¿Cómo sabes que es el amor de tu vida? ¿Cómo puedes estar segura de que no te harán daño? ¿Cómo sabes que te estas entregando a la persona correcta? Son preguntas que no tienen respuesta, pero bien se sabe que el que no arriesga no gana. Y aunque e...
Llegamos a mí casa y veo a Jamie corriendo con sus amigos para ver quien entra primero.
Abro la casa y me sorprendo mucho al ver a Pau aquí dentro de la casa.
- ¡Pauu! - Grita Jamie y corre a abrazarla.
- ¡Joder! Cada día te pones más guapo pero ya no crezcas. - Dice Pau abrazandolo.
- No esperaba tu visita. Realmente te extrañaba demasiado. - Digo y me uno a su abrazo.
- Por cierto. Pau te presento a Sandra, una amiga que he hecho aquí. Sandra, te presento a Pau, una amiga casi hermana para mí.
Ambas se saludan con una sonrisa.
- Niños, deberíamos de ir a ponernos pijama para empezar nuestra gran noche. - Dice Sandra y se lleva a los niños a la habitación de Jamie.
- Vine en cuanto me enteré. - Dice y me abraza de nuevo.
Sin pensarlo los veces me permito llorar recargada en el hombro de Pau. Llevaba todo el día queriendo llorar y me ayuda muchísimo que Pau esté aquí para apoyarme.
- Jamás lo imaginé. - Digo aún abrazada a ella.
- No te preocupes cariño, no vamos a dejar que se lleve a Jamie.
- No sé que va a pasar Pau. El puede alegar que le oculte a Jamie y eso puede ser muy malo para mí.
- Yo lo sé, eso puede afectarte pero buscaremos argumentos para que no te quite a Jamie.
- Estoy segura de que esto lo esta haciendo por un coraje tonto.
- Stephen me contó todo lo que sucedió. - Dice y me observa.
- Creo que Stephen a sido su mayor motivo para esta demanda. - Digo haciendo una mueca.
- Bueno tranquila, no te voy a dejar sola en esto, tu dime que necesitas y de inmediato lo haremos.
Volteo a ver a Jamie que sale corriendo con sus amigos, ya todos tienen puesta la pijama, hasta Sandra se ha puesto una pijama.
- Pau ¿quieres quedarte? Haremos una pijamada. - Digo limpiando mis lágrimas.
- Me encantaría preciosa pero debo ir a recoger a alguien al aeropuerto, quiza mañana venga a verte.
Asiento con una sonrisa en los labios, Pau se despide de todos y sale sin dejar de darme ánimos.
- Se ve que es una gran persona. - Dice Sandra.
- Es una gran amiga, le puedes hablar a las tres de la mañana y sin pensarlo va para ayudarte.
Sandra asiente y nos acercamos a los niños.
■■■■
Suelto un suspiro al entregar al último amigo de Jamie a sus padres. Hemos pasado una noche bastante agradable, realmente con niños es imposible no pasarla bien. Jamie ha quedado demasiado contento por esta noche y sus amigos también, incluso han dicho que harían una cada mes.
Entro a darme una ducha, he quedado de ir a comer con Pau, dijo que tendría un invitado y que por favor llevará a Jamie conmigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Terminamos de estar arreglados Jamie y yo, como ya saben, me encanta que nos arreglemos iguales.
Llegamos al restauran y sonrió al ver a Pau ya en una mesa, nos acercamos y Jamie la abraza felíz.
- Mi acompañante fue al baño. - Dice Pau.
- Tengo curiosidad. - Digo riendo.
- Lo conoces muy bien cariño. - Responde sonriendo.
- ¡Stephen! - Grita Jamie a mis espaldas y se echa a correr.
- ¿Stephen es tú acompañante? - Pregunto nerviosa.
- No me gusta para nada que estén distanciados, lo de ustedes dos es una amistad o un amor muy bonito. Tuvieron una conexión hermosa desde el momento en el que se conocieron. ¿Pensaste que los dejaría estar así de distanciados?
- Stephen - Digo volteando a verlo.
- Jenny. - Me regala una sonrisa y se acerca a darme un abrazo.
Le correspondo el abrazo a Stephen, su abrazo me da mucha tranquilidad. Unas lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas mientras Stephen acaricia mi cabello.
- No voy a dejarte sola, tú dime cuantos abogados quieres Jenny y mañana mismo los tendre trabajando para que ganemos está demanda.
- Muchas gracias Stephen. No soy una princesa pero siempre me rescatas. - Digo separandome un poco para verlo a los ojos.
- Yo no soy el príncipe correspondido pero siempre te voy a dar mi amor incondicional. Siempre voy a estar para ayudarte con cualquier situación.
Asiento aún con lágrimas en los ojos y Stephen me da un beso en la frente, me vuelve a abrazar y yo sonrío abrazada a el.