Al día siguiente, me despierto y directamente, bajo a la cocina para desayunar. Al llegar, veo a los demás comiendo tortitas.
—Buenos días,—me saluda Fernando y al sentarme, añade—he encontrado un apartamento allí en California para cuando te vayas.
—Oh, muchas gracias por mirarme uno, no tengo mucho tiempo para eso.
—Después del instituto, te lo enseño. Espero que te guste y no es muy caro, te lo podrás comprar tú perfectamente.
Le doy las gracias de nuevo y seguimos desayunando.
Lo de vivir sola no me aterra, no cómo a la mayoría de las personas de mi edad. Estoy acostumbrada a estar sola en una casa y ser independiente.
Salgo de casa a esperar a Millie y esta no tarda mucho en salir. Nos dirigimos al instituto en absoluto silencio.
Llegamos y vemos a Dylan entrando a la misma vez que nosotras. Ellos se dedican una mirada extraña, y Millie se va, pero Dylan se queda conmigo.
—Buenos días—me saluda y me da un tierno beso en los labios.
—¡Hola!—nos vamos hacia mi taquilla y guardo la mayoría de mis libros.
—Te dieron la beca al final, ¿verdad?
—¡Sí! Estoy muy orgullosa de mí misma—le digo con sinceridad.
Me ha costado llegar hasta dónde estoy ahora, y estoy muy contenta de ver lo que he logrado. No ha sido mucho, pero para mí es suficiente.
—Y yo de ti.
—¿A qué universidad vas a ir al final?—el me comentó algunas, incluida la de California, pero por ahora no le han aceptado en ninguna.
—Esta mañana me a llegado una carta.
—¿De qué universidad es?
—Harvard.
—¿Harvard? Eso es genial, Dylan. Deberías ir.
Dylan se merece ir a esa universidad. El siempre ha sido un chico muy inteligente e ir a Harvard sería una oportunidad muy importante para el.
—Me parece que aceptaré, pero no estoy seguro.
—Deberías de pensártelo, no cualquiera va a Harvard y es una oportunidad que tienes que aprovechar. Hazme caso.
Después de las primeras clases, suena el timbre y nos bajamos al patio. Cómo siempre, nos sentamos en círculo y hablamos sobre las universidades. Es el tema principal de hoy.
—¿Sólo vamos Daniel, Mackenzie, Chloe y Mike a la universidad de California?—pregunta Sarah con cierta desilusión en su rostro.
—Sí, sabéis que me hubiera encantado de que me aceptaran allí—dice Liam soltando un suspiro.
Liam va a la universidad de Nueva York. Su padre estudió allí y más o menos, le ha obligado a irse.
—A mí es qué me encanta la universidad de Carolina del Norte, mis padres estudiaron allí, y por lo menos, Scott se viene conmigo—nos dice Nathan con una gran sonrisa.
Ambos, Nathan y Scott, quieren estudiar lo mismo: derecho. Es una carrera complicada, pero ellos son muy listos.
El único que va solo a una universidad es Dylan.
Terminan las clases y voy hacía mi casa. Hoy tengo más prisa, ya que me toca darle clases a Daniel por la tarde.
Al llegar, me llega un mensaje de mi entrenadora, Ashley. El mensaje dice que el sábado me espera en la academia a las siete de la tarde.
Mi equipo y yo vamos a dar una actuación en el teatro. Siempre me ha gustado bailar en público que no conozco, pero delante de mis amigos nunca me ha gustado.
Le contesto que allí estaré y empiezo a comer con Fernando y con las Millies.
Más tarde, me encuentro frente la puerta de la casa de Daniel y llamo. Esta vez, no me abre la niñera, sino Daniel, el cuál va sin camisa.
Vaya, vaya.
—Entra, voy a ponerme una camisa, no sabía que llegabas ya—se rasca la cabeza nervioso y yo me río un poco.
—No importa—me deja pasar y yo mientras lo espero en el salón.
Momentos después, sale con una camisa blanca puesta y le pregunto.
—¿Y Maddie?—ya que no veo a la pequeña por ningún lado.
—La niñera le a llevado a comer un helado. Así es mejor, tendremos más silencio—le sonrío y entramos a su cuarto.
—Entonces, ¿empezamos por literatura y después comenzamos a trabajar en el trabajo?—le pregunto mientras doy vueltas con su silla del escritorio.
—Está bien.
Después de terminar con literatura y ponernos un poco con el trabajo de historia, Daniel prepara unos chocolates calientes y mientras nos lo tomamos en su habitación.
—¿Te duele que Dylan se marche a Harvard?
—La verdad es que sí, pero supongo que la relación a distancia funcionará. No sé cuánto duraremos, pero espero que dure—le digo y soplo un poco el chocolate.
—La mayoría no duran—al ver mi expresión de tristeza, añade rápidamente—Lo que quería decir era que hay veces que funcionan, y otras no, pero espero que el y tú duréis, se os ve muy felices—y el aparta la mirada de mis ojos.
—Yo espero que también—le contesto en un susurro.
—¡Por cierto, tengo una buena noticia!
—Pues cuéntamelo.
—El otro día visité a mi médico. El
siempre ha estado al tanto de mi pierna. Y me dijo que podía volver a jugar al fútbol.—Eso es genial, me alegro mucho.
—Le voy a pedir al entrenador que me haga unas pruebas, estoy muy emocionado por entrar en el equipo.
—Lo harás muy bien y seguro que vas a entrar en el equipo. Nunca te he visto jugar, pero por lo que dicen los chicos, eres bastante bueno.
—Espero que me cojan, así no me tendré que preocupar por Maddie, ya que ahora tenemos niñera.
—Este sábado tengo mi primera actuación—le digo al cabo de un rato, bastante contenta.
—Dime dónde es y voy a verte—pero niego con la cabeza—¿Por qué no?
—Nunca me ha gustado que me vean bailar mis amigos. Siento que si vais, me vais a juzgar o a criticarme y eso me duele. Si me critica un desconocido, no me importa porqué no lo conozco, ¿me entiendes?
—Sí, pero yo nunca te criticaría mal. Iría para verte bailar, ver cómo lo disfrutas y apoyarte. Así que si iré, quieras o no.
—De acuerdo, ve.
Me voy de su casa y llego a la mía. Al entrar, veo a los tres hablando animadamente en el salón. Fernando me ve y me llama.
—Ven, te voy a enseñar el apartamento.
El edificio está cerca de la playa y me pilla cerca de la universidad también. El interior es muy moderno y sí, por suerte me viene amueblado. El apartamento tiene dos plantas, un poco raro, sí. Cuesta 150.000 dólares, pero puedo pagar una cantidad cada mes.
—Me lo quedo, me ha gustado mucho.
—Me alegro. Voy a hablar con el hombre que lo vende y le diré que en septiembre estarás allí.
A medianoche, decido leer un poco y sin darme cuenta, caigo en un sueño profundo.
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LOVE YOU (COMPLETA) #2
Fiksi RemajaTras su secuestro, Mackenzie es obligada a abandonar a sus amigos e irse de su ciudad. ¿Qué le pasará ahora? Léela para descubirlo.