Aprende del rechazo. ( 2/? )
— ¡Eres un maldito desgraciado Vegeta! — Mi grito trae consigo unas enormes ganas de llorar, pero, debo reprimir aquello, no quiero que eso mal nacido me vea en este aspecto.
Solo le pedí una cosa, una maldita cosa y él, prefiero ir a entrenar, ¡Maldita sea! Parece una cosa tan pequeña, pero, no lo es para mi... Entrenó dos semanas seguidas después del accidente, lo hizo, no lo interrumpí, nada, ni siquiera después de que en una forma retorcida haya dicho que me amaba.
¿Y si solo es pasión?
Mis manos aprietan con fuerza la baranda del balcón, donde en este momento me encuentro aguantando las ganas de llorar, tragándome el dolor para aparentar que no siento nada, para ser como él, pero, no puedo.
Mis piernas tiemblan por un segundo, lo hacen tan fuerte que siento caer en ese segundo, mi garganta pide expulsar ese grito desgarrador, lo pide ansiosa. Cierro mis ojos húmedos al segundo que muerdo mi labio, dejando que el frío aire golpee mi rostro, una respiración sale de mis labios, al momento que sin dudarlo giro sobre mis pies, casi sin ver, por mi vista borrosa, abro levemente mis ojos, viendo algunas cosas dispersas, lo cual me importa en lo más mínimo.
Mis uñas se clavan en las plantas de mis manos, al segundo que dejó salir un sollozo, sin dudarlo tomó aquella botella de vino que se encontraba en mi escritorio, no puedo evitar verla fijamente al segundo que la sujeto con ambas manos, esto lo había preparado para nosotros, era solo un momento, uno nada más, estar juntos, pero, lo ignoro, lo ignoro sin más.
El dolor obstruye mi pecho, lo cual me obliga a sollozar, — No quería, yo no quería hacerlo, no quería hacerlo. — ¡No quería llorar!
Mis manos hacen presión en la botella, al momento que no dudó en girar sobre mis talones, para comenzar a caminar en una velocidad media hasta mi balcón, donde espere por más de tres horas a aquel hombre que al parecer, no quiere tenerme cerca, mis pasos me acercan al balcón y al momento que logró salir, el suave frío penetra mis huesos, pero, eso no me detiene.
Con fuerza levanto mi brazo derecho al segundo que lanzó con fuerza la botella de vino, provocando que se rompa con algo que no logre divisar, pero, estaba sumamente dolida, aquello era nuevo para mi, Yamcha siempre me rogaba, siempre, y ahora estoy ahogándome por Vegeta.
Trago saliva sonora mente, al segundo que mis manos se apoyan en la barra, dándome un fresco respiro, tengo mucho dolor, mucha ira, tengo tanto dolor acumulado, que siento que soy patética.
— Necesito trabajar. — Un murmuro casi inaudible hasta para mis oídos sale de mi boca.
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One Shots. || V.B ||
FanfictionAlgunas veces los corazones se endurecen, convirtiéndose en un mar de hielo, hasta que llega alguien, alguien que con esfuerzo, te derrite el corazón, y de pasó, te despierta el alma. One-Shots: Temáticas mías. Personajes: Akira Toriyama.