Es solo un sueño ¿no?

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¿Seul? No existía Seul, las calles, casas, las personas e incluso el clima eran completamente diferentes. Si alguna vez viste Guerra Mundial Z, te harás una idea de cómo se encontraba la ciudad entera. 

Escombros de grandes edificios, incendios en fabricas y casas, calles destruidas, colegios en ruinas, hospitales colapsados, personas heridas y muertas era lo que podías ver con tan solo salir del refugio donde te encontrabas. ¿Por qué refugio y no casa? Pues simple, ya no quedaban casas, departamentos, nada, y si lo hacían, pues eras una de las personas con mucha suerte. 

La noche estaba por caer y con ello, la oscuridad se apoderaría de toda la ciudad pues debido a la masiva destrucción, el sistema de luz y agua tuvo que ser interrumpido por el bien de las personas. ¿Dónde estaban las Power Rangers cuando se les necesitaba?

–¡Ahora pagaran por todo!– Un eco resonaba por toda la ciudad más nadie podía identificar de quién se trataba. 

–¡Ayuda, por favor... alguien!– La voz rota de una adolescente dispersó aquel tétrico sonido. –Vamos, quédate conmigo.– Aquella adolescente con las prendas completamente sucias y rotas se encontraba arrodillada frente a un gran muro de concreto, de él sobresalía parte del cuerpo de una joven, aproximadamente de su edad. –No me hagas esto... ¡Joohyun, Seulgi, Wendy, Sooyoung! Alguien por favor.–

–Yeri....– Aquella adolescente estiró su brazo con dificultad hacia ella, el dolor le impedía moverse bien y la sangre que recorría su rostro le impedía ver con claridad. –Ten cuidado, por favor.– Y sin que pasaran más de dos segundos, una flecha cayó directamente en el pecho de aquella adolescente que agonizaba bajo el muro.

–¡SAERON!– Yeri entró en pánico, su mejor amiga estaba muriendo frente a ella. –Tu no, no me abandones tu también, por favor...– Sus lagrimas corrían por si solas, más no emitía sonido alguno, se encontraba en shock. 

–Les dije, golpearía en donde más les duele.– Nuevamente aquel eco se apoderó del lugar, pero esta vez llenó toda la ciudad de una especie de vapor frío que al difuminarse reveló una escena similar, pero no era Yeri esta vez. 

Dos de las Rangers con el traje completamente destruido se encontraban atadas de manos y pies a una especie de maquina circular generando chispazos y descargas eléctricas cada vez que intentaban librarse del agarre, y frente a ellas, una escena desgarradora transcurría. 

La familia y seres queridos de las Rangers eran atacados cruelmente por un gran grupo de Maomaos armados hasta los dientes.

–¡Seunghee!– La aparente Ranger azul gritó con desesperación al ver como su hermana mayor intentaba correr hacia ella pero uno de los Maomaos logró atraparla y atravesar su pecho con una espada de hielo. –Déjenla... por favor.– Pedía con la voz rota y temblorosa, acompañada de las lagrimas que descendían por su rostro sin parar. 

Si alguien veía a Wendy en aquel momento, seguro que no la reconocerían pues las quemaduras, cortes, ropa y rostro sucio impedían identificarla. 

–¡Henry corre!– La Ranger que acompañaba  a Wendy alentaba a su hermano a seguir, a pesar de tener los ojos llenos de lagrimas y un nudo en la garganta, ella le daba indicaciones a su hermano y a una mujer más para que escapen de los Maomaos. –¡Sunmi!– 

Wendy solo cerró los ojos con fuerza sumergida en un mar de lagrimas, los Maomaos atacaron a Sunmi como si de una presa se tratase, no merecían ver tal crueldad. 

–Henry...– Seulgi llamó a su hermano, una explosión había silenciado a todos, Maomaos y victimas. –Henry, responde maldita sea.– Exigió cada vez con la voz más entrecortada y con más lagrimas cayendo de su rostro. –¡Imbécil, responde!– El grito desgarrador de Seulgi inundó el lugar. Parecía que se encontraban en la entrada a su colegio, mejor dicho a las ruinas de su colegio. 

Power Rangers: Red VelvetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora