18. Nunca pasará otra vez

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Podría enumerar una lista de cosas por hacer en menos de dos minutos, el caso es hacerlas. También puedo recrear una pintura que ha sido destruida o que es imposible reconocer, el caso es hacerlo en el tiempo que se necesita.

Pero lo único que me propuse no hacer, lo único que me prometí que no haría es dejar que vuelvan a utilizarme.

Pero eso ya lo sabes, no de mi por supuesto, pero lo sabes porque lo conté una vez, una única vez que me permití abrirme.

Kim Taehyung jamás ha contado su terrible historia amorosa con un potencial fuckboy de primera que, eventualmente rompió mi corazón.

¿Qué, creíste que toda la diversión sería para Jungkook?

¿Que sólo él podía relatar está tragedia amorosa?

Jungkook ha dejado la luz por un momento y me ha dejado tomarla, hasta que decida qué hacer, hasta que esto termine de forma definitiva.

Aunque para mi ya está más que terminado.

Pero si ya está acabado, superado y enterrado ¿Por qué me siento tan miserable? ¿Por qué estoy recriminándome de nuevo?

Porque es mi culpa, cuando tuve mi primera decepción amorosa desastrosa, me prometí a mi mismo jamás volver a caer por un hombre que busque únicamente mi culo.

El problema con Jungkook, es que realmente parecía como si buscara algo más.

¿Cuando lo vi en la galería? No voy a mentir, me pareció sexy, aquellos pantalones ajustados que abrazaban sus muslos, su sonrisa socarrona, aquellos ojos color chocolate que hacen juego con su pelo.

Me dije 'Por qué no' y ese por qué no, terminó convirtiéndose en un 'quiero que me pegué con una fusta' y luego, eventualmente se convirtió en un 'quiero que nuestros bebés tengan sus ojos.'

En un principio sabía en lo que me estaba metiendo, estaba consciente de ello, sin embargo decidí sumergirme en el mar de sentimientos que terminaron por hundirme.

Pero comencé a confundirme.

Cuando, de un momento repentino, su toque, en lugar de excitarme y provocarme temblores, me resultaba cálido y no quería apartarme de él, cuando sus ojos en lugar de mirarme con hambre, me miraban con un brillo que no supe, y hasta el día de hoy no he sabido identificar.

Pero ya eso no importa, no hay nada que pueda hacer ahora, dijo todo lo que tenía que decir, vi todo lo que tenía que ver, no hay marcha atrás. No dejaré que vuelvan a utilizarme, no voy a volver a enamorarme de cualquiera que me ponga ojos bonitos y haga cosas por mi.

Nunca pasará otra vez.

Al menos eso era lo que decía.

Cuando entré al estudio, que ahora se había convertido más en un refugio para mi, Choa, una antigua amiga de la universidad me recibió con mi dosis de cafeína, habían dos bonitos ramos a cada lado de su escritorio.

—Muy bonito, le da un buen ambiente al lugar.— Halago señalando con mi cabeza las flores.

—Eh, esas no son mías, son para ti.-Dice y frunzo el ceño— Es sólo que no había más espacio en tu taller.

—¿Quién las envía?— Pregunto, mi corazón retumba fuertemente en mi pecho.

—Uhm, no lo sé, el repartidor dijo que había una tarjeta en uno de los cuarenta ramos.

—¿¡Cuarenta!?- Jadeo y ella asiente con una sonrisa burlona.

—Creo que tienes un GRAN admirador— Dice y señala en dirección a mi taller.— Revisé estos dos y no hay nada, pero de los demás te encargas tú, chico enamorado.

Al quedarme paralizado ella simplemente le da un empujón a mi hombro.

—Andando chico, tienes una tarjeta que buscar.

Mis pies deciden hacerle caso a mi cerebro y camino hacia el taller, en cuanto entro por el umbral jadeo, hay al menos treinta ramos de distintas flores, girasoles, rosas, margaritas, crisantemos, todos están colocados de forma desordenada y la mezcla de olores hacen que mi cabeza de un giro.

Con la mirada rebusco si hay algún papel blanco en uno de los ramos, me acerco  y me abro paso entre las hojas. Suspiro.

¿Quién en su sano juicio envía tantos ramos?

Para mi fortuna (o mi pesar) estaba por descubrirlo.

La tarjeta estaba en el ramo de girasoles, era blanca, simple, y contenía con letras negras las palabras 'Eres el único', no estaba firmada.

Pero no hacía falta que fuera firmada, sabía exactamente quien era, mi corazón latió dolorosamente.

—Choa.—La llamé, ella llegó con una sonrisa pícara.

—¿La encontraste? Oh Dios esto es tan romántico.

—Por favor deshazte de todo esto.—Digo y ella parpadea confundida.

—Eh tienes...

—Si quieres puedes quedarte con algunos, sólo... Quítalo de mi vista.

Choa asiente, y se retira para luego, entrar con dos chicos, quizás de por ahí cerca y lentamente retiran todos los ramos del taller.

Suspiro, bajo mi vista que se ha nublado, hacia la tarjeta entre mis dedos.

"Eres el único."

Mi mandíbula se aprieta con molestia, respiro para calmarme. Rompo la tarjeta a la mitad.

No te creo nada.



The only one ↬ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora