La otra cara de Chris

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Estaba preocupada, no tenía ni idea de porque se había ido, pero parecía bastante grave. Por un momento me planteé llamar a Evan y preguntarle por si sabía algo, pero a penas hacía 1 hora que había salido de su casa y me pareció que quizás podría sonarle como una excusa para hablar con él.

Acallé los pensamientos alarmados sobre el problema de Chris comiendo algo más de pizza, lo que sobró, lo puse sobre un plato y lo tapé con una servilleta, dejandolo encima de la mesa de la cocina por si cuando volviese tenía hambre.

Volví al salón y encendí la televisión, y caí en el papel que Evan me dio antes de irme. En aquel trozo de hoja de cuaderno, estaba apuntado lo que parecía su teléfono; lo agregué a mis contactos y le mandé un mensaje para que tuviera el mio.

"Una pena no haber terminado lo de hoy, pero no me quedaré sin ello"

Eso decía el mensaje con el que me contestó Evan, rodé los ojos y sonreí antes de bloquear el teléfono y echarme en el sofá a ver la película que llevaba puesta de fondo desde que encendí la televisión.

Poco a poco fui quedandome dormida, y al contrario de lo que creí, no pensé en Evan ni una sola vez antes de dormir, las cosas había ido bien. Solo había sido sexo, o un intento de ello, justo lo que quería, no más problemas.

La luz del Sol abofeteó mi cara, me revolví maldiciendo el dolor de espalda que se había apoderado de mí y gruñí antes de incorporarme en el incomodo sofá. Hacía frío y maldije no llevar puesta más ropa; y entre los pensamientos de mi malestar, vino a mi la imagen de Chris, y rápido cogí el teléfono para llamarle.

-¿Diga?- Su voz somnolienta sonó al otro lado de la línea

Mientras, fui a su habitación para asegurarme de que no estuviese allí, y al verla completamente vacía contesté.

-No dormiste aquí- Quise abofetearme, mi voz había sonado tan insegura que parecía una niña

-Oh, sí, se me hizo tarde y me quedé durmiendo con Violet-Oí una voz femenina al otro lado-¿Necesitas algo?

No sabía que decir, realmente no necesitaba nada, pero me incomodaba estar sola en una casa ajena.

-Oye mira tengo que colgar, si necesitas algo llama a Evan e irá rápidamente.

Fue lo último que oí por parte de Chris aquel día, su actitud fue tremendamente seca, algo que me chocó viniendo de alguien como él, que desde el primer momento fue tan dulce. Decidí no comerme más la cabeza y darme una ducha.

Cogí un legging negro y un crop top del mismo color, el día estaba fresco, así que lo acompañé de una rebeca larga y mis zapatillas. Llevé mis cosas al baño, y giré el grifo para dejar que el agua se calentase mientras me desvestía.

En cuanto las calientes gotas de agua acariciaron mi pelo, decidí que iba a usar parte del dinero que tenía en comprar un tinte, necesitaba recuperar seguridad en mi misma. En la lucidez del mometo, pasó por mi mente la idea de volver al negocio, de recuperar el trono, de acabar con todo lo que estaba sufriendo; pero volvió a mi mente esa noche, el disparo, los gritos...

Mi teléfono comenzó a sonar e irrumpió en los recuerdos de esa noche, salí y me envolví en una toalla, y contesté a Evan en altavoz.

-Muñeca, ¿Qué haceís? Chris no me contesta- Me envolví en la toalla.

-Chris se fue anoche con Violet, y aun no volvió

-Pues arreglate que me vas a compañar a comprar.


Por si tu cuerpo me llamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora