Capitulo 8

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Recogerla del trabajo era algo que me gustaba hacer y hoy no iba a ser una excepción. Todo marchaba bien hasta que le llegó ese mensaje al móvil. Ahora estaba simple y llanamente desesperada por tenerla delante.

Conduje hasta el aparcamiento de Rothvale, estacioné y contemplé las puertas por las que saldría del edificio; seguía dándole vueltas a la conversación con mi primo desde que habíamos hablado y, para ser sincera, había contaminado mi imaginación con toda clase de locuras.

Casarme..., ¡¿en serio?! ¿Qué tal una relación seria en la que no quedemos con otras personas, así para empezar?

La idea de casarme nunca había entrado en mis planes. Es solo que no veía algo así escrito en mi futuro, y nunca lo había hecho. La institución en sí me merecía el mayor de los respetos, pero lo más probable es que una persona con mi estilo de vida y mi pasado resultara casi con total seguridad un sonoro fracaso como esposa.

Había tanta mierda en mi pasado, que se remontaba hasta tan atrás, que me era muy difícil recordar la época en la que podría haberme convertido en una persona normal.

Mi hermana estaba casada, y muy feliz además, y tenía tres niños preciosos. Supongo que Kimberly y Freddy eran un modelo al que aspirar, solo que yo nunca pensé en seguirlo.

Mi hermana había elegido una vida casera y había bendecido a nuestro padre con nietos, y más que nada me había librado de tener que competir con ella. Es decir, Kimberly lo había hecho tan bien que no había necesidad de que yo me sintiera presionada.

Decidí llamarla mientras esperaba a que saliera Taylor. Sonreí cuando respondió al segundo tono.

-¿Cómo está mi hermanita?

-Perdiendo la cabeza con el trabajo -le contesté.

-Ese no es el único motivo por el que estás perdiendo la cabeza, o eso he oído.

Kimberly podía ser muy petulante y pesada cuando le apetecía.

-Así que papá te lo ha soplado, ¿verdad?

-Está muy preocupado por ti. Me dijo que nunca te había visto así, ni siquiera cuando volviste a casa después de la guerra.

-Mmm. No debería haber ido y decirle esas cosas. Soy una verdadera idiota por haberlo hecho. Ya le compensaré de algún modo. Bueno, ¿cómo le van las cosas a mi hermana mayor?

-Buen intento, Karlie, pero no cuela. Mi hermana se enamora por fin de alguien ¿y piensas que voy a dejar escapar ese jugoso chisme? ¿Por quién me tomas? Las dos sabemos quién es la hermana más inteligente.

-No te llevaré la contraria en eso, Kimy -contesté a mi hermana con un suspiro.

-Vaya. De veras has cambiado, ¿eh?

-Sí, quizá lo haya hecho. Espero que sea para bien. Y papá puede dejar de preocuparse por mí, hemos vuelto a estar juntas, así que ya no soy el ser roto y desdichado que vio.

-¿Has estado leyendo poesía, Karlie? Pareces diferente.

-Sin comentarios -repliqué ignorando su sarcasmo-. Escucha, me preguntaba si podría llevarla a tu casa un fin de semana. Creo que a Taylor le encantaría Halborough y me gustaría sacarla de la ciudad unos días. ¿Podrían Freddy y tú hacernos un hueco?

-¿Para ti? ¿Para tener la oportunidad de conocer a la americana que ha transformado a mi fría e independiente hermanita pequeña en una sensiblera enferma de amor y bebedora de cervezas mexicanas? No hay problema.

KAYLOR - Affaire KlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora