Por si tu cuerpo me llama

Inesperado

Cuando abrí la puerta de la casa de Evan, encontré una escena propia de una película de Tarantino. Violet lloraba en el sofá y Chris, que estaba apoyado en ella, sangraba por la nariz; mientras, Evan jugaba con el mechero tranquilamente sentado en el sillón gris de la habitación.

-Nosotros no vamos- Chris me miró antes de pronunciar esas palabras llenas de odio.

No fui capaz de moverme de la entrada, estaba en shock debido a la escena que acababa de presenciar. Evan ni se inmutó mientras los demás cogían sus cosas y se movían velozmente por la habitación. Al salir Chris me dio un ligero empujón en el hombro y agarrando la mano de Violet salió del piso dando un portazo.

- Has tardado una eternidad en traer el tabaco, así que no te quedes ahí y dame un cigarro.

Me acerqué lentamente incapaz de decir una palabra y le dí el paquete que acababa de comprar, él se levantó y se quedó frente a mí encendiendo el cigarrillo. Me miró con esa ligera sonrisa característica suya y dio unas caladas antes de acercarse a mi boca y hablar.

- Vamos a preparar la cama donde dormiremos.

Él comenzó a caminar por el pasillo y al ver que no le seguía, se giró hacia mí y me miró sonriente mientras ladeaba su cabeza esperando que emprendiese el camino. Le seguí y fuimos hasta su cuarto.

- Preciosa, no te preocupes por él, fue un golpe de nada; se puso un poco tonto y tuve que pararle los pies.

- ¿Pero qué cojones pasó? Todo estaba tenso cuando me fui, pero no era violento

- Violet se me insinuó y la rechacé, pero me tenia acorralado y Chris vino y nos vió y ella se inventó que la tenía amenzada o no se que mierda.- Tras ver mi cara de asombro rió- No es la primera vez que lo hace, simplemente mi amigo esta gilipollas.

- Pero ¿Él está enamorado de Violet? 

- Que va, es solo que le gusta jugar a enamorarlas siendo el chico dulce y con ella no le funciona así que intenta hacerse el malote y se pone un poco idiota.

- Pero el que le pegó fuiste tú- Tenía los brazos cruzados, no me convencía del todo su explicación.

-Oh vamos, se puso en plan perrito ladrador y había que cortarle el rollo echando hostias. Por su bien, no debe gustarle a Violet, es un poco psicótica.- Me tiró las sábanas y me hizo un gesto para que le ayudase a colocarlas- Y tú qué, ¿Dónde fuiste a por el tabaco?

Le expliqué con quien me había encontrado y lo que me había ofrecido, obviando detalles como de que le conocía o lo que ocultaba ese negocio.

- Nena, llama a ese chico, quiero que nos de un puesto ya mismo- Su voz sonaba eufórica.

-No, no, esa gente no es legal, trabajar con ellos solo traen problemas

- Preciosa, vamos a ganar dinero mientras pasamos tiempo juntos- Me guiñó un ojo- Dinero fácil, servir copas a narcotraficantes y proxenetas es sencillo.- Me quedé helada, ¿Cómo sabía la gente que transitaría el bar?- Todos saben quien eres, o me equivoco "M16"

Llevaba tanto sin escuchar ese nombre que sentí mi sangre espesarse y luchar por seguir fluyendo por mis venas. No tenía ni idea de cómo sabía quien era, no recordaba haber tratado nunca con él, y la gente que trató conmigo estaban en la industria por lo que nadie diria nada, o eso pensaba.

-No te preocupes, no diré nada, pero tienes que tener cuidado de con quien te acuestas, la pistola tatuada en tu cadera te delató- Hizo una pausa esperando para ver mi reacción.- Bueno, tu tatuaje y tú ex.