𝟏𝟑𝟒𝟑𝟒𝟎 | Relatos ficticios, tomando a los siete chicos de bangtan seonyeondan como principales protagonistas.
Tu mirada sofocante, todavía giro a tu alrededor y nada ha cambiado. Pero si el amor no tiene nombre, todo ha cambiado ─ BTS, 134340...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Quité las sábanas de mi cuerpo cuando di por hecho que no iba a poder dormir más. Besé la marcada línea de su mandíbula con cariño, sin llegar a despertarlo, acaricio su mejilla con cuidado y observo por unos pocos segundos su rostro, la forma en como respiraba y sus ojos estaban cerrados con su expresión tranquila.
Tenía una suerte increíble de haberle conocido. Él realmente cambió toda mi vida, cambió el estilo de mierda en el que vivía.
¿Qué sería de mí sin Jeon Jungkook?
Me dirijo al baño descalza, me lavo los dientes mientras me miro en el espejo y bailo a la vez, imagino que canto una canción en mi mente, imaginando que el micrófono era mi cepillo de dientes.
Pensé en darme una ducha, pero finalmente lo descarté y me encamino al gran clóset que compartíamos, antes de que pudiera tomar aquella remera mi celular sonó en la mesita de noche al lado de la cama en el que yo dormía, ya que en la otra mesa de noche era donde dejaba sus cosas Jungkook.
─¿Estás en casa?
─Si, acabo de levantarme.
─Ve las noticias─ dijo rápidamente─ después hablamos debo despertar los demás.
─Bien, adiós.
─Adiós, cuídate.
La llamada se acabó y dejé el celular donde se encontraba antes, tomando el mando de la televisión la encendí yendo a el canal de las noticias. Al parecer el virus se había expandido rápidamente, hacia unos días lo sabíamos pero ahora había que quedarse en casa, era más serio de lo que parece, en especial a niños y adultos según las noticias. Dejé la televisión encendida con el volumen algo bajo para no molestar a Jungkook y voy al armario nuevamente a cambiarme de ropa, me cambié la ropa interior clásica a una deportiva y me coloqué un buzo como pantalones ya que no pasaríamos más que el día en casa.
Tomé una sudadera de Jungkook que estaba en el sillón puff que teníamos en una esquina de la habitación y salí hacia la cocina, sabía que a mi novio le gustaban las galletas de chocolate así que abrí una bolsa de estas, preparé café y unas tostadas con fresas. No sabía si Jungkook había despertado para servirle el desayuno así que volví a la habitación para observar su continua respiración lenta y calmada, aún dormía.
Desayuno por mi cuenta bebiendo café, comiendo las tostadas y robando una de sus pocas galletas mientras miraba mis redes sociales, respondía algunos de mis mensajes y cuando terminé mi desayuno seguí unos minutos más en el celular hasta que decidí lavar lo que había ensuciado.
Fui al salón, quité la sudadera de mi cuerpo quedando en el sostén deportivo y estiré una pequeña alfombra para hacer algo de ejercicio, no es que me preocupara mi figura pero no me sentía cómoda si no hacía ejercicio dos veces a la semana. Estiraba mientras observo la televisión, en la pantalla se mostró a un Ross engañando a Rachel, ya que al parecer alguien no sabe lo que es "tomar un tiempo".
