Fuego

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La proximidad de su cuerpo me nublaba la razón, siempre hizo el mismo efecto en mí, era incapaz de recordar donde estaba y que estaba pasando. Solo le sentía a él y eso lo sabía.

-Voy a llevarmela al gran salón a ver si se calma- Apretó más la pistola a mi cuello- Camina pistolera.

Anduvimos en esa misma posición hasta que llegamos a la sala, entonces me puso de cara a una pared y susurró en mi oido.

-Esta vez el punto es para mí- Sus palabras hicieron cosquillas en mí.

Y fue entonces cuando aprovechando que había aflojado la presion de la pistola en mi garganta, me giré hacia él y le besé. No tardó en seguirme el beso, con la misma intensidad de siempre; mentiría si dijese que no estaba deseando que pasase, pero no lo había hecho por eso.
Le empujé levemente y su sonrisa me mostró que creía que iba a intentar llegar más lejos, fui besandole y haciendole retroceder hasta que chocó contra una pared fue entonces que usé el factor sorpresa para ponerle de cara a la pared y apuntandole a la cabeza, usé la mano libre para quitarle la pistola que había vuelto a guardarse en la cinturilla y guardarla yo en la mia

-En realidad el punto es para mí- Besé su cuello y salí de la sala.

Todos estaban hablando animadamente, menos Evan, que tenía una bolsa de hielo sobre la nariz y un vaso de un líquido marrón sobre la barra. En cuanto me vio, se levantó y fue hacia fuera mirandome para indicarme que saliese con él.

Fui a despedirme de Greg y los demás y a pedirles perdón por el espectáculo de antes, conversé un poco de ellos y cuando estaba a punto de irme, vi salir a Maison del gran salón. Me dedicó una mirada divertida pero llena de odio, detestaba perder y hoy es lo que había hecho.

Cuando salí, Evan ya estaba en el coche en el asiento de copiloto, yo me senté en el del conductor y le sonreí intentando animarle.

-Es un puto salvaje

-A buenas horas te das cuenta

-Empezó él- Reí

-¿Ahora qué sois? ¿Niños?

-Tienes los labios como si los hubieses metido en una aspiradora

Arranqué el coche y puse la radio intentando esquivar la conversación, pero no funcionó.

-Creía que le odiabas o algo así, no pensé que ibas a darte un revolcón con tu ex el primer día de trabajo.

-Eso no fue lo que pasó- Intenté mantenerme concentrada para recordar como  volver a su piso.

-Puedes contarmelo, somos algo así como amigos.

Reí- La verdad es que no paso nada, un pequeño beso, pero con otros fines que no eran lo que puedas pensar- Le miré por un momento. -Lo que él y yo tuvimos ya pasó

Pero no podía negarlo, en aquel beso había sentido mucho más de lo que me hubiese gustado. Maison besaba muy bien y la química entre nosotros nunca llego a desaparecer, eramos dinamita juntos, y no solo cuando trabajabamos juntos. Pero la dinamita es dañina, todo lo que esta a su alrededor sale volando, y eso es lo que a nosotros nos pasó.

-Liz -Su voz me sacó de mis pensamientos- Te has pasado la salida

"Mierda" murmuré, ahora si que no sabía como volver; y entonces una idea voló por mi mente, y casi sin más tiempo de maniobra cogí la salida que estaba a punto de pasarme y continué conduciendo ignorando las preguntas de Evan. Los nervios volvían a carcomerme, pero hoy tenía la fuerza suficiente de hacerlo y necesitaba hacerlo, quitar esa espina q hacía meses traía atascada, decir todo aquello que se quedó atascado en mi garganta.

-Ahora vengo-Aparqué y dejé allí a Evan

Había muchas posibilidades de que nada saliese bien y acabase aun peor, pero tenía que intentarlo, arreglar parte de todo el daño que aquel día hice. Llamé con la mano temblorosa a aquella oscura puerta marrón tras la que dejé tanto.

Por si tu cuerpo me llamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora