16. Fases de mierda

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—Así que aquí estás.— La voz de Namjoon interrumpió el movimiento de mi mano, que iba con un rebosante vaso de soju hasta mi boca.

—¿Dónde creíste que estaría?— Pregunté y el suspiró sentándose a mi lado en la barra.

—No lo sé ¿Tal vez tomando un baño con una chica o un doncel?

Suspiré y bebí de mi soju, el alcohol raspando mi garganta, carraspee.

—Simplemente se me antojó un trago.—Dije y era una mentira, una vil y cruel mentira de la que no quería convencer sólo a Namjoon, a mi mismo también. Quería convencerme de que no me acostaba con nadie porque simplemente no tenía ganas de follar y no porque sentía un enorme vacío. Que bebía para al fin borrar la expresión de dolor que me dejó Taehyung.

Quería convencerme de que no lo extrañaba, de que no lo quería conmigo todos los días.

¿Por qué? Te preguntarás ¿Por qué abandonar algo que me hace bien?

Verás, cuando te abres de una forma en la que no lo habías hecho con ninguna otra persona, cuando dejas que se metan en tu mente y en tu corazón, cuando te vuelves vulnerable haces cualquier cosa por esa persona, incluso dañarte a ti mismo.

¿Recuerdas el Jungkook que lloraba por Clarabella? ¿El Jungkook vulnerable del que todos se burlaban?

Ese Jungkook, es el mismo Jungkook que luchó por una persona, y fue pisoteado, utilizado.

Es una historia para otra ocasión, quizás para cuando tenga algunos tragos más en mi interior.

—Así que estás en modo lobo solitario.—Concluyó Namjoon, haciéndole señas al barman.

—Nunca estoy en modo lobo solitario, amigo, estoy en modo lobo solamente, de casería.—Refuto y Namjoon asiente, no muy convencido.

—¿Así que está bien si te dejo beber de esa forma?—Me preguntó, señalando las cuatro botellas verdes en una esquina de la barra.—No vas a llamarlo ¿Verdad?

—¿Llamar a quién?—Pregunté de vuelta, Namjoon suspira y agradece el trago del barman.

—A Taehyung.—Responde, y escuchar su nombre hace que se revuelva mi interior, eructo.

—No voy a llamarlo, no veo la necesidad de hacerlo.

Sólo que aquí estoy, treinta minutos después, marcando a su celular como si no hubiera un mañana, los pitidos de la llamada hacen eco en mi cerebro, y de pronto, caigo en buzón de voz.

Hola, llamaste a Kim Taehyung, en este momento no estoy disponible pero deja tu mensaje y te llamaré más tarde.

Froto mi frente, su voz, maldita sea, sólo Dios sabe cuanto extraño su voz, su risa, sus sonrisas sarcásticas.

Marco de nuevo, pero esta vez, él responde.

¿Hola?—Hay un silencio en la línea en el que caigo en cuenta que es él de verdad.

—Hola.—Susurro.

De nuevo, silencio.—¿Por qué estás llamándome?—Dice entonces, y su voz baja de tono, está casi susurrando.

—¿Te desperté?— Él no responde.— Si estás despierto ahora es porque tienes es insomnio del que me hablaste.—Continúo.—Por lo que estás dibujando ahora, para conseguir el sueño otra vez ¿No?

Hay un segundo en el que sólo escucho su respiración.

No me llames, Jungkook.—Dice y antes de que cuelgue suelto un:

—Te extraño.—Y hay otro silencio tras la línea.

Taehyung suspira, tembloroso.—Puedes conseguirte a alguien más para follar, apuesto que hay cientos esperando una llamada tuya.—Dice y yo niego, aunque sé que no está viéndome.

—Tú eres él único que quiero.—Digo.

Hay tres segundos de silencio.— No me vuelvas a llamar.—Dice, y distingo como su voz tiembla.—Nunca.—Agrega y luego escucho como el teléfono pita, haciéndome saber que ha colgado.

Dejo el teléfono en la barra y froto mi cabeza, le pido al barman otra copa, pero Namjoon me derriba.

—No amigo, no más para él, nos vamos ya.—Dice y entonces paga nuestras cuentas y me saca a rastras.

—Llamaré para que recojan tu auto.—Dice, pero no escucho, estoy absorto, no sólo por el alcohol, por todo en realidad.

El alcohol hace que te des cuenta de lo patético que eres y la pena que das, al parecer.

—Estoy tan jodido.—Digo en el asiento copiloto del Mercedes de Namjoon.

—Desde que decidiste volverte un promiscuo, sí.—Me dice sin apartar sus ojos de la carretera— Es decir, no está mal ¿Sabes? Pero eres un adulto Jungkook, deberías saber cuándo parar.

Bufo.

—No quiero una charla de superación personal cuando la cabeza me da vueltas, gracias.

—No lo es, lo prometo. Sólo digo, amigo, estás enamorado, detente ahora y ve por ese chico.—Dice y miro a la ventana, como si fuera tan fácil.—Escucha, Jeon, sé que lo que pasó con Jihyo fue algo malo, pero no puedes quedarte estancado ahí, tienes que avanzar, amigo.

Ah, supongo que es el momento de la historia ¿No?

Como sabrás, ningún personaje es tan hijo de puta sólo porque quiere serlo ¿Las películas para adolescentes? Todas son basura, te muestran a la perra mala que tiene un trasfondo triste, su padre abusa de ella, está pasando por un divorcio, tiene anorexia. Es decir, los personajes malos no elegimos ser malos, la vida nos hace ser hijos de puta.

Existió una mujer, en mi época de personaje bueno, Jihyo, era la hija de la amiga de mi madre, una belleza, tetas espectaculares, claro que en ese momento no era en lo que me fijaba. Nuestra relación era digna de fotografiar, vivíamos juntos en una casa con patio trasero, un perro llamado Dalton y planes para el futuro, al menos yo los tenía.

Pero aquí es donde te das cuenta que la gente hace hasta lo imposible por volverte hijo de puta, por hacer que dejes de creer en todo a lo que le tenías fe.

En nuestra ceremonia de boda, la encontré enrollándose con uno de los camareros, días después me enteré que estaba desviando todas mis acciones a su cuenta personal y que cuando nos casaramos iba a estafarme como nadie.

Cuando se lo dije en cara, ella sólo dijo '¿Creíste que me enamoraría de ti? ¿Que esto era real? Oh chico, eres tan ingenuo. Eres muy blando, aburrido y mediocre, mi abuela se casaría contigo y te botaría a la semana.'

Desde ese día, decidí cambiar.

No más Jungkook vulnerable e ingenuo, de esa forma nadie podrá lastimarme. Yo soy el que lastima.

Así que ahí está, el triste trasfondo de este chico malo ¿Me gané un poco de compasión? ¿No? Lo entiendo, el trato que le di a Taehyung no es nada justificable con mis experiencias pasadas.

Y eso, amigo mío, lo aprendí a la fuerza.

¿No me crees? Ya lo verás, sospecho que te divertirá muchísimo.

Ahora es que vendrán fases de mierda.


The only one ↬ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora