14. Cagarla monumentalmente

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Todos tienen distintas cosas de las que arrepentirse.

Aquella foto el verano pasado en la que creíste salir bien y la publicaste en todos los medios posibles.

Salir con aquel chico de la universidad.

Beber el trago que te ofrecía el extraño en el bar.

Muchas cosas como para ser enumeradas, yo, particularmente me arrepiento de haber dejado que esta chica, Soora se acostara con mi amigo Jaebum en la fiesta de graduación, me arrepiento de no aceptar aquella oferta de dos por uno en el mercado, y absolutamente me arrepiento de que el alcohol nublara mi juicio de tal manera.

Ya lo verás.

Así que en la mañana después de salir del departamento de este chico el cual ya no recuerdo su nombre, fui por un café a un pequeño restaurante camino a mi departamento, ni siquiera había revisado mi teléfono hasta ahora así que lo saco del bolsillo de mi saco, hay dos mensajes de voz, los reproduzco.

—¡Amigo! La mejor fiesta del siglo, jamás había logrado llevar a dos chicas a mi cama ¡Al mismo tiempo! Eres grande, todo es gracias a ti.— Chillaba la voz ronca y con resaca de Namjoon.

Hice una mueca y reproduje el segundo mensaje, la voz de Jimin me inundó.

—¡Tú eres un pedazo de mierda!—Gruñía.—Demonios, espero que sea lo que sea que estés haciendo espero que valga más la pena que estar aquí con Taehyung.

Entonces caí en cuenta.

Taehyung, la galería, la promesa.

Antes de que pudiera siquiera golpear mi cabeza con la mesa me obligué a mi mismo a calmarme, es decir, yo había planeado esto ¿No? Es así justo como tiene que ser, llegaré a casa y le diré a Taehyung que lamento no asistir a su inauguración pero necesitaba follarme a alguien para olvidar que me gusta.

Al menos eso es lo que pensaba, idiota.

Al estacionar el auto sentí un escalofrío correrme la espina dorsal, ahora sé que era mi propio cuerpo gritando con toda sus fuerzas "Estás por cagarla"

Abrí la puerta, del departamento y esperé que un jarrón saliera volando sobre mi cabeza.

Pero solo encontré silencio.

Ensordecedor silencio.

Carraspee intentando disipar mis nervios y entonces lo vi, estaba en la punta de las escaleras vistiendo su abrigo marrón y jeans ajustados.

—Hey. — Comencé.— Lo siento por no estar ahí tenía... Algo que atender. —Dije y en mi mente parecía una buena excusa.

Vi su manzana de Adán balancearse, apartó la mirada.

—Sí... Está bien.—Asintió y me examinó, entonces frunció el ceño y se acercó a mi abriendo el cuello de mi camisa.

Vi sus ojos llenarse de agua.

Y creo que esa imagen nunca podré borrarla, nunca.

Entonces me empujó.—¡Eres un imbécil!—Chilló y yo sobé mi pecho.

—Oh vamos Taehyung, no es para tanto.— Contesto, sabiendo que había visto marcas de chupetones.

Sí, tienes permitido golpearme, incluso yo quiero hacerlo.

Gruesas lágrimas rodaron por sus enrojecidas mejillas.

—¡Te quería ahí!— Volvió a empujarme.—¡Realmente te quería ahí!

—Taehyung sabes desde un principio que no somos exclusivos, te lo dije.— Hablé, pareció enfurecerse más.

Se limpió furioso una lágrima y volvió a empujarme.

—Así que ahora no somos exclusivos ¿Eh?— Dijo y mi pecho se apretó cuando su voz se quebró.— Debiste recordarmelo antes de que...—Suspiró e hizo una pausa ¿Antes de qué?—Soy un idiota.—Sollozó.— Soy un gran e inmenso idiota, lo sabía desde el principio ¡Lo sabía! Y sabía que terminaría igual y aún así...—Otra pausa, volvió a empujarme mientras intentaba detener sus lágrimas.

—Taehyung yo...—Intenté pero se apartó y sacudió su cabeza, limpiando sus lágrimas.

—No, no quiero saber nada de ti.—Dijo y tomó su bolso.— Enviaré a alguien por mis cosas, no quiero verte nunca más.— Dijo y yo sentí de nuevo aquel escozor en mi pecho.—Intentaré pagarte la galería.

—No tienes que...

—No quiero tener nada que venga de ti.— Dijo y me miró, sus ojos rojos e hinchados, jamás quería ver esa imagen de nuevo, al menos ahora lo sé. Pareció recordar algo y sacó un viejo cuaderno de su bolso, lo estrelló en mi pecho.—Ten, haz lo que quieras con esto sólo...—Un sollozo salió.— Sólo aléjate de mi.

Y entonces salió por la puerta y yo me quedé estático en el mismo lugar, la mano sujetando el cuaderno contra mi pecho que palpitaba con furia.

Me senté en el sofá aún atónito y pasé una mano por mi cabello, aturdido. Entonces bajé la vista al cuaderno, con un fuerte dolor en mi pecho lo abrí y sentí ganas de golpear algo.

Tal vez a mi mismo.

Eran bocetos, dibujos hechos a lápiz, en una página habían unas manos, reconocí que eran las mías por los lunares. En la otra, era mi perfil, estaba sonriendo con los ojos cerrados, líneas desordenadas haciendo de cabello, la siguiente eran labios, mis labios, el lunar bajo ellos parecía hecho al descuido, como si lo hubiese agregado de último minuto.

Eran dibujos, dibujos de mi, de mis manos, de mi rostro, de mi cabello.

Taehyung había estado dibujándome, estuvo tan al pendiente de mi como para notar los lunares y las líneas de expresión en mi rostro. Supe entonces que no era el único que estaba jodido, el único que había notado cada minúscula cosa.

El único que estaba enamorado.

Claro que, a diferencia de él, yo si la había cagado monumentalmente.

Y en ese momento, no tenía la más mínima intención de arreglarlo.



The only one ↬ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora