Capítulo 22 y 23

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— ¿Crees que Halston ha dejado todos los rencores conmigo. —Él asiente levemente. — James, Halston jamás cambiará, seguirá jodiéndome la vida cuando tenga ganas y sé le plazca ¿has notado como nos ha mirado?
— Sí, lo he notado. —Afirmo él. — no estés preocupada mi amor, si se llega acercar a alguno de los dos, tendremos que ponernos alerta.
— ¿Por qué no antes? No podemos estar como si nada con ella en esta universidad. —ahora suspiró cansado y me miró, él sabía que yo tenía razón.
— Esta bien, estemos alerta. —le sonreí de lado y lo besé cortamente. Sentí una mirada sobre mí y me giré a ver de quien se trataba, era Karen. Le sonreí y me acerque a besar a James, ahora, con más pasión que otras veces, demostrándole, que James, era mío.

Mi teléfono había sonado, me separé un poco de James y lo conteste, era Jenny. Yo me había quedado sin saldo y le había mandado un mensaje para que me llamara, que era urgente.

— ¿Qué es lo que pasa, guapa?
— Halston está aquí. —solté de golpe.
— ¿Me estás jodiendo? —pregunto impresionada.
— Claro que no ¿acaso no has visto que ella falta allá?
— Es que ella no va en esta universidad ______.
— ¿Cómo que no va allí?
— Que no va acá, sé salió apenas comenzó el año, según había escuchado se había ido a estudiar en España, pero no sé nada más.
— Pues no se ha ido a España, si no, ha venido para acá. —murmure. James me abrazo por la espalda y puso su boca en mi cuello, solté una pequeña risa.
— ¿Qué pasa? ¿De qué te ríes?
— De nada. —trate de sonar seria, apartando a James de mí. — me tengo que ir Jennny, hablamos luego.
— Claro, Liam está latoso, también tengo que colgar. —bufé, hace días que Liam estaba igual. Me despedí de ella y me dirigí a James, quien me miraba sonriente.
— Ni hablar por teléfono me dejas. —rió y me atrajo hacía él, justo cuando nuestros labios se iban a tocar, la campana que avisaba que la clase comenzaba sonó — ups. —dije inocentemente, está clase no la compartía con él, desafortunadamente. Me escabullí de sus brazos y comencé a correr a Literatura, el profesor era demasiado puntual y si no llegaba a tiempo me quedaría fuera de clases.

No iba mirando por donde corría. Y choque con alguien, por suerte, ambos pudimos mantener el equilibrio.

— ¿Qué no ves por dónde vas, *beep*? —levante mi cabeza al escuchar su voz, deja vù.
— Lo lamento, voy apurada. —la esquive y seguí caminando, no tenía ganas de discutir con ella, ni ahora ni nunca.
— ¡______! —la voz de mi amigo sonó a mis espaldas, le sonreí cuando llegó a mi lado. — me tienes abandonado. —dijo ofendido. — ¿no te acuerdas de tu mejor amigo de Nueva York?
— Claro que sí, lo lamento, es que tengo muchas cosas en la cabeza.
— Oh, no jovencita, no me vengas con cuentos baratos; es por tu novio que me tienes así. —sonreí sin esconderlo, tenía razón.
— Bueno, perdón. Además, también me tenias abandonada tu, no lo niegues.
— Adam no es hombre de una sola dama. ¿No has visto la rubia candente que ha llegado? —lo miré severamente, él me miro extrañado. — ¿Por qué me miras así?
— ¿No hablarás de Halston, cierto?
— ¿Halston se llama? wow, hasta el nombre está... —lo interrumpí mirándolo seriamente. — ¿me he perdido de algo?
— ¿No te acuerdas del nombre de mí más grande "enemiga"? —me miró pensativo y luego abrió los ojos de par en par.
— ¡No me jodas! —gritó levemente. — ¡¿Ella es?!
— Si, Adam, ella es. —dije cansada.
— Vale, ella, fuera de mi lista, inmediatamente. —le sonreí levemente. — ¿qué hace acá? —me preguntó.
— ¿Qué hace acá? No lo sé, simplemente no lo sé.
— Aunque no lo entiendo, no sé que tanto problemas tenias en la prepa, ambas están para comerse, sin excepción. —nuevamente lo miré seria, él rió con ganas y entro seguido de mí al salón.
— ¿Estás de idiota? Porque sí es así, paso de tus bromitas, estoy cansada.
— Vale, vale, dejo la broma. Pero lo último, no tienes nada que envidiarle. —me guiño el ojo derecho y se sentó a mi lado, rodee los ojos a su vez, hombres.
Golpee nuevamente el brazo de Adam, el muy idiota seguía embobado mirando a la perra esa.
—Me dejaras un moretón, basta de pegarme. —me susurro.
— ¡Pues deja de mirarla!
— Por Dios ______, solo la estoy mirando, soy hombre.
— ¿Hombre? —él me mira serio, rió levemente. — está bien que lo seas, pero por lo menos mírala cuando yo no esté aquí.
— Caray ______, está bien, pero no prometo nada. —lo miró últimamente y miro al pizarrón, está bien, con eso me conformaba.
Tome los cuadernos y el bolso y salí del salón cuando ya todos se habían ido, estaba distraída y no había copiado algunas cosas que el profesor había escrito.
— ¿Qué pequeño es el mundo, no? —reconocí su voz al instante y me giré, estaba allí, apoyada al lado de la puerta, el pasillo estaba vacío, solo estábamos ella y yo.

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⏰ Última actualización: May 16, 2019 ⏰

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Patito Feo. (James Maslow & Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora