Así que aquí estoy.
Devastado.
Sentado en este sofá de cuero que ha pasado por tantas travesuras, por tantos juegos y ahora sólo sirve como una esponja, tragándose todas mis emociones.
Puede que no sea mi mejor día. Ni mi mejor semana, incluso quizás ni siquiera sea mi mejor mes, porque bueno, podría estar en un bar en busca de diversión, diversión de una noche que implica ningún compromiso y sin oportunidad de vernos otra vez. Diversión que solía tener antes de darme cuenta que estoy hundido.
Hundido hasta el fondo sin oportunidad de subir a la superficie, hay una bola de metal enganchada a mi pie que me hunde más.
Estoy enamorado, sí, lo dije, estoy irremediablemente enamorado ¿Y quieres saber que estoy haciendo al respecto? Nada, absolutamente nada, estoy sentado aquí, con helado y la misma pijama de hace cuatro días, como una maldita adolescente a la cual la dejó su novio.
El Titanic siempre me pareció una de esas películas de romance que te hacen plantearte tu vida amorosa, no sólo porque Leonardo Di Caprio esté ahí restregándote constantemente que nunca vas a conseguir a un chico que muera por ti, de forma literal, sino porque me parece una de las historias de amor más puras, a pesar de lo cliché.
Así que aquí estamos, de vuelta al principio, a donde todo comenzó, te he puesto al día lo suficiente para que recuerdes por qué estoy aquí, regañando a Leo como si de verdad pudiera escucharme.
¿Por qué no subiste también al maldito pedazo de madera?
¿Por qué no se turnaron para estar en él?
¿Por qué simplemente no pude decirle a Taehyung que estoy enamorado de él y que le dije cosas hirientes porque simplemente me asusta el hecho de que no sé qué hacer después?
Nadie me dijo como continuar cuando todo sale bien.
La puerta de la entrada suena, algunos golpes livianos, la miro con desagrado, como esperando a que se abra sola, en la televisión Rose le promete a Jack cientos de cosas.
La puerta suena, la voz de Yoongi ordena que le abra.
Suspiro, miro de vuelta a la televisión viendo como un Jack congelado se hunde en el helado océano.
Justo como yo estoy hundiéndome en este sofá.
Finalmente, decido abrir la puerta, Yoongi se adentra al departamento y arruga la nariz.
—Huele como si algo hubiese muerto aquí.—Dice y me lanzo de vuelta al sofá.
—Es un nuevo desodorante que he comprado 'Post Morten' de Channel.—Respondo, Yoongi me mira, como si fuese un costal de basura.
Bueno, así me siento.
—Amigo, no puedes seguir así.—Bufo.
—Mírame.—Digo y le doy un enorme trago a la botella de Vodka que llevaba en la mesa como dos semanas, el alcohol caliente quema mi garganta y me hace carraspear, Yoongi niega y se pasa la mano por su negro cabello.
—¿Todo esto es por Taehyung? Jungkook, es un poco imbécil lo que haces, estás así por tus propios actos.
—No es necesario que me lo repitas, gracias.
—Escucha, Jungkook.—Dice y se pone frente al televisor, justo cuando la Rose anciana está por tirar el collar al océano.—Eres como un hermano para mi, y sabes que no me gusta verte así, nunca me ha gustado, un Jungkook deprimido es peor que un Jungkook vanidoso, créeme.
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The only one ↬ KookTae
FanfictionJungkook lleva una regla absurda de "solo una noche" y se ha regido a ella durante toda su vida como si de un mantra se tratase. O al menos eso pensaba cuando quien menos esperaba llega a su vida dispuesto a cambiar sus planes. ¿Qué tan asustado deb...