13. god, hearts groans | nj

24.4K 751 262
                                    

"DIOS, LOS CORAZONES GIMEN"
KIM NAM JOON

Coloco correctamente mi atuendo, un hábito, el típico traje de monjas y lo llevaba por aquella razón, yo era una

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Coloco correctamente mi atuendo, un hábito, el típico traje de monjas y lo llevaba por aquella razón, yo era una.

He creído en Dios desde mis diecinueve años, porque antes de aquellos días de rezo no había días en los que no estuviera durmiendo por llegar a las cuatro de la madrugada.

Después de la muerte de mis padres comencé a ver señales que me dirigieron hasta aquí, un convento con demás religiosas con las que había estado conviviendo durante dos años.

Salgo de mi habitación y saludo amablemente a la monja de la limpieza, hoy le tocaba a la hermana Yuna, ayer me había tocado limpiar varias habitaciones del lugar.

─Buenos días hermana Rim.─ responde amablemente la joven, Yuna era la menor de todo el lugar en el convento, tiene trece años recientemente cumplidos, la celebración fue increíble, uno de los más divertidos sacerdotes había venido, exclusivamente para festejar con nosotras su fiesta de cumpleaños.

─¿Cómo estás hoy?─ le pregunto.

─Ansiosa de me sigas contando sobre aquellos tatuajes y las perforaciones que tienes en tu oreja.─ su curiosidad era razonable.

Y una era una niña que no había salido más que al supermercado, acompañada de una superiora con tan solo minutos dentro de aquel establecimiento.

Yuna tenía cierta fascinación hacia mí, en realidad hacía mi pasado, con mis tatuajes en mis brazos y cerca de mi cuello. Los había visto aquella vez que me estaba rascando parte de mi cuello, ella los visó ya que estaba frente a mí.

─¿Cuánto queda para la misa?

─Cinco minutos─ Yuna abre los ojos y deja los productos de limpieza en el suelo, va corriendo hacia su habitación, reí.

Seguí por los pasillos y entré por una gran puerta café oscuro, daba un aura muy potente apenas lo veía, la entrada al templo donde se realiza la misa del día de hoy.

Habían varias personas, en su mayoría adultas que estaban en silencio y algunos con su cabeza agachada, mirando hacia abajo, rezando o pidiendo.

Me incliné levemente mi cabeza en dirección al gran altar religioso en el que estaba Jesús en la cruz, aquella historia que hace a varias personas creyentes de alguien superior a ellos.

En silencio tomé asiento en la banca de la incómoda madera, generalmente venía a rezar en las noches, cuando tenía pesadillas, me ayudaba a pensar en otras cosas.

Pero hoy tuve pensamientos sobre mi pasado, algo malos que tenía un sentimiento de por medio, pasión, extrañaba aquel acto impuro de caer en la tentación de las relaciones sexuales.

Estaba en abstinencia.

Como "siempre" debí estarlo.

Pero cuando era alguien muy alejada de la iglesia y de esta religión, jamás pensé que llegaría aquí.

134340 | BANGTAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora