(Taylor)
Mi móvil dejó de sonar justo cuando salía del vestidor. Por el tono del teléfono me di cuenta de que era Elaina llamándome desde el trabajo, así que dejé que saltara el buzón de voz sin escuchar el mensaje.
En su lugar le escribí rápido: «No puedo hablar... Estoy en sesión fotos. Te llamo después. T.S».
Puse el móvil en silencio pero lo dejé encendido como me había dicho Karlie (por algo sobre la aplicación del GPS que ella había activado), me lo metí en el bolsillo de la bata y me olvidé de el. Tenía trabajo que hacer y debía concentrarme.
Las extensiones de pelo me hacían cosquillas en la espalda y el suelo sobre el que estaba sentada se encontraba muy frío. Hoy no llevaba puesto el tanga de hilo, pero sí unas preciosas medias negras con lazos rosas alrededor de la parte superior de los muslos.
Simon, mi fotógrafo durante esta sesión, vestía de una forma poco convencional -sus vaqueros azul eléctrico ajustados, combinados con una camisa verde limón y unos botines blancos de charol, casi me hacían necesitar algo para proteger mi retina -y me obligaba a probar unas poses que jamás había intentado antes. Solo podía temblar ante lo que diría Karlie cuando echara un vistazo a las pruebas.
Las odiaría nada más verlas y después trataría de comprar las imágenes para que nadie más pudiera tenerlas.
Sentía ráfagas de adrenalina: saber que estaba haciendo algo un poco extraño que me inspiraba miedo. Me gustaba ponerme a prueba y quería que esas fotos salieran bien, ofrecer al artista el servicio más profesional que pudiera.
Daba la espalda a la cámara, con las piernas bien abiertas, las rodillas ligeramente flexionadas, los pies sobre el suelo, las palmas de las manos agarradas a la parte interior de las pantorrillas para mantener las piernas separadas. Se suponía que debían ser fotos provocadoras, pero cualquiera que pasara frente a mí ahora mismo vería mis partes femeninas exhibidas en plan porno. Definitivamente, Karlie no aprobaría esto. Pero no me preocupaba. Aquí había reglas y todo el mundo las seguía... o no te volvían a llamar para otro trabajo.
Las puntas de las extensiones llegaban casi al suelo, tapándome de hecho el culo, lo cual era algo bueno, ya que no quería que se me viera en las fotos.
Se lo dije a Simon y él se rio de mí.
-Taylor, cariño, si alguien tiene un culo elegante, esa eres tú. -Bueno, gracias, Simon, pero no, gracias, ya has entendido la idea.
Nada de sonrisa vertical esta vez, por favor.
-Prometido, todo lo que se verá será una insinuación de tus curvas y tus largas piernas esculpidas. Estás absolutamente radiante, amor. ¿Vitaminas nuevas? -preguntó distraído mientras disparaba la cámara.
-Bueno, en realidad sí.
-Oh, compártelas conmigo, por favor -dijo-. Necesito cualquier secreto de belleza que tengas.
Se me escapó una carcajada.
-No creo que quieras lo que estoy tomando, Simon..., a no ser que desees tener pecho.
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KAYLOR - Affaire Kloss
Fiksi PenggemarAdaptación de los libros: 1- Desnuda. 2- Todo o Nada. 3- Sorprendida. 4- Algo Raro y Precioso. Nota: Historia g!p