Is It Easier To Go? | Muke

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[Hurts like hell]

Luke en serio que estaba agotado mentalmente, el resto de aquel día fue peor de lo que se esperaba, sin contar los regaños por parte de La licenciada, de sonreírle forzadamente a sus compañeros, sumando también el esfuerzo por evitar las miradas de Michael que recibía cada media hora.

Era un desgaste innecesario que se intensificaba con cada minuto. Pero todo terminó hasta la hora de su salida, donde tuvo que disculparse con todos los demás para irse lo más rápido posible y que ni Michael o la licenciada lo detuvieran.

Prácticamente llegó corriendo a la estación de tren, y una vez dentro, se quedó de pie ignorando los asientos libres mientras se recargaba en un lugar seguro, sus cabellos rubios colgaban por su frente, moviéndose al ritmo del poco aire que había entrado antes de partir a su destino. Fue en ese momento que respiró con tranquilidad, sacó su teléfono y verificó el mensaje de Ashton al cual no respondió, ya que justo la llamada de Michael entraba. La rechazó y apagó su teléfono.

Lo hacía de esa manera tan cruel porque sabía que, si respondía, entonces comenzaría con algo de lo que no podría salir después, era posible que Michael se arrepintiera de sus acciones y palabras, tal vez era para decirle algún tipo de amenaza como lo fue aquella mañana en su oficina, no estaba seguro, aunque si cabía la posibilidad de que terminara cediendo de alguna u otra forma.

Dan lo saludó alegre en la recepción y después de entregarle un par de sobres, subió hasta su piso. Mientras entraba a su departamento, abría una de las cartas que era de su madre.

-No entiendo porque sigue enviando este tipo de correo- dijo en voz alta sin mirar al frente. Caminó hasta el comedor. Comenzó a leer, eran casi las mismas palabras de siempre, a diferencia de que ella solía agregar bromas casuales y familiares para él, pensaba que de esa forma ya no extrañaría tanto su hogar. Esa vez, al final de la carta venía una invitación especial, y es que el aniversario de la cafetería se celebraría unos días antes de Halloween.

Estaba a punto de comenzar una carta, sacando los materiales que usaría cuando escuchó algunas voces en la habitación de Ashton. Se sorprendió lo suficiente como para querer acercarse a la puerta, pero no lo hizo una vez que se percató de lo que hablaban.

Esperaba de alguna manera que fueran comentarios subidos de tono para poder así asustarlos, pero era todo lo contario. No podía entender a la perfección todo lo que Calum gritaba, parecían ser algunos reclamos. Ashton al contrario se escuchaba en un nivel alterado leve, justo como casi siempre era, Luke se quedó a escuchar un poco más hasta que le fue posible recopilar información suficiente.

-¡¿Y me lo dices ahora?! ¡¿Justo ahora?!- gritó Calum frustrado.

-Tenía que saber bien lo que sentía, ¿sí?

-Debiste decirlo la primera vez que salimos, creo que es algo de lo que se habla en la primera cita.

-Es que...- Ashton titubeó, Luke abrió los ojos de par en par, Ashton titubeando era algo que no se escuchaba a menudo-, es que en ese momento yo... yo no te veía de otra forma más que... para algo casual.

Entonces se escuchó el golpe de una palmada, Luke rápidamente se levantó de la silla y corrió hasta la habitación, pensando en la posible cachetada que Calum pudiera haberle dado a Ashton, aunque no fue de esa forma, la mano de su vecino había sido impactada contra la pared, aun así, Luke se alarmó.

-¿Qué sucede aquí?- preguntó. Ellos se miraban fijamente, mientras que en el rostro de Ashton se reflejaba cierta pena, en la expresión de Calum solo había indignación, pero también cierto dolor. Luke conocía a la perfección ese sentimiento.