Capitulo 10

417 11 1
                                    


(Karlie)

Le di media hora antes de seguirla por las escaleras. Quería esperar más tiempo, de manera que el zumbido del alcohol ensordecería mi ventaja un poco más, haciéndome más segura de tener alrededor. Pero no podía soportar estar lejos de ella por otro momento más. Necesitaba mi tranquilizante. Neil me lo había dicho antes. Taylor es tu cura.

Nada me podía sacar del infierno cuando me sentía así... excepto ella.

Respiré más tranquila sabiendo que no tendría que decir mucho. Su nueva regla de dejarme con mis demonios en soledad ayudaba mucho. Cada cosa sobre Taylor me ayudaba.

Cuando entré en la habitación, estaba oscura y ella estaba durmiendo justo como había esperado. Me deshice del esmoquin y me metí debajo de las sábanas, colocándome en su espalda. La primera inhalación de su aroma reconfortante subió a mi nariz y directamente a mi cerebro, calmándome inmediatamente, dándome esperanza de que la fealdad desaparecería. Lo mejor que me había sentido durante toda la noche, fue el instante en que caí contra la parte posterior de su cuello y hundí la nariz en su cabello.

Taylor era tan generosa conmigo, a ella nunca le importaba cuando la despertaba y quería follar.

Necesitaba follar ahora mismo.

Ahogar el sentimiento de culpa.

Cuando me moví hacia abajo en la cama y aparté las mantas, la encontré envuelta en una especie de camisón que la cubría de la cabeza a los pies, y de un estilo que podía ser usado por mi abuela... cuando ya estaba bien entrada en sus ochenta. La fea cosa era un candidato a basura, sin duda.

Ocultar toda esa belleza lejos de mis ojos sólo me frustró. Estar medio cabreada no ayudaba a mi juicio, probablemente, pero tampoco me detuvo. Encontré el lugar dónde desabrocharlo, aproximadamente a la mitad de su pecho, clavé los dedos entre los botones, y dividí el maldito trapo en dos, todo el camino hasta el dobladillo. Sus senos desnudos aparecieron a la vista primero, y luego el resto de ella. Me sentí mejor al instante. Mi polla estaba jodidamente dura como un hueso.

Ella se despertó con un jadeo y un grito.

-Shhh. -Apreté una mano sobre su boca y mis labios fueron a su mandíbula. No quería que los visitantes hacer la vieja rutina del "¿Está todo bien ahí?'' en esta fiesta, ya que el lugar estaba repleto hasta el tope con ellos. Sus ojos se encendieron, y percibí que no estaba contenta con lo que acababa de hacer, pero una vez más, eso no me detuvo-. Soy sólo yo deshaciéndome de ese feo camisón por ti. Lo detestaba. -Saqué mi mano y cubrí sus labios con mi boca en su lugar. Murmuró bajo mis besos al principio, y se tensó debajo de mí, pero una vez que consiguió sentir mi lengua dentro de ella, respondió hermosamente, suavizando su cuerpo, dejándome jugar mis juegos, dejándome tomarla-. Detestaba ese camisón, pero te amo a ti. -Besé su garganta hasta el hueco de su cuello, seguí por su esternón y luego justo entre sus pechos. Chasqueé mi lengua y la arrastré hasta un pezón. Ella arqueó la espalda para acercarse más. Rodeé mi lengua sobre su pequeño y rosado pezón, dando vueltas y vueltas hasta que prácticamente estaba retorciéndose debajo de mí.

KAYLOR - Affaire KlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora