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O l i v i a

Busqué a Miranda por todo lados, no la encontraba, quizás estaba con uno de los pacientes. Era la hora del desayuno, que mejor lugar para buscar a Ivo.

Entré al comedor, la mayoría estaban ahí, me quedé mirandolos y buscándolo a él, pero no había rastro. Estoy segura que era el chico que ví en el patio el otro día.

– Hola Oli –sonreí al ver a Agus.

– Hola Agus, ¿como estas? –pregunté.

– Bien, los chicos me invitaron a unirme a ellos para jugar fútbol –comentó emocionado– tenías razón vos

– Vos confía en vos, no sos malo vas a ver que vas a tener muchos amigos –susurre.

– Si Oli, me tengo que ir, que tengas un buen día –sonrió mirándome.

– Vos igual –se despidió de mi y salió del comedor.

Me quedé otro rato pero no había rastros de él, no podía desaparecerse. En algún lado tenía que estar. Sali y fui a buscar al otro chico que me tocaba hoy.

– Hola, soy Olivia seré suplente de Marta –comenté mirando al chico sentado frente a mi, el ni me miro, bien esté va a ser más difícil.

– No pretendas querer ayudarme, sé la mierda que soy, sé el porque estoy acá y te juro que no me vas a lograr cambiar nada con tu buen trato y tu carita linda –habló mirándome– sé que por dentro te cagas en todo esto, como todo los demás, y nos miran mal por ser lo que somos –se levantó y salió de la sala. Okey re bien todo por suerte.

Me levante y salí, busqué a Miranda nuevamente, debía encontrar a Ivo. Entré al lugar donde siempre nos juntabamos a hablar en nuestras horas libres, pero ella no estaba ahí. Bueno hoy iba a ser imposible, segui con mi trabajo.

Terminé de armar las notas de seguimiento, mire el reloj y ya eran las doce y media, debía irme. Junte mis cosas y salí del edificio. Camine las cinco cuadra hasta llegar al departamento.

– Buenas –saludé al entrar.

– Hola beba –sonrió Valen mirándome.

– Boludo Ivo está en el coso donde trabajo y seguramente todos sabían y la única conchuda que no sabía era yo, ¿porque mierda no me dijeron nada? –hablé rápido mirándolo– ¿Vos sabias Valentín?

– Calmate un poco, sabía que estaba internado pero no sabía dónde –se excusó.

– ¡Y tanto les costaba decirme que estaba internado la re puta madre, para que mierda me mienten! –busqué mi celular y lo llamé a Nacho, el pelotudo no atendía– son una mierda boludo –me senté en el sillón, apoye mis codos sobre mis piernas y deje mi cabeza entre mis manos, comencé a llorar de la bronca que tenía.

– Eu, Oli no llores, los chicos no querían que te preocuparas por él –se sentó a mi lado y comenzó a hacerme mimos en el pelo. Me levanté rápidamente, no quería que me tocara.

– Él sufrió, él me necesitaba y yo no estuve ahí por culpa de ustedes decime, ¿que clase de amigos son? –hable mirandolo– él me necesitaba –susurre, comencé a llorar más aún, me senté en el piso con las piernas contra mi pecho. Me sentía culpable por no haber estado para Ivo, quizás yo lo hubiese podido ayudar. Ellos me lo alejaron.

– Mamá –susurro Benja, se acercó a mi y me abrazo. Rápidamente correspondi su abrazo, era lo que más necesitaba ahora mismo, todos me habían mentido, todos me alejaron de Ivo y justo cuando él más me necesitaba.

вєиʝαмιи •кнєα• Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora