~Imaginas y Reacciones. Kpop 2~

Bobby (iKON)

Toqueteé la puerta con un temblor en las manos, no entendía siquiera porque estaba llamando cuando a veces ella misma entraba a mi casa sin avisar ni nada. Hubo una vez en que incluso entró a mi habitación cuando yo dormía, según por tener "derechos de hermana mayor".

La puerta entonces fue abierta por su esposo, bastante sonriente pero con los ojos cansados. Secuelas en un padre primerizo.

-Sabía que eras tú -dijo sin borrar su sonrisa y se hizo a un lado para dejarme pasar-. Tu hermana decía que seguramente seguías durmiendo.

Rió mientras yo me quitaba los zapatos diciendo de antemano lo que le haría y diría a mi hermana al verla.

-Yo no, pero cuando llamé a tu hermano contestó Yunhyeong diciendo que ni siquiera recordaba tener que venir hoy -aseguré haciendo que soltara una pequeña carcajada.

-Sí, ese es mi hermano.

Juntos caminamos por el pasillo que daba a la sala donde se encontraba mi hermana de pie en el medio de la habitación entre nuestra madre y la madre de los Kim, siendo el bebé el objeto de las endulzadas miradas de ambas señoras.

Era una cosita tierna desde donde estaba de pie.

-Hola -saludé en una voz en extremo baja sintiendo que si la alzaba tan solo un poco la criatura se pondría a llorar.

- ¿No vendrás a ver a tu sobrino? -pregunta con un pequeño tono de broma sonriendo en mi dirección.

Sin decir nada caminé con pasos muy cortos hasta donde estaba ella quedándome a una distancia lo suficientemente prudente para que el bebé no se pusiera a llorar al verme.

Escuché la risa tanto de mi madre como de mi hermana preguntando el motivo de actuar así si siempre he sido un amor con los bebés. Claro que nunca había un bebé que fuera tan cercano a mí en la familia, y cuando veía uno solo lo cargaba un rato y luego lo regresaba a su madre. Ahora yo soy la tía.

-Sostenlo -dijo la reciente madre acercándose a mí haciendo que yo retrocediera-. Vamos, no tengas miedo.

-Se me va a caer -aseguré mirando su pacifico rostro pequeñito mirando hacia el rostro de su madre.

Pero al igual que yo mi hermana siempre ha sido terca por los que, sin dejar que me alejara de nuevo, hizo que obligada extendiera mis brazos para recibir el diminuto cuerpo de mi sobrino. Dios, suena mucho más real cuando lo pienso. Mi sobrino.

No hubo necesidad de que me dijeran cómo hacerlo, no era ni de cerca la primera vez que tenía a un bebé en mis brazos, pero mi madre y la suegra de mi hermana seguían burlándose un poco de mi leve temblor al cargarlo.

- ¿Vas a llorar? -preguntó de repente mi hermana y yo negué mordiendo mi labio, se acercó a mi espalda abrazándome con una pequeña risa.

-Es muy pequeño -susurré viendo como los pequeños ojos de la bebé se abrían con somnolencia para dirigir la mirada hacia mí causando que los mios se cristalizaran.

-Qué casualidad, eso suelen decirle las chicas a Jinhwan hyung.

No tuve que girar para reconocer la voz de Bobby entrando en la sala de estar, aunque toda mi atención estaba puesta únicamente sobre el bebé. ¿Cómo reaccionaría Bobby cargándolo?

- ¿Quieres cargarlo? -pregunto girando para ver cómo se paralizaba, es seguro que ni siquiera supiera que estaba conmigo-. ¿Qué? ¿Te asustaste?

-Claro que no -aseguró sin cambiar ni un poco la expresión de shock.

Los demás sonaban muy entretenidos con nuestra pequeña discusión, y aunque sé que es muy probable que esté experimentando todo lo que yo hace unos segundos, es demasiado divertido burlarme de él.

-Hijo, ven, acércate -dijo su madre tomando su brazo para jalarlo hacia mí -. Deja tus nervios.

Vi como tanto mi hermana y su esposo, como mi madre tomaban asiento en el sofá mirando entretenidos la situación. Es probable que yo hiciera lo mismo.

-Mira sus pies -murmuró sujetando con demasiada delicadeza uno de sus piecitos con solo dos de sus dedos.

No pude evitar sonreír levemente al verlo observarlo por completo embelesado. Quería burlarme tanto pero por algún motivo las palabras no salían de mi boca, era una faceta tan desconocida de Bobby que en lugar de reírme me daba ternura.

Por pedido de su madre me senté con cuidado en el suelo aún teniéndolo en mis brazos y ella misma impulsó a su hijo hacia abajo para dejarlo a mi lado y luego ella irse a sentar junto al resto.

- ¿Vas a tomarlo? -pregunté con seguridad usando la voz más pacífica y calmada con que alguna vez le he hablado a él.

- ¿Y si se me cae? -regresó la pregunta usando con exactitud el mismo tono pero mirándome aterrado, cosa que inconsciente me hizo reír.

Después de llamarlo tonto hice que extendiera los brazos para dejar con suavidad el pequeño cuerpo entre estos viendo como se ponía demasiado tenso mirándolo como si ya se estuviera disculpando.

No puedo juzgarlo, yo en cambio me había puesto a temblar.

[...]

Omniscient Narrator

El nuevo matrimonio miraba asombrados a sus hermanos sentados en el suelo frente a ellos hablando entre ellos en voz baja mientras Bobby aún cargaba a su bebé entre sus brazos. No sabían si reír por lo graciosos que se veían admirando tan impresionados a un bebé recién nacido, o quedarse callados disfrutando del momento siendo tal vez la primera vez que los veían a ambos, no solo tan cerca, si no que era el tiempo más largo que habían estado juntos sin discutir por cualquier cosa.

-No va a caerse si no te mueves, tonto -le dijo regresando las cosas un poco a la normalidad.

-Pero no parece estar feliz, tonta -reclamó en un tono bajo viendo como el pequeño arrugaba su nariz y movía sus brazos.

-Es porque eres feo, tonto.

Las nuevas abuelas no pudieron evitar reírse al escucharlos teniendo esa pequeña discusión.

-Claro que no, soy el tío más hermoso que tiene -asegura con un claro orgullo mientras se lo pasaba a la chica pues ella parecía gustarle más que él.

-Eres el único tío que tiene -dice riendo en burla contagiándole la sonrisa a su sobrino-. ¿Verdad que tu tío Bobby es muy feo, bebé? Yo soy tu tía favorita.

-Yo lo soy -reclamó creando una disputa más que todo infantil.

La pareja casada estaban muy sonrientes observando a sus respectivos hermanos, ambos sabían lo que el otro pensaba, pensamiento que compartían a la perfección: Esos dos terminarían juntos algún día aunque lo negaran a toda costa.