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O l i v i a

Llegamos a la casa de Mauro, nos juntamos a comer asado. Ivo estacionó el auto en la puerta del garage, abrí mi puerta y bajé despacio, ya la panza me pesaba un poco mucho. Ayudé a mi novio a bajar las bolsas, y Benja bajó su mochila llena de juguetes, caminamos hasta la puerta y toqué el timbre. Rápidamente abrieron la puerta, sonreí al ver a Valen.

Me acerqué a él y besé su mejilla, enseguida agarró las bolsas que llevaba. Benja corrió a abrazarlo, hace mucho no se veían. Saludé a Mauro, Iara y a los demás chicos, estaban todos en la cocina boludeando, igual que siempre.

— Hola pansona, ¿falta mucho aún? —preguntó Neo, dejó su mano sobre mi panza, y como si fuera saludo, el bebé se movió provocando que Neo sonría como bobo.

— Te pateó —reimos juntos, el asintió y movió su mano por mi panza, el bebé comenzó a moverse.

— Alta emoción es sentirlo, posta —comentó, Duko se acercó y también dejó su mano en mi panza.

— ¿Que toca vo?, es mi ahijado wacho —rió mirándolo a Neo, los dos estaban con su mano en mi panza como nenitos chiquitos.

— ¿Falta mucho? —preguntó Alejo, negué en respuesta y Mauro me ganó en hablar.

— Faltan unas semanas wacho para que nazca —él se sentía orgulloso de ser el padrino del bebé, sé que no me había equivocado al elegirlo.

— ¿Ya hago las ensaladas che? —preguntó Cande mirándonos.

— Ya te ayudo —sonreí, ella rápido negó y Juli se unió a ella. Los chicos salieron al patio para joder, Nacho hacia el asado junto a Lit.

— Vos sentate y quédate quieta plis —comentó Juli, hice puchero mirándola, ella se acercó y dejó un beso en mi panza.

— Te puedo ayudar igual —sonreí mientras me sentaba, Benja, Amadeo y Bruno andaban corriendo como locos— ¡Benjamín te vas a caer! —le grité, él no me dió bola, típicamente.

— ¿Esta ansioso por que nazca el bebé?—preguntó Iara señalando con la cabeza a Benja.

— Un poco si, tratamos de hablarlo para que no le entren celos, igual yo creo que es hasta que lo vea, y se acostumbre —sonreí y encogi mis hombros— en algún momento lo va a tener que aceptar, como todos

— Si tipo, no le queda otra pero viste que a veces se ponen más pesados —Habló Cande.

— Si, igual no les queda otra, Tomás quiere tener otro hijo cuando Julieta tenga un par de años más, no se que me vió, cara de fábrica ahre —reímos al escuchar a Juli.

— Yo ya con Cloe es suficiente, que no espere más de mí —comentó Cande en forma de broma.

— ¿Cumple un mes hoy, no? —preguntó Iara.

— Si, recién un mes —comentó mi cuñada.

Terminamos de cortar las verduras para la ensalada, buscamos todo para aprontar la mesa luego, los chicos llevaron todo afuera para ordenar mientras nosotras fuimos a ponernos la bikini, hacía un poco mucho dr calor hoy.

Sobre la Bikini me puse un vestido corto bastante suelto, me hacía sentir más cómoda. Bajamos nuevamente, fuimos al patio, cada uno ocupo su lugar en la mesa. Nacho trajo el asado. Yo siempre comía más verduras que carne, pues estaba tratando de dejarla pero bueno, todo cuesta.

— ¿Me das agua? —susurre cerca del oido de Ivo, él estaba más cerca de la botella.

— Claro mi amor —me sirvió un poco de agua fría en mi vaso, dejé un beso en au mejilla, él sonrió y apoyó su mano en mi pierna.

вєиʝαмιи •кнєα• Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora