03.

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Me despierto al sentir algo recorriendo mi pierna desnuda. Me incorporo y veo una cucaracha.

Oh no.

—¡AAAA!—grito y muevo mi pierna de un lado a otro para qué el bicho se quite de ahí.

Se cae al suelo y la mato con mi zapatilla.

Qué buen despertar.

Me quito mi cómodo pijama y me visto. He decidido salir a desayunar a una cafetería qué está cerca del motel.

Salgo de allí y camino hasta la cafetería, entro y me siento en una de las mesas del fondo.

Pido un café y unas tortas, me lo traen y a lo lejos, veo entrando a Verónica.

Oh mierda.

No me puede ver.

Cojo rápidamente la carta del menú y me tapo con ella, mientras actúo cómo si estuviera decidiendo qué pedir.

La veo acercarse al mostrador, y momentos después, se va.

Menos mal.

Aunque, ¿ella no tendría qué estar en el instituto? Bah, supongo qué le habrán dejado salir. O directamente, no ha ido hoy.

Salgo de la cafetería, y mientras Chloe y los demás salen del instituto, decido ir a buscar trabajo, ya qué voy a necesitar más dinero.

Podría trabajar cómo de camarera o algo así. Voy a la pizzería dónde los chicos y yo íbamos mucho, a ver si hay suerte allí.

Entro en la pizzería y cómo era de esperar, no hay nadie. Me acerco al mostrador, dónde hay un camarero limpiando y le hablo.

—Hola, me gustaría saber si puedo conseguir un trabajo aquí de camarera o algo.

—Hola, tiene que hablar con el jefe, voy a por el. Ahora vengo—me dice con una sonrisa y desaparece por una puerta.

Mientras espero, me muerdo las uñas con nerviosismo. Es un hábito del qué no me he podido deshacer.

—Buenos días—dice una voz a mis espaldas y me giro.

—Oh, hola.

—Soy Lucas, el jefe de aquí. Bien, ¿cómo te llamas?

—Mackenzie, Mackenzie Ziegler.

—Bien, Mackenzie, ¿edad?

—Dieciocho.

—¿De qué querrías el puesto?

—Preferiría de camarera.

—Necesitamos más, los fines de semana se llena demasiado esto. Estás contratada.

¿Así de fácil?

—Muchas gracias—le contesto con una sonrisa sincera.

—Empiezas mañana a las seis de la tarde. Tu uniforme será una camisa blanca, unos vaqueros y un delantal negro, ¿de acuerdo?

—Sí, de acuerdo—nos despedimos y salgo de allí.

Mientras camino hacia el Burger King para comer algo, pienso en qué debería de comprarme un coche. En España, ya me saqué el carnet, y mi padre se empeñaba en qué me tenía qué comprar uno, pero no podía. No podía comprarme un coche, venir de nuevo a Seattle y dejar mi coche allí.

Después de almorzar, decido qué ya es hora de presentarme en la casa de Chloe.

Tengo miedo.

Bastante miedo.

LOVE YOU (COMPLETA) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora