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O l i v i a

- ¿Segura que querés ir? -preguntó nacho, detuvo el auto y apagó el motor. Asentí mirándolo desde mi asiento de acompañante, él sonrío medio desganado, quito la llave del auto y bajamos de este.

Cerré mi campera subiendo el cierre de ella, el viento hacia que mi pelo se mueva por toda mi cara, lo acomode pasando mis dedos y dejándo los mechones detrás de mis orejas. Nacho caminó a mi lado por el cenderito en la mitad del campo, dejó su brazo sobre mis hombros, me acerqué más a su cuerpo y junté mi mano con la de él. Era la primera vez que hacíamos esto desde el día del entierro y al estar juntos nos dábamos el apoyo y amor mutuo.

Llegamos a la tumba, el césped verde claro decoraba el campo, una lápida de cemento dejaba ver en ella, tallado, el nombre de mi madre y una pequeña foto donde se la veía sonriendo. Me arrodille a un costado, me hice la señal de la cruz como siempre nos habían enseñado, mi hermano se quedó de pie a mi lado.

Saludé a mamá, aunque no está verificado si ella está mirándome o sintiéndome en este momento, quiero creer en que si, donde quiera que esté su alma. A veces es difícil o complicado pensar en qué pasa luego de que nos morimos, nuestro cuerpo queda ahí pero, ¿dónde va nuestra alma?

Tengo la fe en pensar que el recuerdo de las personas fallecidas, los llevamos nosotros, cargamos con los recuerdos y cada detalle que nos llevan a ella. Aunque me agarre miedo, de que llegue el momento de no recordar su voz o el sonido de su risa, hay cosas que cuestan mucho, y perder todo lo que da una madre es difícil de recuperar.

- Voy a buscar agua limpia -nacho aclaró su voz antes de hablar, pasó las manos por su cara y se agachó para juntar el florero, camino hasta el caño de agua más cerca, tiró las flores secas y cambió el agua para poner las flores nuevas.

Abrí el ramo de flores desatando el papel que las cubría, esperé a que mi hermano dejara el florero nuevamente en su lugar, acomode las flores, rosas rojas y blancas, sus favoritas.

- Creo que se nos fue muy rápido -comentó.

- Demasiado, siento que quedaron muchas cosas pendientes -susurre.

- Estaría re intensa con los bebés, como cuando nació Benja, ¿te acordás? -sonrío, lo miré y asentí- Quería matarlo a Valentín y después estaba abrazandolo y baboseando por el bebé

- Fueron momentos, creo que la desilusione al tener a Benja siendo una pendeja y sin nada, y encima con un pibe que no quería saber nada, tengo miedo de no ser buena mamá como lo era ella -Nacho enseguida negó al escucharme.

- Claro que no, sabés que ella estaba feliz, quizás no fueron las mejores condiciones pero nos tenías a nosotros gorda -encogió sus hombros- quizás no fuimos los hijos que ella quería, pero nunca se mostró desilusionada, nos dio lo mejor, siempre

- Si, eso lo sé -asentí mirándolo.

- Además, como mamá de Benja, tenes un poco de nuestra mamá, asique de ella aprendiste a ser así, tan cuida de todos -sonrío amplio- los chicos siempre admiraron eso de vos, nos cuidas banda a todos, estás pendiente de cómo estamos y si necesitamos algo enseguida estás, así era mamá, y estoy seguro que con este nuevo bebé vas a ser mejor aún, siempre vas a ir aprendiendo cosas nuevas a medida que los pibes vayan creciendo, igual que yo, nunca tuve una figura fija de padre, ni se como serlo, pero seré como mamá en su versión de papá -murmuró, sonrei y me acerqué para abrazarlo. Me acercó a su pecho y me apoyé en él.

- Gracias por estar acá conmigo, sos el mejor hermano que alguien puede tener, y vas a ser un gran papá, estoy segura de eso -susurre, él sonrío y pasaba su mano por mi espalda.

- Si, eso creo -hablo en voz baja, nos quedamos un rato en silencio.

- ¿estás bien? -susurre mirando a nacho, él asintió y sonrío débilmente. Un celular de empezó a sonar, Nacho sacó el suyo rápido y atendió.

- Bro, ¿todo bien? -habló al atender, enseguida su rostro cambió a tener facciones de preocupación, junté las cosas, de seguro teníamos que irnos rápido, cortó la llamada y guardó su celular- Llevaron a Cande al hospital, rompió bolsa -sonrío, nos despedimos de mamá y caminamos hasta el auto rápidamente.

Como en veinte minutos estábamos estacionando fuera del hospital, entramos rápido al edificio. Fuimos hasta la zona de maternidad, aún no había nacido, Cande quería que Nacho entrara al quirofano con ella. Él fue junto a una enfermera, yo me quedé a esperar afuera, le mandé un mensaje avisándole a Ivo, para que venga junto con Benja. Hoy nacía Cloe, nueva integrante de la familia.


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Wachis, holis.
Necesito que me digan si quieren una tercer temporada, si les gusta la idea, y si la van a leer ahre
Tengo unos pares de capítulos para subir este finde, amenme.

вєиʝαмιи •кнєα• Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora