Sin duda alguna jamás me imagine que hubiera tanto fuera de lo que algún día podía imaginar, aquella casa era totalmente increíble, ni en mis sueños mas locos llegue a imaginar lo que había ahí.
Sin embargo después de cada experiencia vivida la intriga por conocer mas era cada vez mas fuerte, todos los días esperaba que alguien me llamara y me llevara de nuevo a aquella casa y así poder vivir una experiencia mas, poder vivir y sentir por mi misma formas diferentes de tener y proporcionar placer.
Un nuevo día había llegado y un hombre me había llamado para que lo acompañara a dicha casa, sin dudarlo acepte y no pregunte mas, él paso por mi y a diferencia de la vez anterior este no era un hombre muy atractivo, por el contrario, era pasado de peso, un poco calvo y se notaba un poco nervioso, aun así mis ganas de volver eran mucho mas fuertes que eso, por lo que no le di importancia a su aspecto y solo imaginaba que nueva aventura me esperaba allí.
Llegamos a aquella casa, yo conocía ya el ritual a la perfección y esperaba el momento de ir a una habitación, por fin llego la hora y nos dirigimos a ella esta vez era la habitación 8- s, al entrar ahí me quede asombrado, había cosas que yo jamas en mi vida había visto, muchos aparatos extraños, parecía mas que una habitación una sala de tortura, pero no quise prejuzgar, quería conocer y disfrutar; una vez ahí, el me pidió que me cambiara de ropa y me dio un traje muy extraño, parecía piel pero no cubría nada solo parecía rodear mis curvas y parte intimas, una vez que lo hice el me miro y sonrió por primera vez en lo que iba de la noche, es como si de repente el fuera alguien mas, como si al cambiarnos de ropa hubiésemos entrado en un mundo totalmente distinto.
Me pidió que me acercara a el y en secreto me dijo, si te sientes muy mal solo di "abeja" esa sera nuestra palabra de seguridad, yo no entendí muy bien a que se refería con eso pero lo tuve en cuenta, me tomo de las muñecas y me volteo dándole la espalda, comenzó a besar mi cuello y de repente me tomo del cabello y me llevo hasta una de esas maquinas en donde me ato de las manos en la parte de arriba y de los pies en la parte de abajo, tenia a un lado algo extraño que no había identificado hasta que lo tomo, era una especie de fuete como el que utilizan para golpear a los caballos y que corran mas fuerte, él dijo - desde ahora eres mi perra y harás todo lo que yo te diga, yo soy tu amo, entendiste?- Al terminar de hablar y antes de que pudiera responder, golpeo uno de mis pechos con el fuete y repitió - entendiste?, desde ahora solo hablaras para responder lo que te pregunte y dirás, si amo, lo que usted quiera y lo harás solo cuando yo te de permiso- - si amo- respondí.
El comenzó a besarme y algunas veces me golpeaba, se acercaba a mi y me penetraba con distintos objetos, me lamia recorriendo todo mi cuerpo, me vendaba los ojos por momentos para que no viera con que me penetraba o para que no me diera cuenta cuando iba a golpearme, después me soltó y amarro a mi cuello un tipo de collar, este tenia una cadena, me hizo ponerme de rodillas y gatear, decía que era su perrita, también me hizo beber agua de un plato que estaba en el suelo, de alguna manera someterme de esa manera le causaba mucho placer, extrañamente a mi también.
Era excitante dejar el completo control a alguien mas, pero ademas de eso había cierto placer en ser humillado sabiendo que no era real, que no era mas que un juego de roles en el que en ese momento yo era la sumisa y el era el amo todo poderoso, me gusto lo que sentía, me gustaba lo que creía que sentía el, quizá el hecho de ver como puede cambiar una persona tan abrupta-mente de personalidad era increíble, de ser un tipo tan tímido pasar a ser alguien tan dominante era irreal, pero eso me gusto, cada golpe, cada pellizco, cada mordida e incluso llego a tomarme del cuello y apretarme, todo eso lo pude disfrutar plenamente y como nunca, entendí que esa combinación de sexo y dolor era tan placentera que ya no me imaginaba el sexo sin un poco de dolor.
aquella noche me cambio por completo, pero ahora quería probar que pasaría en el caso contrario, si era yo quien causara dolor, que pasaría si yo fuera el amo, y un hombre o mujer fuera mi esclavo? esa pregunta rondaba mi mente y estaba dispuesta a ponerlo en practica y ver que sucedería, pero eso seria quizá en la próxima visita a la casa de las fantasías.
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Confesiones de una chica cualquiera
FantasyUna historia llena de desamor y sexo en la que una chica narra su travesía de cama en cama buscando algo que ya veremos si logró encontrar o no.