- ¿Qué estás tramando? - Pregunto pegando mi frente a el pecho de James.
Puedo escuchar su corazón latir, su pulso esta demasiado acelerado, su respiración lo acompaña y el temblor en sus manos me confirma que no soy la única nerviosa en este momento.
- Me moria de ganas, quería besarte.
- Solo estás confundido. - Digo haciéndome para atras y poder ver sus ojos.
- ¿Confundido? Te he extrañado durante años, te busqué, te encontré pero supuse que estabas siendo feliz y no quise entrar en tu vida. Me resigne y un día llegas a mi trabajo acompañada de Jamie ¡Mí hijo! - Dice esto último con un tono de voz alto.
- ¿Y qué esperabas James? ¿Querías que fueramos la familia felíz? - Pregunto un poco molesta.
- ¿Y por qué no? ¿Qué tiene de malo?
- No es que tenga algo malo, simplemente me dejaste ir. Dejaste ir todo lo que yo sentí por ti James, intente estar contigo mil veces antes de que Jamie llegará a nuestra vida y piensas que porque Jamie es nuestro hijo debemos estar juntos. Estas mal James.
- ¡Jenny! Entiende que te amo, yo sé y estoy consciente de que fui muy idiota contigo, no te valore pero quiero intentarlo.
- Lo siento James, hay que aprender a cargar con las consecuencias de nuestros actos.
James no lo duda y me abraza, puedo escuchar como llora, me aprieta un poco contra el y decido responder a su abrazo.
- Yo sé y estoy consciente de que esto duele, duele ver que la persona a la que amas no te ama igual, duele ver que esa persona no esta dispuesta a entregar todo como tú. Y lo sé porque yo ya lo viví contigo.
- Por favor, perdóname.
Cierro los ojos y siento como algunas lágrimas corren por mis mejillas, me duele verlo de esta manera, lo amo pero no puedo estar disponible para el cada vez que quiera, no puede controlar todo.
El sonido de el timbre de la casa nos hace separarnos, James se limpia las lagrimas y yo hago lo mismo, camino para abrir la puerta mientras James se queda detras de las escaleras tranquilizandose.
- Te extrañaba mucho. - Dice Stephen en cuanto abro la puerta.
- Stephen ¿Qué haces aquí? - Pregunto nerviosa.
Stephen me besa sin pensarlo y cierra la puerta detras de el, yo trato de separarme pero Stephen me lo impide poniendo un agarre con su brazo alrededor de mi cintura.
La tos falsa de James hace que Stephen entré en razón y decida separarse, tomo un poco de aire para asimilar el momento que se acaba de hacer.
- ¿Es por Stephen por lo que no quieres que estemos juntos? - Pregunta James dolido.
- ¿Qué? Por supuesto que no James, Stephen no es el motivo.
- ¿Qué hace James aquí y tu vestida así? - Pregunta Stephen serio.
- Vine a ver a Jamie y me estoy quedando aquí. - Responde James serio.
- ¿No existen los hoteles? Te puedo recomendar sí no conoces. - Responde Stephen con sarcasmo.
- Estaba en un hotel pero Jenny y Jamie me fueron a buscar para que me viniese a quedar aquí.
Stephen me voltea a ver, puedo ver seriedad en su mirada.
- Todo esto tiene una explicación, ambos estan mal interpretando todo. - Digo nerviosa.
- Oh genial, explicanos. ¿uno en el día y el otro en la noche? O uno por país - Dice Stephen enojado.
- A ver Stephen, ni siquiera tienes derecho a enojarte. Yo sé que me has ayudado demasiado pero tu y yo no tenemos una relación, solo tenemos sexo. Tu te has acostado con otras mujeres y no me he quejado y no lo hago porque no somos nada. - Respondo molesta.
- Tienes razón, voy a irme y hablaremos luego. - Dice fastidiado Stephen.
- Por cierto Stephen ¿Qué tal saben mis babas? Besaste a Jenny y justo antes nos habiamos besado. - Dice James con burla.
- ¡James! - Digo molesta.
- ¿Qué dijiste? - Stephen se regresa dispuesto a golpear a James.
- ¡Hey no! Relajense los dos por favor. Se estan comportando como niños. - Digo poniendome en medio de ambos.
- Stephen por favor, ya te ibas y hablaremos después.
Stephen asiente y sale de la casa, puedo escuchar las llantas de su carro y cierro los ojos.
¿Por qué todo siempre sale mal? Sé que a veces soy muy tonta para las cosas pero es que controlar a este par de tontos es muy complicado.
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Siempre Fuimos tu y yo. (COMPLETA)
Storie d'amore¿Cómo sabes que es el amor de tu vida? ¿Cómo puedes estar segura de que no te harán daño? ¿Cómo sabes que te estas entregando a la persona correcta? Son preguntas que no tienen respuesta, pero bien se sabe que el que no arriesga no gana. Y aunque e...