que están muy bien informados.

-Oh Jace, son tan malos...- Y rompo a llorar.- y ahora Matt no está y y y.- Ataque de ansiedad a la vista.

-Tranquila, no se dan cuenta de lo que se pierden.

Se abre la puerta y entra un señora mayor que se nos queda mirando como si Jace fuera mi novio y me estuviera dejando o algo así.

-¡Lárguese!.- La señora corre hasta el ascensor.

-O tal vez no se merezcan saber como eres.- Redtifica Jace.

En lo que no me había fijado es en que después de la señora entró un señor al que no he visto nunca. Pero esa nariz me suena...

-Hola señor Williams.- Saluda Jace. No puede ser. Miro detrás de él y veo a Scott mirando como me da un ataque de ansiedad y ladrándole a una ancianita.

-Oh, joder.- cojo mis cosas y subo las escaleras. No hacen falta decir que me tropezo y me caigo.

The long way homeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora