Capitulo 6

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(Karlie)

4 de Octubre

Londres

—Aquí estamos. ¿El bebé se ve bastante diferente esta vez, verdad? Es aproximadamente del tamaño de un plátano ahora, y a las veinte semanas, habrán pasado oficialmente la mitad del recorrido. Las medidas parecen estar bien para un embarazo saludable. Cordón umbilical, perfecto. Latidos, fuertes. —El Dr. B narró los detalles sobre lo que estábamos viendo en la pantalla.

La mágica visión de nuestro bebé moviéndose irregularmente por todos lados, piernas y brazos empujando y tirando con una claridad impresionante. Ni siquiera pude apartar mis ojos por un instante para preguntarle algo al buen doctor. El realismo había mejorado notoriamente desde el último escaneo, no lo podía creer. Estaba viendo a una pequeña persona de forma plena, sin duda alguna sobre la humanidad de lo que habíamos creado.

Taylor se quedó mirando la pantalla conmigo, en completa admiración, observando un pequeño pulgar dentro de una diminuta boca siendo succionado. Tan rápido como fue succionado, el pulgar fue liberado.

—¿Viste eso? —Pregunté.

—Oh. —Taylor rió suavemente, sin dejar de mirar—. Succionando su pulgar… Karlie, él estaba succionando su pulgar… o ella estaba. —Apretó mi

mano, la tímida emoción en su expresión la hizo brillar de una forma que era nueva para mí. Se veía como… una madre.

—Lo sé. —Momentos como este demostraban lo buena que Taylor sería como mamá. No había dudas. Froté mi pulgar en su palma.

—Ahh, sí, puedo intentar averiguar el sexo del bebé para ustedes…

—¡No! No lo quiero saber, Dr. Burnsley. No… me lo diga, por favor. —Taylor sacudió la cabeza hacia él. Su decisión era definitiva. Cualquier tonto lo podría ver, y el doctor no era un tonto.

El Dr. B lanzó una mirada en mi dirección, y luego inclinó la cabeza preguntando si yo lo quería saber. Pensé por un instante en decir sí, pero en su lugar sacudí mi cabeza en un no.

—Está bien, Karlie, si quieres saber. Me daré vuelta y el Dr. Burnsley podrá mostrarte.

La tranquila belleza y absoluta confianza en su firme decisión de ser sorprendida sobre el sexo de nuestro hijo, era cautivante. Estaba tan segura sobre la manera en que quería descubrirlo. Taylor no lo quería saber hasta que el bebé naciera, y eso era todo lo que había. Mientras que yo me hubiera simplemente encogido de hombros y dicho, “Claro, dígame.” Hubiera averiguado si teníamos una hija o un hijo en camino, y eso habría sido emocionante para mí. ¿Scott o Tracy?

—No, seré sorprendida contigo —le dije, sacudiendo mi cabeza hacia el Dr. B de nuevo, transmitiéndole la negativa.

Nada más que respeto absoluto para mi chica. Llevé su mano a mis labios y la besé. Compartimos una mirada sin palabras. Ninguna era necesaria.

KAYLOR - Affaire KlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora