Prologo III

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PROLOGO

Londres, julio de 2013

La observo. Recuerdo cómo era sentirla. Cómo se movía y los sonidos que emitía. Todo; recuerdo todo de ella.

Sin embargo, ella no me ve. Al principio me molestaba, pero ahora sé que no importa porque lo hará. Dentro de poco me verá.

El destino la puso en mi camino hace muchos años y el destino volvió a hacer de las suyas cuando aquel accidente de avión. Nunca me he olvidado de la dulce Taylor Swift. Nunca. He pensado en ella durante años y nunca imaginé que nos volveríamos a ver.

Sabía que se había ido de Estados Unidos y se había mudado a Londres, pero hasta que no vi las fotos de ella posando no me di cuenta de lo mucho que deseaba volver a verla.

Ahora lo he hecho.

Los astros se han alineado. Se ha producido todo a la vez. Puedo conseguir lo que quiero y tenerla a ella mientras tanto. Taylor se lo merece. Ella es un tesoro. La única joya de la corona. Algo para saborear y disfrutar todo el tiempo que quiera.

Todos somos peones. Ella lo es tanto como yo. Peones en un juego que yo no inventé, pero al que desde luego puedo jugar. Estoy luchando por hacer justicia. Esta es la oportunidad de mi vida y no voy a dejar que se me escape, igual que no voy a dejar que Taylor se me escape de las manos. Ella es un valor añadido y estoy deseando que llegue el día en el que pueda demostrarle lo mucho que la he echado de menos, a ella y al tiempo que pasamos juntos.

En mi defensa he de decir que intenté que ella me ayudara directamente. Me la hubiera ganado y habría sido maravilloso. Ella se hubiera alegrado de verme. Sé que lo hubiera hecho.

Esos cretinos no la merecen, y desde luego que se han ganado su merecido. Sin embargo, ahora eso no importa. Están fuera de la ecuación y eso mejora las cosas para mí. En cualquier caso, al final yo seré el único beneficiario.

Ahora bien, Kloss es otra historia. Esa imbécil ha aparecido y se la ha llevado a su vida. Sé que ha conseguido que Taylor se fije en ella con su aspecto y su dinero, y es una maldita pena, porque sin ella todo habría ido sobre ruedas.

Kloss ha echado a perder mis planes originales, pero no del todo. Lo cierto es que tiene buenos instintos, lo admito. Pensé que Taylor era mía cuando Karlie salió a fumarse un cigarro a la parte trasera del edificio durante esa gala benéfica. No podía creerme la suerte que tenía.

Ella estaba fuera; Taylor dentro. La alarma saltó puntual como un reloj. Mi único fallo fue no darme cuenta de que ella tenía su móvil. Eso fue una sorpresa tremenda. Pero, aun así, quería que supiera de mi existencia. Debería saber quién soy. Antes que ella yo tuve a Taylor durante años.

Entonces sucedió algo a su favor. No estoy seguro de qué pasó, pero Taylor no estaba donde debería haber estado y no salió a la calle como se suponía que haría. Si hubiese tenido el teléfono con ella cuando le mandé el mensaje estoy seguro de que ahora estaríamos juntos, retomándolo donde lo dejamos hace ocho años.

La perdí con la multitud... y con ella, mi oportunidad de oro. Eso me desagrada mucho. Alguien deberá recibir su castigo para que todas las cosas recuperen su equilibrio y su posición correcta en el mundo. Pero eso no es un problema. A la larga todo saldrá como yo quiero.

Ahora Kloss la tiene bien protegida, pero también me voy a ocupar de ella. Ella no tiene todas las respuestas, y me aseguraré de darle unas cuantas pistas más para confundirla. Mi especialidad.

No, no me voy a rendir. Todavía guardo cartas en la manga y puedo ser muy paciente. Todavía hay tiempo más que de sobra para mi jugada, y cada vez estoy más cerca.

Más cerca.

Entonces no lo sabía, pero cuando esos imbéciles eligieron esa canción dieron en el clavo. Es perfecto. Simplemente perfecto.

KAYLOR - Affaire KlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora