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O l i v i a

Termine de ordenar el desastre que había dejado Benja en el suelo del living luego de que se puso a jugar con autos y soldaditos, desparramaba juguetes y después la boluda que los juntaba era yo, pero bueno su excusa para no hacer las cosas ahora, es que se quebró el brazo y mucho no puede hacer.

– Mamá, ¿Que vamos a comer? –mi hijo se sentó en el sillón y encendió la televisión en la que luego buscó el canal de dibujitos animados.

– Ravioles –respondí. Busqué el termo y el mate que había dejado sobre la barra en la cocina.

– ¿Viene tu amiga? –volvió a preguntar en lo que yo me sentaba al lado suyo.

– Si Benja –lo miré, cebe un mate y deje mi vista sobre la casilla de chat en mi teléfono donde hablaba con Valentín.

– ¿Como era que se llamaba? –me miró frunciendo su ceño.

– Miranda –nosé a que se debían tantas preguntas.

– ¿Papá también viene? –otra pregunta más.

– Nosé hijo –encogi mis hombros seguido de mi respuesta.

– Decile que lo extraño, o mejor le mando un audio, ¿queres? –su sonrisa amplia quedó dibujada en su rostro.

– Bueno –asenti y le di el celular para que le mandara el audio.

– Hola papá, ¿te acordas de mi?, soy tu hijo cuando vas a venir a verme, quiero helado y además me dijiste que me ibas a comprar un nuevo juego para la play y fue mentira  –soltó el botón del audio y me devolvió el celular– Listo ma

– Estas fuerte con los reclamos hijo –reí negando, el me miró.

– Si hace un montón que no viene –comentó.

– Hace un día Benja, o dos pero no es tanto –agregue, reí y el sonrió negando.

– Da igual mamá –se levantó del sillón y fue al mueble en la cocina donde guardabamos las galletitas. El timbre sonó– Yo voy –habló, se dirigió a la puerta y enseguida ví a mi amiga.

– Hola Miru –me levante del sillón y fui a saludarla.

– Hola Oli, Hola Benja –saludo a ambos con un beso en la mejilla, Benja sonrió al verla.

– ¿Ya me conocías? –preguntó mi hijo mirando a mi compañera que recién llegaba a casa.

– Si, tu mamá me habla mucho de vos –Miranda asintió mirando al pequeño, él sonrió y se volvió a sentar en su lugar del sillón pero esta vez con un paquete de galletitas oreo en su mano.

– Veni vamos a tomar mates –busqué las cosas que tenía recién y salimos al balcón del edificio, ahí tenía dos sillas y una pequeña mesa.

– Che es re lindo este lugar –habló Miranda al mirar la vista desde el balcón.

– Si es hermoso y re tranquilo, siempre fue así –comenté, cebe un mate.

Pasamos el resto de la tarde tomando mates y hablando de todo un poco, conociendonos mejor con mi compañera, ya era más mi amiga, y mi hijo quien se unía a nuestras charlas. Él le contaba a Miranda sobre su jardín, sus compañeros, también las boludeces que hacía con sus tíos y con su papá.

Cocine ravioles con ayuda de nadie pues porque se pusieron a jugar y me dejaron cocinando sola. Mi hijo había sacado todos los juguetes, que habíamos guardado antes, para jugar con mi amiga.

Nos sentamos a comer, luego de que aprontarán la mesa. Le servi ravioles y salsa roja a cada uno, me senté en mi lugar. El timbre sonó, no esperaba nadie asique fue raro escucharlo. Me levanté y fui a abrir la puerta allí me encontré a Valen, su cara me demostraba preocupación pero enseguida dejó salir su típica sonrisa linda.

– Hola Oli, perdón por llegar sin avisarte –habló en un tono de voz bajo, pasó una mano por su pelo, eso lo hacía siempre que estaba nervioso.

– ¿Que pasa Valen? –pregunte al verlo nerviosos, negó con su cabeza– Pasá veni –él entró a la sala, cerre la puerta nuevamente y caminamos a la mesa– ¿Comes? –asintió, saludo a su hijo y a mi compañera, le servi comida y se ubicó al lado de su hijo.

– Viste Miru él es mi papá, del que te hablé –habló Benja.

– Si, ya lo conocía –comentó Miranda, Valen los mirando sonriendo a los dos.

– ¿Que andas hablando de mi vos? –Valen comenzó a hacerle cosquillas y Benja reía.

Terminamos de comer y nos quedamos hablando de cualquier cosa, Benja siempre le contaba algo nuevo a Miranda. Valentín lo miraba y se reía, en algunas ocasiones era igual a él.

A las once de la noche, mi amiga se fue de casa, su hermano vino a buscarla. Benja se fue a dormir y Valen lo acompaño, yo me quedé ordenando las cosas en la cocina así quedaba todo limpio para mañana.

– Gorda, ¿puedo hablar con vos? –Valen se acercó a mi, asenti en modo de respuesta.

– ¿Que pasa? –nos sentamos en las sillas de la mesa del comedor, él había tapado su rostro con ambas manos.

– Julieta está embarazada –habló con un hilo de voz que podía apostar a que le costaba decirlo.

– ¿Que? –él quitó las manos de su rostro, pude ver sus ojos colorados y vidriosos.

– Si –me miró– Está embarazada Oli, y yo no se si quiero ser padre otra vez

– Ay Valentín no seas estúpido –rodee los ojos y deje salir el aire que llevaba contenido, en un suspiro– Si no estabas listo para ser padre te hubieras cuidado, no repitas la historia, no dejes sola a Julieta ahora, no repitás lo que me hiciste a mi –no podía creer lo que me acaba de decir, no puedo creer que no se quiera hacer cargo de los hijos, xdios.

– Está bien –murmuro, se levantó de su lugar– Me voy, perdón por venir sin avisarte –dejó un beso en mi frente.

– No me molestas Valen, pero no seas estúpido mijo, no le hagas eso a Julieta ni al bebé –lo abracé fuerte, él respondió el abrazo dejando sus manos en mi espalda.


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Hola Wachis, perdón por no haber subido capítulos.

вєиʝαмιи •кнєα• Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora