—Eh, hola, ¿qué hacéis aquí?—pregunto extrañada y dejo mi mochila a un lado de la habitación.
—Necesitamos tu ayuda—me contesta Sasha.
—Necesita. Yo sólo he acompañado a Sasha a venir aquí—dice esta vez Emily.
—¿Qué pasa?—les pregunto y me siento en mi silla del escritorio.
—Te lo cuento yo—Emily suelta un suspiro y sigue hablando—Sasha tiene una cita con uno de los mejores amigos de Peter y no sabe si ir.
—Sólo he aceptado para darle celos a Peter.
—¿Peter lo sabe?
—Sí, su círculo de amigos se lo cuentan todo. Y cuándo digo todo, es todo.
—Bueno, pues yo creo que deberías de quedar con el. Si Peter se pone celoso, eso es una buena señal. Y si a el le da igual, puede que te guste su amigo y te puede ayudar a que poco a poco olvides a Peter.
—Da mejores consejos que tú—le dice Sasha a su amiga.
—¿Qué tiene de malo mis consejos?
—Tus consejos siempre son: folla con todos y nada de sentimientos—dice Sasha fingiendo la voz de Emily, cosa que me hace reír.
—Esos consejos a mí me funcionan—dice ella sin darle mucha importancia.
—A ti, pero no a mí. Tú eres la típica que nunca se ha enamorado, en cambio, yo me enamoro cada dos por tres. Tienes que enseñarme cómo se hace eso.
—Chica, ves muchas películas y series, pero esto es la vida real. Lo malo de Sasha es que no sabe diferenciar que un libro es fantasía y cuándo pasa en la vida real, se cree que es igual que los libros—dice esto último dirigiendose a mí.
—Sasha, leer libros esta muy bien, pero tienes que saber diferenciar. Sé que terminar de leer un libro es difícil, porque eso hace que vuelvas a la realidad. Ojalá la realidad fuera cómo los libros, pero no es así. Los libros nos hacen creer que el amor es algo maravilloso, pero no. El amor en la realidad es una mierda, pero hay que aprender a vivir con eso.
—Gracias por ayudarme.
—Entonces, ¿qué vas a hacer?
—Voy a salir con el amigo de Peter—ella se levanta de mi cama con una sonrisa—En media hora tengo que estar lista, ¿me ayudas Kenzie?
Estoy a punto de negarme, pero cuándo veo la ilusión en los ojos de Sasha, sé que no puedo decirle que no. Es una chica muy buena y no se merece llorar por un chico que no le hace ni caso.
—Claro que sí. Te pondré preciosa y cuándo te veas, no te vas a poder reconocer cuándo te mires en el espejo.
Mientras Emily rebusca por todo mi armario, yo le hago rizos a Sasha en su cabello rubio.
Después de terminar con su cabello, Emily le pasa un vestido azul que nunca uso y se lo pone. Sale del baño con el vestido puesto y da una vuelta sobre si misma.
—Vaya, te queda muy bien. Te lo regalo, nunca me lo pongo y tú le vas a dar mucho uso.
—¿En serio? Gracias—viene hacía mí y me da un pequeño abrazo.
¿Qué le pasa a la gente hoy con tantos abrazos?
—Ven, toca maquillarte—Emily la arrastra hacía mi escritorio, coje mi maquillaje y empieza a pintarle la cara.
—No te pases mucho, sabes que no me gusta estar tan maquillada.
—Ya lo sé y ahora, pon morritos—Sasha hace lo que dice y Emily le pinta los labios con un tono rosa claro.
—Estás preciosa, seguro que le vas a encantar—le digo mientras ella se observa en el espejo de mi habitación.
—Muchas gracias, de verdad.
—¡Sasha! Vamos, tenemos que irnos.
—Oh, vale, ¿vienes con nosotras?—me pregunta Sasha con una sonrisa tímida.
—Claro—bajamos y salimos de mi casa para montarnos en el mini rosa de Emily.
—¿Dónde habéis quedado?—pregunta Emily y arranca el coche.
—En el restaurante pijo de las afueras.
—¿Tan lejos? Madre mía—dice Emily mientras niega con la cabeza y yo me río.
—Aquí es—dice Sasha al cabo de un rato.
Emily y yo miramos por la ventana y observamos el gran local. Si, es bastante pijo, pero se ve un restaurante de bastante calidad.
—Joder, el amigo tiene bastante dinero, ¿no?—pregunto en voz alta al ver entrar a gente vestida de Gucci.
—A ese le sobra—dice Emily mientras se coloca sus gafas de sol encima de su cabello.
—Bueno, adiós chicas—se baja del coche y nosotras le decimos adiós con la mano.
—¡Bésalo cuándo os vayáis!—grita Emily, haciendo que Sasha se gire y le saque el dedo corazón.
Emily arranca de nuevo el coche y nos adentramos de nuevo en la ciudad.
—Bueno, gracias por ayudar a mi amiga, de verdad. A veces siento que no soy buena amiga al ver que no doy buenos consejos y no poder ayudarlas. En serio, Alice y Sasha son lo mejor de mi vida, hasta son más importantes que mis padres, y no quiero que ellas se vayan de mi vida cuándo se den cuenta de que yo no les sirvo para nada, ¿me entiendes?
—Emily no digas eso, se ve que las quieres mucho y no por dar buenos consejos se van a marchar de tu vida. Y ellas también te quieren mucho, veo la
adoración que tiene Sasha en ti. Y Alice, aunque no sea muy cariñosa, se nota que también te quiere muchísimo. No digas esas cosas cuando no son de verdad.—Gracias Mackenzie—empieza a llorar,
pero sigue hablando—Lo siento, siento mucho haberte hecho todas esas cosas cuándo viniste al instituto. Eres una persona genial, y alguien cómo tú no se merecía eso, lo siento, perdóname, de verdad.—Ey, ya está, no llores más y claro que te perdono, ya esta todo olvidado—le contesto mientras le acaricio la cabeza.
—Bueno, me tengo que ir, hablamos mañana—dice ella mientras se seca las lágrimas.
—Vale, hasta mañana—me bajo del coche y entro a casa.
Después de cenar, subo a mi habitación, leo un poco y me duermo.
—¡No!
Abro los ojos y me encuentro en mi oscura habitación. He tenido una pesadilla, no la recuerdo pero ha sido bastante rara.
Tengo un mal presentimiento.
Y sé que no lo puedo detener, ya que no sé a quién le va a pasar.
Alguien va a morir.
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LOVE YOU (COMPLETA) #2
Ficção AdolescenteTras su secuestro, Mackenzie es obligada a abandonar a sus amigos e irse de su ciudad. ¿Qué le pasará ahora? Léela para descubirlo.