𝑹𝒆𝒎𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 𝑴𝒆 || 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒎𝒊𝒏

[Prólogo]

—Me gustas. —Changbin liberó al fin las palabras que llevaban atoradas en su pecho desde hace ya mucho tiempo. —Y no necesito que correspondas, quiero seguir con nuestra amistad como si esto no hubiera pasado, pero necesitaba decirlo Seungmin-ah.

Aquel muchacho con tan solo trece años quería desaparecer, estaba tan avergonzado, confundido y halagado a la vez.

—Binnie, esto es... algo nuevo para mí. ¿sabes? Nunca antes se me han... um... declarado. —el castaño asombrosamente se sentía muy tímido frente a su mejor amigo. —Y juro que eres el mejor chico que conozco pero yo...

—Lo entiendo, Seungmin, no te preocupes. —el más bajo le sonrió a su mejor amigo, y aunque se esperaba un seguro rechazo había dolido más de lo intuyó. —Tienes solo trece, yo quince, es algo... obvio.

—No, no, la edad no me importó nunca hyung. —respuso. —Es que a mí me... gusta otra persona.

Una apuñalada muy prevenida llegó a su corazón.

—Oh, ¿En serio? —aparentó felicidad por el menor. —¿Y quién es el afortunado, Minnie?

—Hyunjin. —al mencionarlo no pudo evitar en que se le formase una tímida sonrisita en su rostro.

Cuanto daría Seo por ser la causa de esas sonrisas.

—Me alegro por ti, Seungminnie. —admitió con sinceridad. —Espero que... puedas lograr salir con Hyunjin.

Fue tan difícil pronunciar aquellas palabras, pero para el menor no existía nada más en su mente que la perfecta imagen de su "crush".

—Muchas gracias, hyung. —se sintió tan feliz al escuchar que su mejor amigo se alegraba por él.

Era un chico tan ingenuo.

—Pero por favor no le digas a nadie, Changbinnie. —suplicó juntando sus manos. —Ya sabes, porque Jeonginnie es su novio y... no quiero que hayan problemas.

—No te preocupes. Sabes que nunca he dicho nada de ti, Minnie. —sonrió sin mostrar sus dientes.

Y sí, desde la corta edad de nueve años hasta sus actuales trece años, Seo Changbin no había dado ninguna señal de quebrantar la confianza de Seungmin.

Y eso era lo que más apreciaba Kim.
La lealtad que poseía su mejor amigo.

Changbin sintió su corazón apretarse cuando el castaño cortó la distancia que los separaba en un lindo y cálido abrazo que lo dejó completamente destruido.

¿Debía abrazarlo también? ¿Se haría más daño? ¿Acaso el destino estaba en su contra?

—Eres el mejor amigo del mundo.

Seungmin no era consciente del daño de sus palabras.

Y Changbin no era consciente de sus acciones, al límite de aferrarse a ese abrazo como ningún otro en su vida. Necesitaba sentir como era tener al menor en sus brazos almenos una ultima vez antes de que este saliera con Hyunjin porque él era Seungmin, demasiado dulce y lindo como para conquistar a cualquier hombre o mujer.

—Sabes que puedes confiar en mí ¿cierto? —trató de convertir su abrazo en uno más normal y no uno del cual se sintiera nostálgico.

—Claro que sí, hyung. —sonrió mientras seguía rodeando con su brazos al chico pelinegro.

Lo que ambos no sabían que personas  escondidas, que fueron a presenciar la humillación de Seo en su declaración, ahora sabían quien era el amor platónico de Kim Seungmin.