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O l i v i a

– Mamá a la salida me busca Iván –habló mi hijo sentándose a desayunar, hoy tenía jardín.

– ¿Ivan? –pregunte mirándolo, el asintió sonriendo.

– Tu novio mamá –bebió un poco de su chocolatada.

– Ivo, se llama Ivo –sonreí– No lo se bebé –encogi mis hombros.

– Bueno Ivo, si mamá va a ir ya hablé con él anoche –asintió repetidas veces mientras sonreía, terminó su chocolatada y fue al baño, aun le quedaba peinarse.

– Bueno mejor, así tengo tiempo de buscar trabajo –terminé el mate y guarde las cosas en sus lugares correspondientes, me levanté y fui a buscar mi bolso.

Salimos del departamento luego de un rato, Benja caminaba agarrado de mi mano, llevaba su mochila con rueditas, el ruido me estaba matando ya, disculpen estoy vieja.

Lo dejé en el jardín, salude a las mamás de Bruno y Amadeo. Le mande mensajes a Miru para que me confirme si nos encontramos en el lugar donde habiamos quedado, al obtener su confirmación tomé un taxi y fui hasta allá. Ambas teníamos una entrevista de trabajo en el mismo lugar.

– Gracias, que tenga buen día –bajé del auto, caminé hasta la entrada del edificio.

– Hola amiga –Miru se acercó a mi y deje un beso en su mejilla.

– ¿Como estas? –pregunte.

– Bien beba, ¿Vos? –ambas nos sentamos en las sillas de espera– ¿Que onda con Serue?

– Todo bien, todo perfecto –respondí, ella sonrió– ¿Y Manu?

– No sabes lo que es Manuel, por Dios un Dios griego –mordió su labio inferior mientras sonreía.

– No quiero saber, gracias –reí negando.

Una de las chicas llamó a Miranda y al rato otra chica me llamó a mi, entre a la habitación. Salude a las dos chicas que estaban sentadas detrás de una mesa.

Me hicieron la entrevista de trabajo, se quedaron con mi currículum y dijeron que iban a llamarme. No arreglaban nada con eso pero nunca hay que perder las fucking esperanzas.

Miranda y yo, salimos del centro de la mujer, así se llamaba, por lo que tengo entendido ahí estaban mujeres las cuales habían pasado violencia de género, violaciones y otras distintas cosas. Ojalá me llamen para trabajar ahí, me parecía un lugar interesante.

Pasé el resto de la mañana entregando currículum a distintos lugares, Miru estaba igual que yo, nos recorrimos gran parte del centro.

– No doy más –se quejó sentándose en unos de los sillones de la plaza.

– ¿Que hora es? –pregunté mientras me sentaba a su lado.

– Las once –respondió mirando su reloj.

Seguimos otro rato más recorriendo otros lugares, pasamos por un Starbucks, compré un café porque me estaba cagando del hambre.

– Amiga me tengo que ir, Manu va a comer a casa –habló Miru, se acercó y beso mi mejilla.

– Esta bien beba, cuidate –sonreí– y lo digo literal

– No seas boluda –rió, se despidió de mi y buscó un taxi.

Caminé por el centro mirando las vidrieras de las tiendas de ropa, todo me gustaba pero salía re caro todo. Me enamoraba de cada prenda de ropa que veía, y peor de los zapatos.

– ¡Olii! –gritaron, me di vuelta y ví a Dani.

– Hola Dani –sonreí y me acerqué a saludarlo.

– ¿Como andas? ¿Que andas haciendo? –preguntó.

– Bien, paseo –encogi mis hombros y él sonrió– vine a entregar unos currículum, a ver si tengo suerte en alguno

– Éxito gorda, de seguro si, no creo que sean tan boludos de perder a la mejor psicóloga del mundo –habló sonriendo.

– Por eso no me van a llamar, la prefieren a ella –encogi mis hombros restándole importancia.

– Dale boluda, hablo posta –rodo sus ojos y sonreí– ¿Benja?

– Jardín –respondí.

– ¿Ivo? –susurro mientras sonreía.

– No lo se –comenzamos a caminar, él llevaba su brazo sobre mis hombros.

– ¿Ya garcharon? –lo miré y comenzó a reír–
Perdón, igual no tengo pruebas pero tampoco dudas, che te llevó hasta el jardín a buscar el gordo

– Lo busca Ivo hoy –comenté.

– Ou bueno, ¿Te acerco hasta tu casa? –preguntó.

– No no, me tomó un taxi –sonreí.

– Dale Oli, con toda la inseguridad que hay para las minas hoy en día, no te voy a dejar ir sola. Vamos, no me cuesta nada enserio –habló mirándome, asenti sn respuesta.

Caminamos hasta el estacionamiento donde estaba su auto, subimos y comenzó a conducir en dirección al edificio donde vivía. Al llegar le agradecí, luego de un beso en su mejilla bajé del auto. Subí a mi piso y al entrar no ví a nadie.

Guarde mi bolso, busque ropa limpia y me di una ducha de agua tibia rápida. Sentí voces en la cocina, al salir de la habitación ví a Ivo y Benja. Saludé a mi hijo y luego saludé al amor de mi vida.

– Hola bebé –susurro él, dejó sus manos en mi cintura y me acercó a él para besarme, correspondi su beso dejando mis manos en sus mejillas.

– ¿Como estas? –pregunté mientras acariciaba sus mejillas.

– Bien mi amor, ¿vos? –dejó un beso en mi frente– Te extrañe mucho

– Yo también te extrañe mi vida, estoy bien, cansada –hice puchero.

– Mamá, dijo mi maestra que tenes que ir a la reunión del miércoles –Benja se acercó a mi y me dió su cuaderno.

– ¿Que hiciste? –pregunté, agarre el cuaderno y leí la nota– ¡Benjamín le pegaste a un compañero!

– ¡Mamá él me dijo idiota! –me miro.

– No era para que le pegues hijo, lo hubieras ignorado y listo –le di el cuaderno para que lo guardara.

– Perdón mamá, yo no quise hacerlo –hizo puchero.

– Ya lose hijo, pero no podes tener ese comportamiento, es malo –me agache para quedar a su altura, acaricie su mejilla y dejé un beso en su frente.

– Perdoname mami –me miro.

– A tu compañero pedile perdón –acomode su pelo– Mañana le pedís perdón, y que sea la última vez que pasa esto, lo prometes –levanté mi dedo meñique.

– Lo prometo –susurro, cruzó su dedo meñique junto al mío.

– Vamos a cocinar, anda y cambiate la ropa –el asintió y volvió a su habitación, me levante y mire a Ivo, él sonreía se acercó y beso mi frente.

– Sos la mejor mamá del mundo –susurro, levanté mi rostro y besé sus labios– te ayudo a cocinar

– Si –asenti, ambos fuimos a la cocina para ver que podíamos cocinar.


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Estoy por armar algún tipo de bardo 💔😌

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вєиʝαмιи •кнєα• Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora