¿Cómo sabes que es el amor de tu vida? ¿Cómo puedes estar segura de que no te harán daño? ¿Cómo sabes que te estas entregando a la persona correcta? Son preguntas que no tienen respuesta, pero bien se sabe que el que no arriesga no gana. Y aunque e...
Después de una larga conversación con James, lo observo, puedo notar un poco de confusión en su rostro y es normal. Le he contado todo lo que ha pasado desde la noche en la que lo deje en mi antiguo hogar.
- Pero entonces ¿solo es sexo casual con Stephen? - Pregunta por decima vez.
- James, ya te dije como diez veces que solo es sexo casual, lo quiero mucho pero no somos pareja.
- ¿Y sí te pide que fueran pareja? ¿aceptarias?
- No lo sé, probablemente sí, no perdería nada. Seamos sinceros y Stephen es un hombre completo, no se ha casado porque no quiere, pero es un gran hombre.
- ¿Y sí yo te pido que seas mí pareja? - La sonrisa en su rostro me causa un poco de risa.
- Pues ahí las cosas cambian, tu en algún momento ya me hiciste mucho daño. Para que tu y yo llegaramos a tener algo, tendrías que conquistarme desde cero y hacerme confiar en ti.
La sonrisa de James se borra por completo, me observa serio y está vez le sonrio yo.
El sonido de mí celular me hace apartar mi mirada de James, veo que es una llamada de Stephen y suspiro antes de contestar.
- Hola Stephen - Respondo.
- Hola Jenny, al parecer me encuentro más tranquilo ¿está bien si vamos a cenar? Me gustaría aclarar todo lo que paso hoy.
James me hace ademanes y termina poniendo la llamada en altavoz.
- De acuerdo, dejaré a Jamie con James e ire a cenar contigo para que hablemos de lo sucedido.
- Está bien, paso por ti en dos horas.
Cuelgo la llamada y James me observa serio, ruedo los ojos ante su actitud y me pongo de pie para ir a arreglarme. James no dice nada y solo me observa irme.
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Ya lista salgo de mí habitación, al bajar las escaleras escucho la voz de Jamie y la de James en la sala, al parecer estan jugando videojuegos.
- Ya me voy mí amor.
- Te amo mucho. - Dice Jamie y se pone de pie para darme un abrazo y un beso.
- Regreso temprano he, solo serán unas horas.
- Mas te vale o encontrarás la casa cerrada y no habrá por donde entres. - Dice James.
- Que inmaduro. - Digo rodando los ojos.
El timbre de la casa suena y James va a abrir, volteo y veo a Stephen de pie, James lo observa y le regala una sonrisa para entrar a la casa de nuevo.
- ¡Stephen! - Grita Jamie cuando lo ve y corre a abrazarlo.
- ¿Como estás peque? Ya te extrañaba. - Dice Stephen y lo abraza más. Veo a James que los observa con el ceño fruncido.
- Jamie, hijo ¿alguna vez escuchaste hablar de la sarna? - Pregunta James.
- James - Digo advirtiendo.
- Solo jugaba - Responde y se sienta a seguir jugando
- Bueno, será mejor irnos. - Digo incomoda y Stephen asiente.
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Llegamos al restauran, el lugar se ve bonito y casual. Llegamos hasta nuestra mesa, el ambiente se siente bastante tranquilo y agradable.
- ¿Hablaste con James? - Pregunta directamente en lo que el mesero viene.
- Sí, le expliqué todo lo que ha pasado desde que me vine a Argentina.
- Supongo que le explicaste que tu y yo no tenemos una relación.
- Así es, le dije que solo es sexo casual.
- Lo que mas bien yo quiero saber es ¿Qué pasa con James? ¿Qué sientes todavía por el?
- Bueno, es un poco complicado. James es el padre de mí hijo, es el primer hombre al que he amado como pareja, siento que siempre lo voy a querer mucho independientemente de lo que pase entre nosotros, sí estamos juntos o no.
- O sea que no estás cerrada a estar con el.
- Por supuesto que no, pero como se lo dije a James. El tendría que conquistarme y hacerme confiar de verdad en el, como si nos estuviésemos conociendo apenas.
- Entiendo. Solo eso quería aclarar, también te queria pedir una disculpa por mi reacción en tu casa. Yo sé que no fue la indicada y que claramente no tengo derecho a reaccionar de esa manera.
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Llegamos a mi casa, observo la hora en mi celular y pasa de media noche. Suelto un suspiro y me despido de Stephen. Entro a mi casa y ya las luces están apagadas por completo, trato de caminar despacio para no hacer mucho ruido.
Subo las escaleras tomandome de la pared, la verdad no me quiero caer. Al terminar de subir trato de ubicar mi habitación y lo logró por la poca luz que hay de la luna.
Suelto un pequeño grito al sentir un cuerpo pegarse a mis espaldas, unas manos pasan por mi cintura y una cabeza se posiciona a la altura de mí oido.
- Por favor dime que no tuvieron sexo. - Escucho la voz de James.
- ¿Qué estás haciendo ahora?
- Solo dime que no hubo contacto físico.
- No lo hubo James, solo salimos para hablar.
- ¿Y por qué llegaste tarde?
- Nos entretuvimos hablando del trabajo, nada más.
Puedo sentir los labios de James en mi nuca, inmediatamente un escalofrío recorre todo mi cuerpo, mi piel se eriza y me permito cerrar los ojos para disfrutar de su tacto.
No cabe duda de que James es mi debilidad, tan solo basta con que me toque para hacerme caer.
