087

1.6K 136 12
                                    

O l i v i a

– ¿Llevas todo? –pregunté como por décima vez en lo que va de la mañana.

– Si amor –respondió Ivo asintiendo con su cabeza, se acercó a mi y dejó un beso corto sobre mis labios.

– Listo ya cargamos todo en el auto –comentó Valen entrando a la cocina junto a nuestro hijo.

– Bueno, entonces vamos –busque las llaves de la casa para luego cerrar.

Salimos y subimos al auto, hoy él día estaba soleado y caluroso, asique organizamos con los demás chicos para irnos de día de campo, teníamos un Camping lindo para pasar el domingo.

Anoche luego de que comimos los ravioles, los cuales estaban buenísimos y no tuvimos que llamar al delivery, Valen se quedó a dormir en casa. Benja estaba feliz junto a su papá, alguién lo había extrañado parece.

Ivo manejaba el auto, yo había dejado mi mano sobre su pierna como era de costumbre, me encantaba tocarlo, pa que negarlo, en cada semáforo o cuando no ocupaba la mano derecha, aprovecha para entrelazar nuestros dedos o simplemente me dejaba caricias en mi mano.

– ¿Amadeo y Bruno, van? –preguntó mi hijo.

– Amadeo creo que si amor –respondí mirándolo.

– Creo que Alejo no venía, ¿o si? –preguntó Valen.

– Ni idea gordo –negué con mi cabeza.

– Juli y Tomi vienen, asique apronten por si nace Milena –reimos al escuchar a Ivo.

– Le dije que traiga el bolso por las dudas, con eso nunca se sabe, ¿no? –preguntó Valen.

– Y no, más si anda con dolores es como medio inseguro todo, pero bueno, somos muchos, podemos trabajar en el parto –sonreí.

– ¿Quee? –respondió Valen riendo– ni en pedo, me muero

– Lo peor sería verle la cosa a Julieta ah –respondió Ivo y rió.

– Son unos tarados, es su amiga deberían arriesgarse –comenté.

– ¿Por donde nacen los bebés mamá? –preguntó Benja.

– Uh el momento ha llegado –susurró Valen.

– Los trae la cigüeña –comentó Ivo, haciendo que Valen ría.

– Ay Dios no –reí mirándolo.

– ¿Que es una cigüeña mamá? –preguntó Benja.

– Un pajarito –respondió Valen.

– ¿Me trajo un pájaro mamá? –Benja habló medio asustado a lo cuál me comencé a reír, pobrecito, no entendía nada mi amor.

– No amor, vos tenes educación sexual en la escuela, ¿no? –pregunté.

– Si mamá, la seño nos enseñó que las nenas tienen vulva y los nenes tenemos pene –sonrió y tapó su boca con sus manos como si le diera vergüenza hablar de eso.

– A mi nunca me enseñaron eso –sonrió Valen– lo tuve que descubrir solo –él y Ivo se empezaron a reír, re boludos los dos.

– Bueno hijo, las nenas cuando crecen, ya pueden crear bebés, entonces nacen por su vulva –comenté.

– ¿Los nenes nos podemos tener bebés? –preguntó Benja.

– No hijo, solo las mujeres grandes –respondí.

– Entonces les duele cuando nace un bebé, mami? –volvió a preguntar.

– Si, duele mucho hijo –asenti sonriendo.

– ¿Yo te hice doler mamá? –hizo puchero.

– No mi amor, estaba tan feliz que ni sentí el dolor, era una mezcla de sensaciones que lo único que quería era tenerte de una vez en mis brazos y poder abrazarte –me giré para poder verlo, él sonrió y se acercó para dejar un beso en mi mejilla.

– ¿Y papá y vos, eran novios antes? –fua las preguntas no terminaban más, miré a Valen y él sonrió.

– Si, lo fuimos o eso creo –reí.

– Algo así –comentó Valen.

– ¿Vos no me querías a mi? –preguntó Benja mirando a su papá.

– ¿Porque decís eso? –pregunta Valen.

– Porque dejaste sola a mamá –susurró.

– Siempre te quise hijo, solo que me asusté, no tenía ni idea de como cuidarte ni de como afrontar toda la realidad me estaba golpeando en ese momento, quizás fui un boludo, pero yo siempre te quise –respondió Valen mirando a Benja– sos lo mejor que me pasó en la vida campeón –acarició su pelo despeinandolo un poco.

– Mamá, y vos y Ivo, son los mejores papás del mundo –sonrió Benja– ¿no te enojas si le digo papá también a Ivo? –preguntó Benja mirando a Valen– yo sé que sos mi verdadero papá, eso no va a cambiar nunca, pero Ivo es mi papastro, ¿no? –comenzamos a reír al escuchar a Benja.

– Padrastro amor –respondí sonriendo.

– Bueno eso, como sea –resopló.

– No me enojo hijo, Ivo es tu segundo papá, pero no el mejor, pues porque yo hago mejores ravioles –contestó Valen, Ivo comenzó a reír.

– ¿Que dice este salame? –rió mordiendo su labio inferior y negando con la cabeza.

– Estaban buenos, solo les faltó sal –comenté.

– Porque los hice yo –respondió Valen riendo.

– Llegamos –susurró Ivo. Entramos a la zona del Camping, buscamos el lugar donde habíamos acordado juntarnos– Ya llegó tu hermano –comentó al ver el auto de Nacho.

– Wii el tío Nacho –comentó feliz Benja.

Ivo estacionó el auto y luego bajamos, saludamos a los chicos, Nacho, Seven, Lit y Bhavi, ya estaban acá. Mi hermano había comenzado el fuego en unas de las parrillas para comenzar a hacer el asado.

Bajamos las cosas del auto, Benja bajó sus juguetes, ayudé a los chicos a bajar las bolsas con las demás cosas. Hoy iba a ser un domingo en familia como hacia tiempo que no pasábamos.

– ¿Trajiste chupi? –preguntó Valen mirando a Bhavi.

– Duko dijo que iba a traer, Neo también, ellos siempre se encargan de eso –reímos al escucharlo, era posta, ellos dos siempre aparecían con las bebidas alcohólicas.

– ¿Como estas vos? –preguntó Nacho mirándome, se acercó y me abrazó.

– Bien hermano, ¿vos? –nos quedamos un rato abrazamos mientras acariciaba su espalda.

– Todo bien, todo tranquilo –respondió– Dentro de un par de días me gustaría presentarte a alguién, llevamos saliendo un par de semanas y creo que vamos bien asique me gustaría que la conozcas –susurró.

– Uy estas enamorado –tape mi boca mirándolo.

– Si, eso creo –rió y rascó su nuca como cuando está nervioso– No sé vamos bastante bien a decir verdad, y es una mina que me gusta demasiado

– Está bien, me gusta verte así, cuando quieras organizamos una comida en casa y la llevas –comenté.

– Bueno, yo te aviso hermana –asenti al escucharlo– Te amo –dejó un beso en mi frente.

– Te amo más tonto –sonreí. Se alejó de min para fijarse en el fuego, busqué a Ivo y lo ví un poco alejado de los chicos, estaba con su celular en la mano y en su cara se podía notar el enojo, o algo así, tenía sus cejas fruncidas. Me acerqué a él y dejé un beso en su mejilla– ¿Que pasa? –susurre.

– ¿Con? –preguntó.

– Estas enojado –susurre.

– Nah –me esquivo y se fue con los chicos dejándome ahí sola. Me empece a hacer la cabeza como una pajera, y me quedé mal por este pendejo.

вєиʝαмιи •кнєα• Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora