Karlie seguía con los ojos fijos en mí. Incluso después de relajarnos tras el desenfreno sexual y después de haber abandonado mi cuerpo. Se quitó el preservativo, le hizo un nudo y se deshizo de las pruebas. Pero ahí estaba de nuevo, frente a mí, sus ojos deteniéndose en los míos, buscando mi reacción después de lo que acabábamos de hacer.
-¿Estás bien? -preguntó mientras deslizaba su pulgar por mis labios, acariciándolos con mucha suavidad.
Le sonreí y le contesté con lentitud. -Ajá.
-No he acabado contigo ni mucho menos. -Arrastró la mano por mi cuello, por mis senos, a lo largo de mis caderas hasta posarse en mi estómago-. Ha sido tan increíble... No quiero..., no quiero que acabe. -Dejó la mano ahí extendida y se inclinó hacia delante para besarme lenta y concienzudamente, casi con veneración. Me di cuenta de que me iba a preguntar algo-. ¿Te..., te tomas la píldora, Taylor?
-Sí -susurré contra sus labios. Así era. Se sorprendería del porqué pero no se lo iba a contar esa noche.
-Quiero..., quiero correrme dentro de ti. Quiero estar dentro de ti, sin nada entre medias de nosotras. -Apretó los dedos en mis húmedos pliegues y los hundió varias veces-. Justo ahí.
Me sorprendían sin embargo sus palabras. La mayoría de los hombres y mujeres no querían arriesgarse a hacer eso. Mi cuerpo respondió a sus caricias de manera involuntaria, incapaz de evitar arquearme hacia sus dedos. Un sonido de placer salió de mi garganta.
-Mi empresa hace controles médicos regulares, tenemos que estar sanos, yo incluida. Te puedo enseñar los informes médicos, Taylor; estoy limpia, te lo prometo -dijo, al tiempo que me acariciaba el cuello y me pasaba los dedos por el clítoris, decidida.
-Pero ¿y si yo no? -gemí.
Frunció el ceño y dejó la mano quieta. -¿Cuánto tiempo hace que no estás con alguien? Me encogí de hombros.
-No sé, hace bastante.
Entrecerró los ojos durante una fracción de segundo. -¿Bastante es una semana o meses?
Una semana no es hace bastante. No tenía ni idea de por que respondía a sus preguntas, solo sabía que era algo intrínseco a lo que ella conseguía de mí. Karlie exigía respuestas, hacía preguntas directas, había algo en ella que hacía que me fuera casi imposible detenerla cuando se adentraba en terrenos a los que yo no quería que fuera.
-Meses -fue mi respuesta, y eso era todo lo que iba a decirle en ese momento.
Su cara se relajó.
-Entonces... ¿es eso un sí? -Se tumbó completamente sobre mí y entrelazó mis manos con las suyas mientras me abría las piernas con sus rodillas para poder meterse entre ellas-. Porque quiero poseerte otra vez. Quiero estar dentro de ti otra vez. Quiero hacer que te corras y que mi polla esté tan dentro de tu ser que nunca olvides que estuve ahí. Quiero correrme dentro de ti, Taylor, y que lo sintamos juntas.
Ahora le sentía enorme; dura, excitada, adentrándose en mí y lista para hundirse completamente. Y a pesar de lo vulnerable que era debajo de ella, nunca me había sentido más segura.
ESTÁS LEYENDO
KAYLOR - Affaire Kloss
FanfictionAdaptación de los libros: 1- Desnuda. 2- Todo o Nada. 3- Sorprendida. 4- Algo Raro y Precioso. Nota: Historia g!p