Patito Feo. (James Maslow & Tn)

capítulo 21

— ¡La venganza se ha ido a la mierda! —gritó furioso, yo lo mire atónita ¿me estaba gritando?
— ¡Liam! —lo regaño Jenny parándose de donde estaba. — ¿Por qué le gritas?
— ¡Porque ha caído! ¡De nuevo ha caído en las garras de ese estúpido!
— ¡No lo ofendas! —lo defiendo y me llevó una mano a la boca, lo he defendido y Liam me mira furioso.
— ¿Lo ves? —le pregunta a Jenny.— ¡lo ha defendido!
— Yo... lo lamento Liam, pero, he sido una *beep*, he caído de nuevo ante él, pero, podemos hacer mejor la venganza, podemos...
— No. —me interrumpió.— no podemos ya _____, te has vuelto a enamorar, son novios. Le has dicho que lo amas y ahora nos dices que te sientes observada.
— Lo sé Liam, pero... —balbuceo sin saber que decir. — deja que piense un poco, algo se me ocurrirá, lo puedo hacer sufrir. —trate de sonreír pero me salió una simple mueca. — Puedo, hacer como si un día no pasa nada y luego comportarme como una chica bipolar, lo haré sufrir de alguna forma ¿no? —miré a Jenny, ella me miraba algo, triste, sabía que estaba haciendo el ridículo.
— Será mejor que dejes todo el jueguito, que vivas tranquila y disfrutes lo que puedas con James, porque si dices que Halston está aquí, no ha venido para nada bueno.
— Eso lo sé.
— Quizá ella haya vuelto para una venganza. —musito Liam riendo, yo sólo sonreí de lado y me senté en la cama para mirar por la ventana, quizá tenía razón y Halston ha vuelto para una venganza y no contra mí, no contra James, si no, contra ambos.

[...]

— Te extrañe. —me susurro James en el oído luego de abrazarme por detrás. Cerré mi casillero y me di vuelta para mirarlo y besar levemente sus labios.
— También yo. Pero luego podremos demostrarnos cuanto nos extrañamos, he llegado algo tarde y no quiero llegar a matemáticas atrasada de nuevo.
— Eres una aguafiestas. —me dice con un puchero, yo solo le acaricio la mejilla y comienzo a caminar, seguida por él y con la mirada de todos sobre mí. ¡Pues claro! Muchos de los chicos de allí querían algo de mí y yo no sé los había dado, era impresionante verme con algún hombre dentro del campus y más fuera de él, ya que muchos me decían la "virgen" dado a que mi único amigo era Adam y en los dos años no había tenido relación con ninguno de los patanes de la universidad. Lo sé, un apodo *beep* igual que todos los de allí. — me siento observado. —me dice y yo miro a mi alrededor.
— Pues pensé que tendrías que estar acostumbrado ¿no era yo la que me incomodaba?
— Hace tiempo que no vivo esto, en la otra universidad apenas me miraban.
— No te creo. —reí divertida.
— Créeme, no estaba tan guapo como ahora, estaba delgado y feo. Bueno, eso fue luego de mi accidente en moto. —cerré los ojos al recordar que una vez me había dicho sobre su accidente, lamentaba no haber estado allí cuando ocurrió y más haber yo sido la causa (por lo que él me había dicho)
— ¿No tuviste ninguna novia?
— Bueno... —yo lo mire con los ojos entrecerrados, el soltó una sonora carcajada y me abrazo por la cintura. — ¿crees que podría tener alguna pensando cada segundo en ti? _______ permaneciste en mis pensamientos cada minuto de estos largos dos años. Jamás pude pensar en otra mujer. ¿Y tú? ¿Tuviste alguno?
— No, por eso todos nos miran, jamás le di un chance a ninguno de estos chicos. Desde lo que paso entre nosotros pensaba que los hombres eran unos estúpidos, imbéciles y claro... una mierda. —dije al último, él me miro ofendido. Y yo solo negué con la cabeza entrando al salón y sentándome en los últimos bancos.
— No puedo contradecirte. —me dijo luego de sentarse a mi lado. Yo saque mi libro y lo puse sobre la mesa, esperando a que el profesor pasara.
— Buen día jóvenes. —saludo el maestro al pasar, dio una rápida mirada al salón y miro a la puerta. — Hoy, tenemos una nueva alumna, espero que la reciban bien, sé que no debo decírselos ya que esto es una universidad, pase por favor, señorita Halston Sage.
— ¿Qué? —pregunté más que impresionada, miré a James, el cual estaba exactamente igual que yo.

No podía creerlo, la pesadilla que había terminado hace dos años, volvía a comenzar y sabía que ahora sería mucho peor.

— ¡Esto no debe ser cierto! —le grité a James ya en el descanso, él solo miraba a un punto fijo, seriamente. Por lo que pude ver estaba igual que yo de sorprendida, la universidad no admitía chicos en esta temporada, sólo si eran casos especiales. Algo más que me había sorprendido de que ella estuviera acá.
— Estoy igual que tu, princesa. Muy sorprendido. —ahora si me miraba, me acerque a él y quede entre sus piernas.
— ¿Cuando nos dejará tranquilos? —enterré mi cabeza en su cuello y él me abrazo fuertemente. Suspiro pesadamente.
— Quizá no viene a jodernos la vida ______, quizá se ha cansado. —me separo de él con una risa irónica.