Infidelidad, Amor O Sexo?

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Durante mucho tiempo fantasee con tener sexo con otro hombre, pero no sólo eso, mis fantasías comenzaron a extenderse y yo imaginaba nuevas situaciones, sexo con algún desconocido, sexo con una chica, sexo con varios hombres al mismo tiempo, sexo con el mejor amigo de mi novio etc. Mis fantasías se volvían cada vez más y más frecuentes, pero entonces no estaba segura de cumplirlas algún día, pues nisiquiera me atrevía a tener sexo con otro hombre.
Hasta que un día conocí a alguien, era un chico divertido y lindo, fue amor a primera vista, por parte de ambos, desde el momento en que nos vimos ambos quedamos flechados, fue en un viaje a la playa, íbamos en el mismo grupo de personas, fue un viaje encantador en el que nos pasamos los días coqueteando y hablando aunque solo por momentos pues yo iba con mi familia pero también con mi novio.
El romance comenzó una semana después de volver yo termine con mi novio y entonces pude ser su chica, pero no duró mucho tiempo pues mi familia no estaba de acuerdo y me presionaron para que terminara con él, lo hice, pero aún así de vez en cuando nos seguíamos viendo, yo volví con mi novio para entonces ya tenía yo como 17 años, después dejé de verlo un tiempo.
Pasaron aproximadamente 2 años y volví a encontrarmelo pues dos de mis amigas vivían frente a su casa y al ir yo a visitarlas lo encontré.
Comenzamos de nuevo un romance pero esta vez en secreto, nos encontrábamos todos los viernes en su casa, bueno fuera de su casa platicabamos, nos besabamos, yo estaba muy enamorada.
Sin embargo sabía que no podría estar con él y para entonces yo ya estaba comprometida con mi novio, estábamos cerca de casarnos cuando un día tuvimos una fiesta en casa, la fiesta era de mi prima que a su vez también era prima de él, ese día por la tarde mi novio no estaba en la ciudad y mi familia estaba en lo suyo, yo estaba en la fiesta con él, pero resultó que había olvidado algo en su casa y me dijo que si podía acompañarlo, claro que le dije que si, quería besarlo y ahí no podía, salimos de la fiesta y nos dirigimos a su casa, al llegar nos dimos cuenta que no había nadie y sin pensarlo comenzamos a besarnos, el comenzá a acariciarme, metiendo su mano en mi blusa acariciando primero mi abdomen y después subiendo sus manos lentamente hasta llegas a mis pechos, para entonces yo ya estaba bien desarrollada, tenía pechos grandes, me los acariciaba bajo la blusa y después bajó sus manos a mi cintura y de ahí lentamente las llevó a mi trasero, eso me exitaba mucho, para ese momento yo ya moría de ganas de sentirlo, de que estuviera dentro de mi, de sentirme suya; comenzó entonces a desabotonar mi pantalón, después me volteo, le di la espalda y entonces bajo mi pantalón y mis bragas, me inclino en un sillón que estaba frente a nosotros y comenzó a penetrarme, podía sentir como entraba y salía de mi, sus manos me tomaban de la cadera y me llevaban una y otra vez hacia él, se sentía tan bien, y no solo el sexo, sino también el sentirme suya cuando yo lo amaba tanto, también me exitaba saber que era algo prohibido pues yo estaba comprometida con otro, en ese momento por mi mente pasaban tantas cosas, pero al mismo tiempo podía disfrutarlo, en cada estocada, cada vez que entraba y salía, por momentos con más fuerza y en otros con más ternura.
De repente alguien tocó la puerta e inmediatamente nos separamos y nos subíamos el pantalón, no era nada importante pues al abrir ya no había nadie, pero después de eso decidimos regresar a la fiesta; pasamos una noche increíble juntos, de esas que se recuerdan toda la vida, bailamos, reímos y nos despedimos; después de ello no volví a verlo por algún tiempo, sin embargo su recuerdo seguía conmigo, la sensación de tenerlo y de sentirme suya me acompañaba.
No fue la última vez que estuve con él, a sólo dos días de casarme volví a su casa a buscarlo, estaban solo el y su hermano con quien también me llevaba muy bien, estuve ahí platicando con ellos, después él se metió a bañar y yo entre a tallar le la espalda, desde luego ahí adentro no hicimos nada pero nunca borre de mi mente la imagen de su cuerpo desnudo, su espalda, su trasero firme, suave, su piel tersa, en fin; después de que salió de bañarse me pidió que lo acompañará a la azotea a tender su ropa y yo claro lo acompañe, ya estando ahí, me abrazo, me recargo en una pared y me beso, un beso de esos que aún sin tocarte ya te sientes exitado, nos seguimos besando y sus manos comenzaron a juguetear en mi cuerpo de nuevo, me tocaba con deseo y eso podía sentirlo, dejó al descubierto uno de mis pechos y comenzó a chuparlo y a juguetear con su lengua en mi pezon, mientras tanto su mano acariciaba mi vagina, y mis manos lo tomaban del cabello y aprestaban como pidiéndole que por favor me hiciera suya de nuevo y así fue, de nuevo me volteo me bajo en pantalón, la ropa interior, me empino y me penetro, ahí donde cualquier persona podía vernos, el entraba y salía de mi a su voluntad y yo yo solo disfrutaba, cuando por fin termino, nos vestimos y bajamos nuevamente, aquel día nos dijimos adiós, no volvimos a vernos en mucho tiempo, no sin antes prometer que no nos olvidaríamos y así es, yo aún lo recuerdo con una sonrisa en mis labios, con mucho cariño pero me di cuenta que no fue amor, solo una muy bella ilusión.

Confesiones de una chica cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora