08.

30 6 0
                                    

A la mañana siguiente, me levanto casi al mediodía y salgo de mi cómoda cama.

Bajo a la cocina, me siento y empiezo a beber mi taza de colacao. Mientras miro el móvil, me llega un mensaje de un chat.

Skuad❄️🖤
Chloe
Hola chicos, hoy venirse a mi casa. Fiesta de pijamas, cómo la de hace dos años. Mis padres no van a estar, así qué estaremos tranquilos.

Oh, me olvidaba de este grupo. Contesto que si voy y dejo el móvil en la mesa.

Paso toda la mañana sin hacer nada, literal. Lo único que he hecho ha sido: leer y comer. Así todo el tiempo.

Después de almorzar, hice lo qué me dijo Fernando, mirar entrevistas para conseguir una beca en alguna universidad. Me decido por probar en la de California, ya qué es la que más me ha convencido.

Subo a mi habitación junto con mi portátil y empiezo a navegar.

Una hora después, por fin encuentro una entrevista qué hacen en mi instituto, la cuál, es la semana que viene.

A ver si hay suerte.

Me levanto de la cama para dejar mi portátil en el escritorio, cuándo veo las fotos qué nos hicimos los chicos y yo dos años atrás. Sin querer, se me forma una sonrisa triste.

Qué tiempos aquellos, en los qué yo era libre al fin, en los que no pensaba si alguien iba a venir a por mí para hacerme daño.

Salgo de la casa y voy hacía la tienda qué hay al final de la calle para comprar algunos dulces, ya qué Fernando no tiene nada de esa clase de comida.

Llego a la tienda y me dirijo directamente al pasillo de los pasteles. Pero me paro cuando veo un rostro familiar.

Rachel.

Mi intención era darme la vuelta, pero ella gira su cabeza hasta a mí y esta, abre los ojos cómo platos.

—¡Kenzie!—me llama cuándo me doy la vuelta. No quiero ni verla.

—¿Qué quieres?—le grito cuando su rostro está a centímetros del mío.

—Yo quiero darte una explicación.

—No quiero que me des una explicación, no la necesito.

—Perdóname.

—¿Qué te perdone? ¿Me lo estás diciendo en serio? Es imperdonable lo qué has hecho.

—Lo sé, sólo quería que supieras qué me arrepiento.

—No te arrepientes, sólo me pides perdón para sentirte bien contigo misma. No lo sientes de verdad. ¿Te crees qué soy tan ingenua para creerme tu estupida disculpa?

—Bien, si no quieres perdonarme no lo hagas, yo ya he cumplido mi parte—dice ella y se da la vuelta para seguir con su compra.

Cojo rápidamente unos cuántos pasteles y voy hacia la caja para pagarlos.

Más tarde, empiezo a preparar las cosas para pasar la noche en la casa de Chloe.

—Fernando, me voy.

—¿A qué hora vuelves mañana?

—Volveré por el mediodía.

—Por cierto Kenzie, aunque vivas conmigo, recuerda qué sigo siendo tu psicólogo y que puedes contarme lo que sea cuándo estés mal o cuando necesitas desahogarte.

—Gracias—le regalo una sonrisa y salgo de la casa en dirección a la casa de Chloe.

Cuándo llego, toco al timbre y me abre una Chloe muy sonriente.

LOVE YOU (COMPLETA) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora