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[I can't stop]

El frío viento golpeaba su rostro ligeramente, salía de su edificio porque necesitaba caminar y así aminorar los nervios que sentía. Era como si regresara a sus épocas de escuela y estuviera a punto de reanudar clases, no podía compararlo con algo más.

Llegó al parque comunitario y tomó asiento en una banca solitaria, la tarde caía poco a poco mientras más avanzaban los minutos, y mientras el sol dejaba de irradiar calor, el frío aumentaba. El otoño estaba cerca, era la estación preferida de Luke, donde las hojas de los árboles comenzaban a teñirse de un anaranjado rojizo y cambiaban a uno marrón para finalmente caer sobre el piso, aquel proceso le fascinaba.

Miró su reloj de mano, marcaban a penas las siete de la tarde y las luces de los locales cercanos y las lámparas alumbraban las calles. Se puso de pie y se dirigió a una cafetería que había visto mientras llegaba a la ciudad.

Cuando entró al lugar, no pudo evitar recordar su niñez. Los típicos olores no solo de la cafeína sino de los dulces y el pan recién horneado habían formado parte de su infancia y la mitad de su adolescencia. Sus padres atendían la cafetería familiar a las afueras de Trenton en Nueva Jersey, pero le recordaba, más que nada, a su abuela.

Esperó en la fila, al igual que las demás personas, y una vez llegado su turno, el chico le sonrió y citó las palabras de bienvenida.

-Un capuchino y un par de snacks dulces, para llevar, por favor- sonrió.

-Claro... - el chico tomó su orden, pero Luke rápidamente sintió que lo miraba de reojo, al entregarle el vaso y la bolsa de papel añadió-: ¿Te conozco?

-Lo dudo, soy nuevo en la ciudad- respondió amable.

Se dio media vuelta y salió de la cafetería, dejó salir un respiro aliviado, era casi imposible que fuera reconocido a simple vista, pues Shaun se había asegurado de jamás presentar por completo su rostro. Y, si había esa mínima posibilidad de que fuera reconocido por aquel chico, entonces se aseguraría de no regresar más a aquella cafetería.

Su propósito era estar en una ciudad diferente, conocer otra gente, andar en un ambiente estrictamente laboral común como todos los demás, entender chistes de oficina y todas esas cosas, no regresar a ser reconocido por sus trabajos.

Llegó de nuevo a su edificio ubicado en la calle Elfreth's Alley, algunas personas regresaban de sus trabajos y otras paseaban a sus perros, al entrar, no encontró al portero, negó un par de veces y entró al elevador. Segundos antes de que cerraran las puertas, un muchacho llegó corriendo, llevaba en sus manos un par de libros.

-Cielos, casi no lo alcanzo- dijo entre dientes, se retiró los guantes blancos y le tendió una mano a Luke-. Soy Calum, tu vecino.

-¿El de la música escandalosa?- bromeó mientras estrechaba su mano.

-Pff, ¿qué?, por supuesto que no - arrugó su rostro, pero Luke lo miró sin gracia fingida-. Me descubriste, ese soy yo.

-A juzgar por la última canción, diría que es posible que te guste Des Rocs.

-No...- las puertas se abrieron en su piso-. Pero puedo molestar después con eso- le dijo mientras entraba a su departamento.

Luke pensó que su vecino era raro, y sonrió, porque eso es lo que esperaba.

En su departamento no tenía muchas cosas personales, había recibido todo como un regalo prácticamente, desde los muebles hasta los aparatos electrónicos, lo único que le pertenecía realmente era su ropa y zapatos, además de la foto familiar que tenía en su buro. Eso era todo. Consideraba cambiar el color del tapiz y posiblemente la alfombra que estaba por toda la sala, aunque eso le costaría casi el doble de lo que ganaría en su nuevo trabajo. Por lo tanto, se limitaría a no fijarse en esos detalles.

Is It Easier To Go? | MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora