• XIV •

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El calor se ha vuelto sofocante en estos días. Siendo cada vez más difícil para mi, poder controlar la temperatura de mi cuerpo.

Jungkook se mantiene apegado a mi, su cuerpo encierra el mío impidiendo que pueda moverme con libertad. Abrí mis ojos hace un par de segundos y mi peor pesadilla se ha vuelto real.

Odio la luz de la mañana, odio haber dejado la cortina abierta anoche.

Jungkook se remueve y lleva su mano directo a mi panza. Una costumbre que hace cada vez que se queda a dormir, como si tuviera un imán directo hacia la niña.

—La niña... —murmura sobre mi oído mientras masajea la zona. —No hemos pensado el nombre de nuestra hija.

—Uhm, aún existe una posibilidad de que él doctor se haya equivocado. Lo sabremos con mayor certeza en un par de días más. —le recuerdo, de lo contrario es capaz de hacer una votación masiva en la universidad para elegir el nombre más popular y llamar la atención.

—Ya lo tengo... —asegura, pinchando con sus dedos mi vientre.

—¿Ah, sí? —lo cuestiono a medida que me doy vuelta para mirarlo de frente.

—Si, se llamará Haneul. —alza una ceja y luego se carcajea. Haneul es el nombre de una de las ex novias de Jungkook, que por cierto detesto con la vida.

—Muy gracioso. —frunzo el ceño y luego le golpeo las manos para que deje de tocarme... bueno, de tocarnos.

—Es broma. —indica entre risas. —Me gusta ver cuando te enojas. —confiesa intentando besar la punta de mi nariz, fracasando cuando decido correr mi rostro en venganza. —En realidad me gustaría que se llevara el nombre de mi hermana. —revela, captando toda mi atención otra vez.

Rebobinemos... Jungkook tenía una hermana pequeña, una que adoraba con todo su corazón y que tuvo que despedir a muy temprana edad por culpa de una leucemia no detectada a tiempo. Tenía once años cuando su hermana de seis, murió.

Asiento, comprendiendo la magnitud de su decisión. No me molesta que sólo él lo elija porque la razón tras ello, es especial y totalmente poderosa.

—Se llamará Yewon. —pronuncio para ver cómo su rostro se ilumina ante mi aprobación. —Yewon JeonKim...

—!Es perfecto! —exclama con sus ojos achinados y con las arrugas formándose en sus costados.

—Sí que lo es... —aseguro, y esta vez soy yo quien se acerca para besarlo. —Ahora campeón, tenemos que ir a estudiar. Tengo una beca que mantener, no tengo la economía que tienen tus padres.

—¿De qué me sirve, si ni siquiera viven conmigo? Están en otro continente, es fácil para ellos mantenerme sin mayor compromiso. —reclama, mientras toma asiento sobre la cama.

—¿Les contaste? —pregunto, sentándome también.

—Aún no. —contesta, alejando la ropa de cama para ponerse de pie. —Esperaré un poco más, ya sabes... los riesgos...

Asiento una vez más. —Pondré todo de mi para no correr riesgos, Jungkook. Sé que el embarazo masculino es delicado pero confía en mi, en nosotros. Yewon es una niña fuerte.

—Lo sé, sólo que no quiero perder a nadie más. —confiesa, con los miedos reflejados en sus pupilas. —Quiero esto como no tienes idea, Tae. Nunca he deseado algo más en la vida que esto...

A estas alturas estoy frente a él, de pie y con una sonrisa gigantesca mientras le seco el rostro con mis pulgares luego de que repentinamente, se le cayeran un par de lagrimas. —Estoy embarazado yo, no tu. —bromeo causándole una carcajada para romper con su triste recuerdo.

—A veces los síntomas se invierten. —dice en un tono divertido. ¿Qué tal si tu y yo nos duchamos juntos, bonito? —invita con algo de sugerencia en su tono de voz. —El cambio climático está a un paso, tenemos que cuidar los recursos.

Emblanquezco los ojos antes sus intentos de conseguir como sea, lo que él quiere. —Tengo una idea mejor... —repaso mis labios con la punta de la lengua mientras mi mano se mueve habilidosamente al interior de su pantalón de dormir.

Sonríe, porque entiende que mi rutina diaria exige algo de acción en la mañana y también durante la noche.

—Soy todo tuyo... —canturrea mientras posiciona una mano en mi cintura y con la otra eleva mi pierna para ayudarme a rodear su cadera.

—Uhm... —murmuro mientras me lleva otra vez hacia la cama. —Definitivamente se invierten los papeles. —me burlo cuando me deja sentado en el borde y luego sale disparado hacia el baño para vomitar.

—¡Es tú culpa! —grita con resentimiento mientras me carcajeo.

—No cariño, fue la tuya. —respondo de vuelta. —Te dije que usáramos condón...

Hay cosas extrañas en la vida, Jungkook es una de ellas. No me quejo porque es lo mejor que me pasado en mucho tiempo.

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Y pensar que dije que no serían más de 10 capítulos 🤔 ¡Amo!

Y a ustedes también 💜

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