A las seis habíamos quedado con Gwen y Hugo, pero Leah tiene que entregar mañana un trabajo de inglés extraescolar y se ha rajado. Y cuando faltan solo diez minutos para la hora Gwen escribe un mensaje por el grupo diciendo que se ha quedado dormida y que llegará más tarde. Hugo escribe por el grupo que ya está llegando al centro comercial, y aunque me parece un poco incómodo quedar a solas con él, le contesto que yo también, que podemos tomar algo mientras esperamos a Gwen.
No sé ni cómo, acabo contándole toda mi historia con Eric.
—¿En serio? ¿Te llamó princesa? Que cursi —me encojo de hombros—. Y tú babeaste por él desde entonces —concluye.
—Nadie nunca me había tratado así, obviamente babeé por él, aunque llevaba haciéndolo muchos días antes.
—Pobrecilla... La astuta araña te atrapó en su red cual inocente mariposa. Tranquila pequeña, ya estoy aquí para protegerte —me acarició un par de veces el pelo como si fuera un perrito y sonrió.
—¡No te burles de mí!
—No lo hago, solo digo que no dejaré que te enreden así de fácil.
—Se cuidar de mi misma, he tenido cáncer, soy más madura que tú en muchos aspectos.
—No en el amor.
Me cruzo de brazos. Tiene razón, no se lo voy a discutir, no tengo ni idea sobre el amor.
—Sí que tarda Gwen —Hugo mira la hora y arruga la nariz—. Voy a llamarla.
Me acabo el refresco de un sorbo mientras Hugo habla con Gwen.
—¿Qué te ha dicho?
—En cinco minutos estará aquí, ya le he dicho dónde estábamos tomando algo.
—Genial —me recuesto en la silla y me quedo mirando a Hugo—. Cuéntame algo de ti. Por ahora solo sé que tienes asma.
Hugo se echa a reír y da un sorbo a su refresco antes de apoyarse en su silla y mirarme.
—No hay mucho que contar. Soy un chico normalito.
—Ya, claro...
—Te lo creas o no antes era muy popular —alzo las cejas sorprendida—. Salía con una de las amigas de Lara, hace como un año. Fuimos la pareja del año, todos decían que estábamos hechos el uno para el otro.
—¿Y qué pasó?
—Que me puso los cuernos —dice con total naturalidad mientras yo me quedo muda—. Tranquila, ya lo tengo superado.
—Nunca podré entender por qué hacen esas cosas...
—Solo lo haces cuando no quieres a la persona, o eso creo yo. Si estás con una persona por estar, por pena, porque no quieres estar sola o por cualquier otra razón que no sea amor, no te importa lo que pase con la relación si alguien más empieza a interesarte.
Me encojo de hombros. No puedo hacer otra cosa más que imaginarme lo que dice, pues no tengo nada de experiencia en este tema.
—La verdad es que al principio pensé que estabas con Gwen.
—¿Saliendo? ¡Qué va!
—A él le gustan más con dos pechos reales —Gwen sonríe y se sienta con nosotros.
—Idiota, no digas tonterías.
—Estaba de broma —Gwen coge la carta y empieza a mirarla antes de que venga el camarero a tomar nota—. ¿De qué estabais hablando?
Ponemos a Gwen al día y no tarda ni dos segundos en dar su opinión sobre la actitud de Eric, que es la misma que la de Hugo.
—Te lo digo en serio, hay un montón de chicos, en el instituto y fuera, ni te preocupes por ese idiota.
—Ya, debo parecer tonta, pero es la primera vez que me gusta tanto alguien, y parecía que me correspondía...
—No pareces tonta, lo eres, todas lo somos cuando nos enamoramos —dice Gwen con una amplia sonrisa—. Si supieras la de tonterías que he llegado a hacer yo...
—Sí, el último chico con el que salió era de otra ciudad, pues la tonta iba siempre a verle, él no vino ni una vez, y aún así aguantó más de seis meses con él.
—Al final me di cuenta de que solo estaba conmigo por estar, no me quería ni mucho menos. Incluso se olvidó de mi cumpleaños el muy inútil.
Gwen y Hugo se tomaban todo esto muy a broma, pero yo era incapaz.
—Ya... Pero el problema no es él, soy yo que le he mentido.
—No estoy de acuerdo, él decide cómo actuar frente a esta situación, y lo está haciendo mal.
—Bueno, dejemos que pasen unos días, tal vez recapacite —dice Hugo mientras se acaba el refresco.
Fuimos a mirar un par de tiendas de ropa. Gwen se compró un par de tejanos rotos y una sudadera muy guay. Hugo solo se compró una cazadora. Y yo me compré un par de camisetas con el hombro caído y unos shorts negros.
—Bueno chicos, yo tengo que irme ya —dice Gwen mirando su reloj—. A las nueve se cena en mi casa, y hoy me toca prepararla a mi, así que...
—Nos vemos mañana —se despide Hugo.
Yo simplemente le doy dos besos.
Miro la hora, ya son las ocho y cuarto.
—Yo también me voy a ir, mañana tenemos clase a primera hora.
—¿Quieres que te acerque? He venido en moto.
—No hace falta, igual ni te viene de paso.
Resulta que no vivimos lejos, más o menos a cinco calles, así que le venía de paso, y llevaba un casco de sobra en el maletero de la moto.
—Siempre lo llevo, por si acaso —dice mientras me guiña el ojo.
Me subo a la moto y me agarro a él. No está muy musculado, pero tampoco es un saco de huesos.
No tardamos en llegar a casa, y por suerte o por desgracia, coincidimos con Eric en la calle, que estaba a punto de entrar en su casa. Se nos queda mirando unos segundos, en los cuales el ceño se le va frunciendo cada vez más, luego se mete en casa y cierra dando un portazo.
—¡Guau! Eso sí que es ponerse celoso.
—¿Tú crees?
Me quito el casco con cuidado y me aseguro de que la peluca esté en su sitio.
—Nunca he visto así de mosqueado a ese guaperas, créeme, le gustas.
—Pues no me hace ni puñetero caso desde que sabe que estoy calva.
Hugo me mira la peluca y se hace el loco.
—Yo ahí veo pelo.
—Graciosillo...
—Tu dale tiempo, ese acabará pidiéndote perdón, ya lo verás. Eres un pibón que no puede dejar escapar, y lo sabe.
Le doy un golpe en el brazo con el casco.
—Deja de decir tonterías.
Hugo me quita el casco de las manos y lo guarda.
—Bueno, nos vemos mañana en el insti.
—Hasta mañana, descansa.
Arranca la moto y se va, yo me despido con la mano hasta que veo que gira la calle.
¿Será verdad que le gusto a Eric?
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Un lugar donde volver a ser yo
Teen FictionHannah tiene 17 años y acaba de superar una leucemia. Cansada de ser "la chica del cáncer" en su instituto, ve la oportunidad de empezar de zero cuando a su padrastro le ofrecen un nuevo empleo en otra ciudad. Toda la familia toma la decisión de mud...