Power Rangers: Red Velvet

Rivalidades

–¿Joohyun?– Seulgi susurró tomando asiento junto a su amiga, la adolescente se encontraba en la biblioteca concentrada copiando información de un libro a su cuaderno.

–No, no estoy enojada, ¿puedes dejarme tranquila? Quiero terminar esto rápido antes que empiece el receso.– Joohyun se adelantó a la pregunta de su mejor amiga, la conocía perfectamente y después de aquella escena romántica entre Sooyoung y Sungjae, ni ella ni Wendy la dejaban de ver.

–Yo solo quería avisarte que el profesor de educación física dice que haremos Taekwondo, ten cuidado con tu fuerza.– Si bien la intención de Seulgi era preguntar por su situación sentimental, también quería avisarle sobre aquel anuncio que dio su profesor.

–Bien, no mataré a nadie.– En ningún momento Joohyun separó la mirada de su libro y mientras hablaba ella seguía escribiendo.

–Una cosa más, si querías estar sola deberías decirlo.–

–¿De qué hablas?–

–Vamos, estás haciendo la tarea de Yeri, a nosotros no nos dejan hacer ese tipo de informes.– Seulgi dio en el clavo, Joohyun dejó de escribir de inmediato, la había descubierto. –Está bien sentirse mal, no guardes tus sentimientos, eres humana, no es tu culpa.–

Y sin más, Seulgi abandonó la biblioteca donde se encontraba dejando en total silencio a su mejor amiga, nadie la conocía como ella.

Las Rangers habían tenido mucho tiempo libre, tiempo de adolescentes. Por alguna razón los secuaces de Ice Princess no atacaron la ciudad más de dos días, pero sabían que eso no era nada bueno.

La última vez que vieron al dúo de rubios se llevaron una gran sorpresa al ver que no estaban solos, un tipo con armadura muy similar a las de ellas los acompañaba y vaya que peleaba bien. Eso tenía preocupadas a las adolescentes, si no podían con Krystal y Kris, dudaban mucho que lo harían con el nuevo.

–¿En qué tanto piensas?– Saeron sacó a Yeri de sus pensamientos, la adolescente se desconectó de su clase a los veinte minutos de haber empezado, ahora solo se dedicaba a garabatear en su cuaderno, no era la mejor dibujante, pero hizo un esfuerzo por dibujar una escena que no salía de su mente, un vago recuerdo cuando era más pequeña y las Rangers salvaron a gran parte de su familia.

Yeri de inmediato cambió de página para evitar que su amiga viera sus garabatos. –En la abuela Kim, en ti.– Bueno, en parte no mentía, Yeri tenía su cabeza hecha un desastre, entre las clases, su familia, el ser Ranger y su mejor amiga, no podía siquiera descansar tranquila.

–Te preocupas mucho, la abuela está mejorando, ahora puede caminar sin ayuda.– Murmuró Saeron para no interrumpir la clase y sobre todo, para no ser descubierta.

–Me alegra saber que está bien.– Yeri sonrió de lado llevando su mirada a Saeron, sentía culpa, culpa porque ella pudo detener a Maonster antes que ataque a la abuela Kim y sin duda Saeron no estuviese sufriendo tanto.

–¡Mejor besense!– Gritó Jooe desde el otro extremo del salón provocando que todos llevasen su mirada a Yeri y Saeron pues claramente la rubia señalaba a las dos adolescentes.

La Ranger no había separado la vista de su mejor amiga pues se había perdido en sus pensamientos, lo que no entendía era por qué Saeron no dejaba de verla.

De inmediato Saeron bajó la mirada y con torpeza intentó volver a prestar atención a la clase, sin embargo Yeri giró un poco para ver directamente a Jooe y le sacó el dedo del medio dejándola en silencio.

–Son unos idiotas, no les hagas caso.– Habló Yeri una vez todo se tranquilizó.

–¿No te molestó?–