(Taylor)
Me sentí aliviada cuando Karlie vino a mi lado de donde quisiera que hubiese estado. La necesitaba, y todo parecía más fácil de llevar cuando ella estaba cerca. Eso me hacía sentir muy débil, algo que yo aborrecía, pero no podía evitarlo y estaba demasiado exhausta como para importarme. Ella era la única salvavidas que tenía aquí. Quería volver a casa. A Londres, a mi casa.
Cuando subió llevaba consigo dos platos de comida. -Te he traído un poquito de todo -dijo.
-Oh, gracias..., pero ahora no tengo nada de hambre. No puedo comer eso -contesté mirando la fruta y el cruasán.
Frunció el ceño y apretó los dientes. Supe que estaba a punto de tener una discusión.
-Tienes que comer algo. ¿Qué has tomado hoy además de un poco de té? -musitó-. Piensa en el bebé...
-No puedes obligar a nadie a comer. Créeme, lo sé por experiencia -la altiva voz de mi madre interrumpió nuestra discusión.
Nada de opiniones tipo: «Karlie tiene razón, Taylor, tienes que comer porque tu bebé necesita comida aunque tú no tengas hambre», o comentarios como: «Ahora comes por dos, cariño». En fin..., ¿qué podía esperar?
Vi a Karlie girar la cabeza y clavarle la mirada a mi madre. Creo que le salía un poco de humo de las orejas, pero no perdió el control como pensaba que podría hacer. Simplemente se quedó helada y la ignoró.
-Ven, siéntate conmigo y toma algo -me dijo con una voz delicada acompañada de la firme intención de llegar hasta el final.
¿Cómo iba a decirle que no? No podría. Lo que hacía lo hacía porque se preocupaba por mí. Yo necesitaba comer, a pesar de que mi apetito fuera inexistente. Karlie tenía razón. Tenía alguien más en quien pensar además de en mí. Sobre todo ahora.
Miré a mi madre y mis ojos deambularon a lo largo de su aspecto en ese momento impecable, tanto el vestido como el peinado, para el funeral de su exmarido.
¿Por qué demonios habrá siquiera venido a la misa? Apenas había hablado con mi padre después de que me mudara a Londres. Puede que hasta ni sintiera pena por él. ¿Podría? No tenía ni la más remota idea. Me apenaba darme cuenta de que no podría jurarlo, porque no la conocía lo suficiente para hacerlo. Mi madre y yo no estábamos tan unidas como para eso. No compartíamos nuestros sentimientos o secretos.
Nunca supe por qué se divorció de pronto de mi padre, o si incluso alguna vez le había querido. No sabía siquiera por qué se habían casado. ¿Cómo se habían conocido? ¿Dónde le había pedido él matrimonio? ¿Anécdotas de sus citas? No tenía nada.
Me giré y fui con Karlie hacia la mesa, con mi corazón cada vez más lejos de ella a cada paso que daba.
-Eres tan guapa -dijo Karlie en voz baja mientras yo trataba denodadamente de ingerir un poco de la comida que me había traído-, por dentro tanto como por fuera.
Intenté tragar el melón dulce, que por cómo sabía en mi lengua debía de ser seguro un trozo de serrín húmedo.
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KAYLOR - Affaire Kloss
FanfictionAdaptación de los libros: 1- Desnuda. 2- Todo o Nada. 3- Sorprendida. 4- Algo Raro y Precioso. Nota: Historia g!p