En Que Me Estaba Convirtiendo?

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Después de lo que pasó con mi amigo, el sentimiento de culpa por engañar a mi esposo había desaparecido casi por completo, no sé si era porque justificaba mis acciones con pretextos como el amor pero ya no me sentía culpable.
Ahora sentía que era más fácil encontrarme a alguien más, tener sexo era importante para mi, la realidad es que yo ya no estaba enamorada y sentía que un día tendría sexo con alguien y quizá descubriría el verdadero amor.
En ese tiempo me reencontré con un antiguo novio, aquel chico que me toco por primera vez, él también se había casado y a diferencia de mi el tenia hijos, sin embargo comenzamos a mensajearnos, y acordamos vernos según yo para platicar y recordar viejos tiempos; aquel día me arregle, me puse mi mejor ropa, me arregle el cabello, me maquilló de forma ligera y me dirigí al punto de encuentro, él llegó primero, ya estaba ahí cuando llegue yo, lo vi, me vio y sonreímos, nos saludamos con un beso en la mejilla, el me preguntó como estaba y me dijo que me veía muy bella, después pregunto - no vamos? - a lo que yo accedí, detuvo un taxi, le dio indicaciones y después me abrió la puerta para que yo subiera, yo no sabia exactamente a donde íbamos y aun así me subí, llegamos rápidamente a un motel cercano, él me dijo que ahí podríamos hablar tranquilamente, llegamos a la habitación, era muy linda por cierto, y ya estando ahí comenzó a besarme, me llevó sobre la cama, me recostó y siguió besando e, la verdad es que sus besos sabían bastante bien, sus manos eran tan suaves, sus caricias eran firmes pero al mismo tiempo tiernas; comenzamos a desnudarnos poco a poco, entre caricias y besos, no solo sus manos eran suaves, su piel lo era, su espalda y pecho, era muy diferente a lo que había sentido antes, se sentía tan bien que no dude ni por un segundo entregarme por completo, fue un momento lleno de ternura, deseo, pasión, al quedar totalmente desnudos y acomodarnos en la cama, yo recorrí su pecho con mis labios, después su abdomen hasta llegar a su miembro, sin dudarlo comencé a hacerle sexo oral, comencé lamiendo, y después lo introduje en mi boca, llevándolo hasta mi garganta, después baje aun más, lamiendo sus testículos y un poco más abajo, el hacia unos ruidos extraños pero exitantes, se notaba que lo estaba disfrutando al igual que yo, después subí de nuevo hasta llegar de nuevo a sus labios, su manera de besarme, de jugar con mis pechos, de acariciar mi trasero me volvía loca, después abrió mis pierna y comenzó a penetrarme, yo estaba tan húmeda ya que no le costó nada entrar en mi, esa mezcla de ternura y pasión que el tenia no la había encontrado en nadie y nunca lo hice después, al terminar, descansamos un momento y yo me pare para bañarme, en el baño mientras me tallaba él cuerpo sentí una caricia y era él que quería más, lo hicimos nuevamente en el baño, miestra el agua nos mojaba a ambos, fue tan sensual, y al salir lo repetimos, fueron 3 veces en total fue uno de los mejores encuentros sexual es de toda mi vida.
Al terminar comenzamos a platicar, de su vida, de la mía, de como ambos nos quedamos con ganas años atrás, de lo que él sentía por mi y yo por él, hablamos sin restricciones de nada y la conexión que sentimos fue increíble, sin embargo teníamos que volver a las realidad, él con su esposa y yo con él mío, salimos de aquel motel, me llevó a mi casa dejando a dos cuadras de distancia, en el lugar aquel en el que nos encontramos cuando fuimos novios y nos despedimos.
No se si en en verdad el sintió lo mismo que yo pero me enteré que lo habló con un amigo y que le dijo - ella, que te puedo decir, ella es una mujer en toda la extensión de la palabra- quiero pensar que eso significaba que si había sentido la misma conexión que yo, sin embargo preferí no volverlo a ver, pues no sabía que buscaba el en realidad y además el no era para nada lo que yo buscaba para mi.
Por ello preferí quedarme con el mejor recuerdo de aquel maravilloso encuentro.
En ese mismo tiempo había un chico amigo mío que constantemente me insinuaba las ganas que tenía de acostarse conmigo, un día jugando le dije que el día que tuviera para el taxi y el motel ese día me a costaría con él, pues para mi sorpresa lo consiguió muy pronto, al sentir que no podía echarme para atrás accedí, nos encontramos cerca de casa y nos fuimos al motel, el no era alguien que me desagradara pero tampoco me gustaba mucho, nunca hubiera tenido una relación romántica con él, pero ya estábamos ahí así que no quedaba más que disfrutar aquel encuentro.
Fue muy diferente a mi encuentro anterior pues el era más brusco, más torpe en sus caricias, más desesperado quizá, nos desnudamos muy rápido y no hubo sexo oral, fue directo a la penetracion, no estuvo tan mal pero tampoco estuvo bien, digamos que solo paso y ya, después de ese día no volvimos a hacerlo, y la verdad fue lo mejor pues no me gusto.
Ese era ya el quinto hombre con el que tenia sexo, había probado ya distintas cosas, distintas caricias, distintos sabores y tamaños, distinto ímpetu, y aún no encontraba lo que estaba buscando, me sentía vacía y sola a pesar de todo, aún así estaba dispuesta a seguir buscando y si era necesario a seguir probando distintas camas hasta lograr lo que quería.

Confesiones de una chica cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora