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Al día siguiente, cómo todas las mañanas, suena la alarma a las siete en punto. Me levanto cómo puedo, y bajo a la cocina para desayunar.

—Buenos días—le saludo a Fernando con la voz aún de dormida.

—Hola Mackenzie. Estaré hasta el viernes en un congreso en Boston.

—¿A qué hora regresarás el viernes?

—Lo más seguro que sea por la noche. Cojo el avión esta tarde.

—No me voy a poder despedir, justo después de comer tengo que ir a trabajar.

—Nos despedimos cuándo te vayas al instituto. Por cierto, Dylan se puede quedar estos días a dormir, por si tienes miedo o cualquier cosa.

—Me parece bien.

Terminamos de desayunar, termino de prepararme y me despido de Fernando.

—Qué tengas un buen martes.

—Que te vaya bien el vuelo—me acerco a darle un beso en la mejilla y salgo de mi casa.

Mientras voy caminando hacia el instituto, escucho con mis auriculares una canción de Ariana Grande.

Por suerte, me encuentro a Dylan entrando a la misma vez que yo.

—Hola—y me da un beso en los labios.

—¿Me puedes hacer un favor?—le pregunto cuándo llegamos a mi taquilla.

—Sí, claro, ¿qué pasa?

—Fernando se va hoy a Boston para un congreso, y no vuelve hasta el viernes por la noche. ¿Te importa quedarte a dormir estos días conmigo? Ya sabes qué...—el me interrumpe y me dice:

—No me importa, de hecho, me encantaría quedarme a dormir contigo, aparte, no quiero que sufras por las noches—y me da un beso cariñoso en la mejilla.

—¡Gracias!—y suspiro de alivio. Sólo de pensar qué tengo que pasar varias noches sola, me aterra.

Suena el timbre y cada uno se va para su clase. Llego al aula, y veo a algunos alumnos sentados y hablando.

—Hey—saludo a Daniel cuándo paso por su sitio y el levanta su vista de su móvil hasta a mí.

—Hola—y me da una de sus bonitas sonrisas.

—¿Cuándo era el cumpleaños de tu hermana?

—Lo celebra el viernes, mañana tengo que ir a comprarle el regalo, ¿podrás venir mañana?

—Sí, recógeme a las cinco en mi casa.

—Bien.

Llego a mi sitio y saco mi archivador con el libro de la asignatura correspondiente. Llega el profesor y empieza la clase.

Al final de la clase, el profesor nos dice de hacer un trabajo sobre la segunda guerra mundial y nos dice qué podemos elegir a nuestra pareja.

Observo a mi alrededor y cuando veo a Sarah, abro la boca para decirle que se ponga conmigo, pero alguien me llama.

—¡Camarera! ¿Te pones conmigo?

No me importa ponerme con el, sinceramente, me siento muy a gusto a su lado y no estaría mal hacer un trabajo con el.

—Está bien.

El trabajo lo tenemos que entregar dentro de un mes, por lo tanto, podemos tomar el trabajo con tranquilidad.

Terminan las clases y vamos al patio con los demás.

—Hey—saludamos nosotros cuatro a los chicos y a Millie.

LOVE YOU (COMPLETA) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora